mayo 3, 2023
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Consejos Reflexivos Neurofarmacológicos y Psicológicos: Vivir el Presente sin Miedos y con Humildad

Resumen: Llegando a pensar que por un cambio en mi régimen neurofarmacológico mi nueva normalidad era ser plano emocionalmente, doy consejos sobre este tema derivados de mi experiencia personal y narro como el leer un pasaje de un libro autoayuda me estimuló mucho lo cual me puso en una corta hipomanía que me puso a reflexionar bastante. Al final saco conclusiones útiles sobre la humildad, muerte y superación de los miedos. 


Para empezar a dar consejos reflexivos debo empezar con noticias. Como “vieja-nueva”, mis horas de despertarme siguen variando entre las 04:00 y las 10:00, con tendencia estabilizarme en la parte temprana de ese rango de tiempo, con la feliz consecuencia de estar bien de ánimo la mayor parte del tiempo. Sin embargo, la semana pasada tuve despertares tardíos unos tres días con un consecuente bajoncito no-incapacitante de dos días. Este lunes tuve audio-consulta con psiquiatría y por primera vez en mucho tiempo fui franco, no tuve la actitud de que ya tenía todo arreglado gracias a mi sabiondez, fui humilde y reconocí que estaba, al menos muy incómodo, con esa variación tan amplia de longitud de mi sueño, que tienen consecuencias, así sean pequeñas, en mi ánimo. Le comuniqué a la facultativa que ya hace días había dejado de variar la Levomepromazina (sinogán) de acuerdo a cuanto hubiese dormido la noche anterior del día en cuestión. Me voy a detener un poco en lo farmacológico pues hay bipolares que me leen. La Levomepromazina es un hipnótico (somnífero) fuerte al contrarrestar la acción de los neurotransmisores excitatorios histamina y acetilcolina.  Y es antipsicótico débil por su acción anti-dopamina. Pero lo que no sabía es que además se mete con la serotonina y adrenalina. La conclusión de todo esto es que no es buen fármaco cuya dosis mover de acuerdo a como se esté uno coyunturalmente sintiendo. Lo otro que aprendí es que definitivamente la Lamotrigina tampoco se puede mover, por lo menos en mi caso, pues soy muy sensible a su efecto intensificador de la fase REM (MOR: Movimientos Oculares Rápidos) del sueño, que es cuando uno sueña, valga la redundancia, por lo cual cuando la subo y/o la tomo por la noche tengo muchos despertares con sueños vívidos y madrugo todavía más, resultando todo esto en malas noches. El otro fármaco que tomo es el Clonazepam que por su naturaleza adictiva su dosis tampoco se puede estar cambiando. Solo quedó para mover la Oxcarbazepina que solo la tomaba como medicamento de emergencia para cuando no podía dormir por miedo a que me deprimiera pues tiene en común con la Lamotrigina el ser estabilizadores anímicos anticonvulsivantes, pero al contrario de esta última, la Oxcarbazepina actúa hacia la baja. Pues me puse a investigar y resulta este último agente podría tener una leve acción antidepresiva [1]. Teniendo esto último, que la Levomepromazina afecta tantos neurotransmisores y que unas pocas gotas de este último fármaco pueden causar efectos tan grandes en la longitud del sueño, se decidió que yo tomase Oxcarbazepina todos los días para compensar las variaciones propias de mi condición bipolar, con la sorpresa de que este último agente también viene en solución lo cual permite una “sintonización” más fina comparada con su presentación en tabletas. Entonces aunque apenas llevo una semana en ese régimen y todavía está en proceso experimental, yo le aconsejaría a otros bipolares que no variaran fármacos como la Levomepromazina pues, repito, “se mete” con muchos neurotransmisores y además se debe mantener en su mínima expresión posible pues es un antimaníaco fuerte y lo puede hacer a uno proclive a sufrir depresiones como me pasaba a mi hace años cuando alrededor de 2017 llegué a tomar 200 mg/día de este fármaco, comparado con los 75 mg diarios que tomo actualmente. Una psiquiatra que me vio hace unos dos años si me había dicho que la Oxcarbazepina, tomada con mesura también, no tenía por qué deprimirme. Me deprimía porque yo manejaba exceso de Levomepromazina. Entonces tomada en cantidades decentes, la Oxcarbazepina puede ser usada como moduladora variante pues, de acuerdo a la última psiquiatra que me vio este lunes, es imposible, al menos en trastorno bipolar, tener una farmacoterapia fija para todos los días, utopía a la cual yo pretendía llegar hasta hace poco. Se necesita al menos poder mover un fármaco con alguna frecuencia.

