enero 21, 2023
Bitácora Personal, Decisiones Impulsivas y Definitivas, Lamotrigina Madrugatoria, Psicoeducación y Psicoterapia, Terapias Cognitivo Conductual y del Ritmo e Interacción Social, Trastorno Bipolar

La toma de decisiones por parte de bipolares: Un Ensayo Alegre, Posdepresivo y Consiliente

Resumen: Después de año y medio de estabilidad, y
aunque no participo de las fiestas de diciembre, me desestabilicé durante las
mismas. El efecto de Lamotrigina en mí se está pasando de bueno haciéndome
madrugar a horas extremas. Ayer pasé por una crisis mixta en la cual llegué a
pensar que la mía era la peor línea de tiempo de las posibles en el multiverso.
Hoy me siento mucho mejor y echando mano principalmente de la terapia cognitivo
conductual le doy varios consejos a otros pacientes bipolares.



No sé si será porque es invierno en el hemisferio
norte, pero por estos días se interrumpió el año largo durante el cual gocé de buena
salud mental prácticamente ininterrumpidamente gracias a la adopción de la
Lamotrigina desde marzo de 2021 [1]. Habló de la época del año porque se ha visto estacionalidad
en los episodios afectivos incluso acá en los trópicos
[2] y la mayor parte de Colombia está ubicada en el
hemisferio norte donde en este momento es invierno y es cuando nosotros los
bipolares tendemos a deprimirnos pues
los trastornos afectivos están, al menos parcialmente,
condicionados por las estaciones

[3]
así las mismas no se sientan acá en los trópicos.


El problema que tengo actualmente con la Lamotrigina no
es que haya perdido efectividad en mí. Es todo lo contrario. Es un excelente
fármaco que además de funcionar como
estabilizador anímico antidepresivo [4] en mi me hace dormir y despertar temprano, lo cual
había aumentado ostensiblemente la eficiencia de mi vida. El problema es que a
partir de noviembre del año pasado y probablemente exacerbado por un pequeño
enamoramiento que tenía, empecé a madrugar demasiado, habiendo noches en las
cuales me despertaba a las 02:00 o 03:00 am. Ya la Lamotrigina me estaba
haciendo madrugar mucho. He buscado este efecto de dicho fármaco y no he podido
encontrar nada al respecto. Es como si yo fuera la única persona que le produce
este efecto, el cual en la mayoría de las veces me produce unos despertares de
súbito con tanto ánimo que no me permiten dormir más. Nombro lo del pequeño
enamoramiento que tuve en noviembre y diciembre porque en estos estados se
produce exceso de dopamina, neurotransmisor que, además de producir placer,
inhibe la liberación de melatonina, hormona que promueve el sueño. De un
momento a otro se me pasó dicho encapricho y el ánimo me empezó a fluctuar
durante las festividades de diciembre. Yo no participo en estas festividades y
me tienen sin cuidado. Pero recuerdo un email de la Asociación Colombiana de
Bipolares (ACB) hace algunos años donde invitaban a participar en una
conferencia en la cual se enseñaba a cómo mejorar el manejo de las emociones
durante dichas fechas que son tan sensibles. Dado que la mayor parte de las
cosas que pasan por nuestra cabeza lo hacen a nivel subconsciente, es posible
que estos días del año también me hayan contribuido a este desarreglo que
apenas estoy empezando a componer.

