Hola, soy una enfermera de la ciudad de Cali, diagnosticada con trastorno afectivo bipolar. Estuve más de 20 años negando mi condición y no la aceptaba. Me medicaron varias veces, pero yo dejaba los medicamentos por criterio propio y empeoraba cada vez más. Hace tres años mi padre, en medio de su desesperación por mis tres intentos de suicidio, me llevó a un psiquiatra de acá de Cali. Me receto unos medicamentos que me dieron una luz en el camino, pero aún seguía en negación. Los dejé de nuevo una y otra vez. Además, consumía alcohol hasta que un día que toqué fondo empecé a indagar en internet y encontré a Juan Fernando Duque, y él fue un punto antes y después de mi enfermedad. Me hizo comprender muchos aspectos que ignoraba, y sin más cogió su historia de vida y la convirtió en una razón de ser para mí. Y desde que nos conocimos mi vida ha cambiado para bien, y aún sigue ahí apoyándome. No dudaría ni un segundo en cualquier momento recurrir a él para aliviar mi alma y espíritu golpeado por la pena de llevar esta enfermedad. La gente me dice que lo tengo todo; belleza, cuerpo, inteligencia, soy profesional, tengo comodidad económica, y nunca he podido llenar ese vacío ese hueco de la depresión. Y es lo que siempre me lleva a pensar que no quiero existir, pero entendí que es mi enfermedad, y que con los medicamentos puedo seguir adelante.