 

El tal es al haber instaurado el plan anterior, llevaba varios días plano y llegué a pensar que se me había quitado mi toque de locura para escribir placenteramente pues no sentía apego a mi blog y temí que así fuera mi nueva normalidad. Al final de la mañana de ayer traté de estimularme viendo por encima todos los libros que he bajado, cosa que recuerdo me funcionó muy bien para animarme en una ocasión hace dos años, cuando me empecé a preguntar si lo que yo llamo biologización de las humanidades era mi meta-línea de investigación definitiva [2] pues el ver tantos libros interesantes por leer en cuanto a los cuales no lograré asimilar ni el 1% en lo que me queda de existencia, me dejan estupefactos, y eso debería animarlo a uno pues casi que cualquier cosa que cause gran admiración es fuente de espiritualidad [3, 4] así uno no sea yo creyente. Esta vez, ese repaso de libros me animo un poco, pero seguía plano. Entonces ya por la tarde, con cierta resignación, en medio de mi relax me dije – “démosle una mirada a algo light como lo puede ser un libro de autoayuda”. Pero al menos este ya me lo habían recomendado varias veces. Se trata del libro “Cómo hacer que te pasen cosas buenas” [5] que no es tan light pues fue escrito por una conocida psiquiatra española llamada Marián Rojas Estapé. Me encarreté con la lectura de este libro y al final de la tarde leí que, después de elogiar la resiliencia (capacidad de recuperar con relativa rapidez la forma y compostura después de un golpe), la autora escribe:

 

“Tras un golpe, hay que retomar las riendas de la propia vida para alcanzar el proyecto de vida que uno tenga trazado. Ser señores de nuestra historia personal. Lo sencillo es actuar en las distancias cortas, vivir limitándonos a reaccionar a los anárquicos impulsos externos que nos afecten, dejándonos llevar; lo deseable, aunque complejo, es diseñar la vida con objetivos a largo plazo, de modo que, aunque algo nos desvíe, podamos redirigirnos hacia nuestra meta. Quien no tiene ese proyecto, quien no conoce en qué se quiere convertir, y que no encuentre sentido a su vida, no puede ser feliz”.

 

Unas páginas antes había yo leído que la felicidad está en ser y no en tener. Me tengo que terminar de leer el citado libro, pero el párrafo anterior sí que me estimulo. Me dio mucho para pensar. Primero me cayó como anillo al dedo pues, aunque la autora insiste en vivir el presente, y yo puedo estar interpretando mal el transcrito pasaje pues soy muy futurista, eso de tener un proyecto de vida para el largo plazo me encantó. Me empecé a preguntar que quiero ser en el futuro. ¿Quiero seguir siendo el jubilado prematuro que simplemente juega a bloguear?, o será que todavía (tengo 48) tengo bríos como para regresar al servicio activo, no tanto como para emplearme, sino como para volver a escribir artículos serios (indexados) y de pronto dar conferencias. Recordé que hace más de dos años, repito, y con una sola interrupción importante a mediados del 2022 [6] empecé a plantearme la posibilidad de tomar como meta-línea de investigación definitiva la “Biologización de las Humanidades”, empeño que he tratado de conciliar con mi otro área de interés como lo es todo lo que tiene que ver con trastorno bipolar comenzando a leer sobre terapias evolucionistas [7-10]. A luz de todos estos vaivenes ocupacionales que he dejado registrados aquí en mi blog, me empecé a preguntar repetidamente, ¿qué quiero ser yo? ¿no será prematuro e incluso patológico el considerarme un jubilado ya?

 

Eso fue como a las 17:00. Hablé por teléfono un rato largo con una amiga, cené, me tomé mis medicamentos para dormir y a las 19:30, como siempre ya estaba debajo de las cobijas, todo dentro de mi higiene del sueño, cosa muy recomendable para todo el mundo, pero en especial para bipolares a quienes se nos daña tan fácilmente el ritmo circadiano (ciclos sueño-vigilia). El tal es que la altura a esa hora ya estaba más emocionado y había decidido el volverme el experto local en cuanto a la biologización de las humanidades, retomando la idea de escribir un libro sobre el tema. Al menos esta vez estoy pensando en que debo leer por lo menos unos cinco años para llegar a escribir un libro de forma espontánea como lo hice en mi post sobre como las ciencias duras tienen relegadas a las humanidades [11] para lo cual me inspiré en uno de los capítulos de la Consiliencia: La unidad del Conocimiento de EO Wilson [12, 13]. Yo ya me había propuesto escribir un libro sobre dicho tema por lo menos una vez a mediados del año pasado [14]. Anoche, aún consciente de que es un esfuerzo que puede tomarme fácilmente cinco o 10 años y como soy experto en ensillar sin traer las bestias, empecé a mirar editoriales académicas, llegando a la conclusión que la mejor opción para intentarlo, es McGraw Hill a través de editorial Aula Magna pues si voy a escribir cosas un poco complejas no puedo acudir a una editorial de autopublicación donde lo que más se publica son novelas. Ya con lo que acabo de decir se puede notar que se me estaba subiendo la nota. En todo caso cuando apagué del todo a las 22:00 ya estaba volando pensando que un libro a muchos años en el futuro me iba a abrir muchísimas puertas y que resultaría dando conferencias a diestra y siniestra. A las 22:45 me tuve que levantar a tomar 150 mg de Oxcarbazepina de emergencia y como le he cogido fe a ese fármaco, el efecto placebo funcionó con una dosis tan baja y en menos de 15 minutos, a las 23:00, ya estaba dormido.

 

Pero volviendo al libro de autoayuda citado en el penúltimo párrafo, sobre todo cuando dice que la felicidad está en ser y no en tener, se nota que la hipomanía me estaba haciendo interpretar mal el transcrito pasaje pues estaba pensando en triunfos y demás cosas que supuestamente me traería la escritura de un libro, que en realidad son adornos del ego y no tienen que ver con tener un proyecto de vida que es lo que la psiquiatra Rojas-Estapé nos quiere transmitir en su libro [5]. Debe ser un proyecto, como el de tornarme en el conocedor local estos evolucionistas que miran las humanidades desde la biología, pero pensando más superarme como persona, aumentando la eficiencia de mi vida en general y bajarle velocidad a este proceso de atrofiamiento que estoy sufriendo. O complementariamente, teniendo en cuenta las terapias evolucionistas sobre las que pretendo leer, ayudar a bipolares primerizos. Y no pensar en premios egocéntricos, lo cual se puede ver hasta en este escrito cuando me cito mis propios posts en repetidas ocasiones con el fin de artificialmente aumentar mi puntaje en Research Gate y Google Académico. Lo de autocitarme es un juego. Pero en el fondo lo que hay que corregir es ese yoísmo materialista que me lleva a interpretar un pasaje de un libro de autoayuda como algo para llenarme de triunfos y reconocimientos que no me merezco. La idea es mejorar todavía más mi perfil de paciente bipolar con una mejor salud ocupacional y concentrarme en el camino espiritualidad que se puede trasegar por medio de la ciencia, es decir ciencualidad [3, 4]. Incluso a esto último se le puede agregar el hecho el budismo, según Einstein, es la única religión compatible con la ciencia. Esto debe tener que ver con el hecho de que no requiere la adoración en entidades sobrenaturales pues es una religión no-teísta. Uno se puede acercar al budismo no para volverse budista sino para ser mejor persona. Esto, junto, con las terapias evolucionistas podría ayudar a configurar un libro tipo neo-consiliencia extendida donde de pronto por fin podamos conciliar ciencia con religión, sobre lo cual, en cuanto a budismo, ya hay literatura [15].

 

Entonces aquí se sacan algunas conclusiones que tienen que ver con humildad. Me sentí súper bien subordinándome al médico que me atendió en mi última audio-consulta psiquiátrica, aunque ella me dejo expresar mis opiniones. Lo que quiero decir es que no llegué con el esquema ya armado con la intención de que el facultativo me recetara lo que yo quisiera, dentro de la sabiondez que me caracteriza, dándome cuenta que estaba interpretando mal la interacción Levomepromazina-Oxcarbazepina. Humildad para aceptar que, escogiendo bien la fuente, debo leer libros de autoayuda pues ya es hora de tomar psicoterapia en serio ahora que lo neurofarmacológico ya está llegando a un punto que no se puede mejorar más. Humildad para interpretar las enseñanzas de esto libros sin ser invitaciones para justificar mis rezagos de ansiar más bienes materiales para un futuro lejano dentro de ese miedo en extinción a quedarme pobre después de la partida de mi mamá. Ese “complejo gerontofinanciero” lo estoy terminando de evacuar haciendo lo que hizo Alfred Nash. Eso es mirándolo como una alucinación que no es real, pues como se dice en Star Wars el miedo lleva a lado oscuro, y como lo canta le salsero Rubén Blades “no le tengas miedo al miedo que asustado el vivir no vale nada”. En pocas palabras más humildad y menos miedo para no caer en falacias, malas interpretaciones ni en planes bizarros.

 

Eso me lleva al tema que como parte de la conclusión se puede ampliar que es el miedo. Todos los miedos provienen del miedo a la muerte. Creo que a mi muerte le perdí casi todo el miedo desde que en 2002 me dio peritonitis y estuve a punto de perecer, varias veces, durante una muy sufrida estancia de más de dos meses en la clínica Imbanaco de Cali-Colombia. Pero el avance último, como lo deje entrever en el párrafo anterior, es que ya no le tengo tanto miedo a la partida de mi mamá, si es que no parto yo antes que ella. Me va a dar durísimo eso que yo llamo la próxima singularidad. Pero haciendo cuentas y ya viendo mi miedo a empobrecerme como una alucinación, me siento más tranquilo pues siento que, al menos materialmente, voy a estar aceptablemente bien. Otra vez me ataca mi materialismo. Pero el consejo es que uno debe hacer las paces con el hecho de que todos los días uno envejece y la muerte, obviamente, es inevitable. Todos somos pacientes terminales. Cuando uno conquista el miedo a la muerte, y salvo que sea por causas meramente neuroquímicas, todos los demás miedos van despareciendo. Menciono miedos por causas neuroquímicas porque hay personas con cuadros patológicos de angustia y ansiedad por algún desarreglo neurobiológico que obviamente necesitan ayuda farmacológica proporcionada por un psiquiatra. Pero el perder la parte psicológica de los temores, que, repito, en su mayor parte emanan del miedo a la muerte, ayuda mucho. Por ejemplo, yo antes le tenía miedo a dormir mucho y bajarme de ánimo, o al contrario no dormir y que por eso se me subiera el ánimo. Pero después de que definí mi situación existencial con respecto a la futura partida de mi mamá, cosa que, de pasar después de mi muerte, pasará dentro de varias décadas, me siento mucho más tranquilo. Entonces el resolver la parte psicológica del miedo, lo permite a uno estar más presente en el presente, valga la redundancia, y disfrutarlo más. Y cuando el presente no es agradable, como cuando se está pasando por una depresión, hay que saber que es un estadío pasajero, y que conforme uno vaya madurando su bipolaridad, con fármaco y psicoterapia, cada vez las depresiones serán menos intensas.

 

Entonces relacionando todo lo anterior, la invitación es a soñar sin miedo, pero con humildad y siempre con los pies en la tierra y en el presente.

 

Espero te haya gustado este post. Si es así, invítame a un cafecito.

 

Referencias Bibliográficas

1. Joca SR, Skalisz LL, Beijamini V, Vital MA, Andreatini R. 2000. The antidepressive-like effect of oxcarbazepine: possible role of dopaminergic neurotransmission. Eur Neuropsychopharmacol 10(4): 223-228.

2. Duque-Osorio JF. 2021. Coevolución Biológico-(genes) Cultural-(memes): ¿Encontré mi Libertaria Multilínea de Investigación? Puente Alto del Vergel, Ibagué, Tolima-Colombia. Blog “El Duque Polímata”. Disponible en: https://elduquebipolar.com/coevolucion-biologico-genes-cultural-memes-encontre-mi-libertaria-multilinea-de-investigacion/. Consultado el 13-Dic-2022.

3. Shermer M. 2017. Ateísmo y espiritualidad. España – México. Letras Libres. Disponible en: https://letraslibres.com/revista/ateismo-y-espiritualidad/. Consultado el 04-Ene-2022.

4. Shermer M. 2016. The Moral Arc: How Science Makes Us Better People. St. Martin’s Publishing Group.

5. Rojas-Estapé M. 2018. Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida. Espasa.

6. Duque-Osorio JF. 2022. Una Gastroenteritis Violenta me Reseteó y Me Obligó a Empezar a Superarme Personal y Blogísticamente. Puente Alto del Vergel, Ibagué-Tolima, Colombia. Blog “El Duque Polímata”. Disponible en: https://elduquebipolar.com/una-gastroenteritis-violenta-me-reseteo-y-me-obligo-a-empezar-a-superarme-personal-y-blogisticamente/. Consultado el 13-Dic-2022.

7. Duque-Osorio JF. 2023. Consiliencia Bipolaridad y Biologización de las Humanidades: El Renacer de un Libro Terapéutico. Puente Alto del Vergel, Ibagué, Tolima-Colombia. Blog “El Duque Biplar”. Disponible en: https://elduquebipolar.com/consiliencia-bipolaridad-y-biologizacion-de-las-humanidades-el-renacer-de-un-libro-terapeutico/. Consultado el 21-Abr-2023.

8. Giosan C. 2020. Cognitive Evolutionary Therapy for Depression: Therapy Manual. Springer International Publishing.

9. Gilbert P, Bailey KG. 2014. Genes on the Couch: Explorations in Evolutionary Psychotherapy. Taylor & Francis.

10. Stevens A, Price J. 2015. Evolutionary Psychiatry: A new beginning. Taylor & Francis.

11. Duque-Osorio J-F. 2023. Razones Políticas del Atraso de las Humanidades y Ciencias Sociales en Relación a las Ciencias Duras. Puente Alto del Vergel, Ibagué. Tolima-Colombia. Blog “El Duque Bipolar”. Disponible en: https://elduquebipolar.com/razones-politicas-del-atraso-de-las-humanidades-y-ciencias-sociales-en-relacion-a-las-ciencias-duras/. Consultado el 21-Abr-2023.

12. Wilson EO. 1999. Consilience: The Unity of Knowledge. Vintage Books.

13. Wilson EO. 1999. Consilience la Unidad Del Conocimiento. Galaxia Gutenberg.

14. Duque-Osorio JF. 2022. Las Hive Minds y la Biología son Agresivas con la(s) Humanidad(es): Escribiré Libros Solo por Placer. Puente Alto del Vergel, Ibagué, Tolima-Colombia. Blog “El Duque Bipolar”. Disponible en: https://elduquebipolar.com/las-hive-minds-y-la-biologia-son-agresivas-con-las-humanidades/. Consultado el 13-Dic-2022.

15. Wallace BA. 2003. Buddhism & Science: Breaking New Ground. Columbia University Press.

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Juan Fernando Duque-Osorio

Juan-Fernando es Máster en Ciencias, Biólogo Profesional y paciente bipolar. Su condición lo ha llevado a ser inquieto por lo cual bloguea y da conferencias sobre diferentes temas. Actualmente está interesado en la consiliencia biología-humanidades y la mezcla, por medio de la Psicología Evolucionista, con el tema del trastorno bipolar sobre el cual funciona como psicoeducador de otros pacientes.

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