La primera pregunta que surge es por qué no voy al
psiquiatra. Bueno ya tengo cita de control en abril por parte de la EPS (Empresas Promotoras de Salud que desde los 2000s
reemplazaron al seguro social y que funcionan mucho mejor que este último y que
el actual circo de gobierno colombiano de izquierda las quiere acabar)
. Podría ir al psiquiatra antes, pero eso sería
empezar a que otra persona empezara a experimentar conmigo y esa idea no me
gusta. Que resulten haciendo cambios radicales en mi fórmula neurofarmacológica
que acaben empeorando las cosas. Siempre me ha gustado llegar al psiquiatra con
protocolo neurofarmacológico estandarizado para que el facultativo me lo
apruebe. Yo no soy un experto, pero tengo nociones de neurobiología, lo cual
empezó como una de mis líneas de investigación desde que tenía 14 años y fui
diagnosticado como bipolar en 1988. No entiendo como hacen otros pacientes. No
me imagino pidiendo permiso para mover unos cuantos miligramos de uno u otro
medicamento para arreglar situaciones coyunturales que no faltan. Y claro que
he cometido errores. En 2017, picado de psiquiatra, ensayé varios fármacos por
cuenta propia en mi iluso afán de encontrar un medicamento que me permitiera
llegar tarde en la noche de tertuliar con mis amigos, con cafeína incluida, y
tomarme el medicamento del experimento de turno, y dormirme de ipso facto. Solo
fue a partir del 2018 que mi lenta maduración me permitió aplicar higiene del
sueño y después en 2021 con la adopción de la Lamotrigina que la situación se
empezó a mejorar definitivamente.

Pero muy a mi pesar, el “hechizo” de un año largo que
hizo la Lamotrigina en mí se rompió a en diciembre y durante lo que va de enero
he tenido variaciones un poco extremas en la longitud de mi sueño con
consecuencias en mi ánimo. Este borrador de post lo hice el viernes 13-Ene-2023.
Ayer estuve todo el día entre deprimido y bravo (crisis mixta) pues antenoche
me despertaba y dormía aproximadamente cada hora. Ayer me contraatacó mi miedo
a perder a mi mamá dentro de unos 20 años, después de haber quedado lisiado
psiquiátricamente por la muerte de mi papá en 2007. Pero curiosamente ayer el
tema preponderante de mis tormentos no fue el futuro como generalmente lo es,
sino el pasado. Me asaltaron los “y que tal sí…”. Sentí ganas de por medio de mis
sueños devolverme en el tiempo y advertirle a mi juicioso papá que tenía un cáncer
hepático en formación para que se hiciese revisar. Llegué a arrepentirme de
haber dejado perder a una novia que tuve en hacía 2005 en Cali-Colombia ciudad
donde viví hasta 2010, quien hubiera sido una buena compañera de vida. Me
lamenté por habernos venido a vivir a una ciudad pequeña como Ibagué en el
centro del país en dicho año y haber descubierto mi meta-línea de investigación
ya tarde en este pueblo cuando no había opción ni disposición mental para hacer
doctorado (PhD). En pocas palabras me llegué a sentir en la peor de las líneas
de tiempo posibles viendo que mucha gente envidia mi real y actual situación.
En medio de mi confusión de ayer hice unos reajustes en mi fórmula por lo cual anoche
dormí mejor y hoy me encuentro muy bien. Es increíble la diferencia que puede
hacer una noche de buen sueño.
 


Pero todo esto me ayudó a sacar algunas conclusiones y
detectar errores de pensamiento. Lo más seguro es que estos colofones sean
obvios para otros pacientes, pero son difíciles de implementar para una mente
teórica y de pésimo desempeño cuando se trata de llevar las cosas a la práctica
como la mía. Primero, nunca voy a llegar a la fórmula neurofarmacológica
perfecta que me tendrá funcionando óptimamente para el resto de mi vida. Eso
parece obvio, pero para mí no lo era tanto y menos cuando pensé que con la
Lamotrigina había tocado con las manos el cielo. Obviamente seguiré tomando
este fármaco pues es mucho el bien que me ha hecho. Pero me tocó bajar la dosis
pues ya se estaba pasando de buena manteniéndome en una hipomanía madrugatoria,
burbuja que de todos modos se iba a reventar. Otra cosa que uno como paciente
bipolar debe interiorizar, y que por lo menos a mí me ha costado mucho hacerlo
es que el tumbar la errónea creencia de que como uno se sienta en un momento
dado, así se sentirá para el resto de la vida. Cuando uno está deprimido cree
que así se sentirá el resto de la vida. Hay que recordar que es un estado
transitorio y que más temprano que tarde pasará. Esto último suena bonito, pero
desafortunadamente aplica también para cuando uno está hipertímico (ligeramente
subido) o hipomaníaco. Cuando uno está así cree que llegó a un estado de
revelación última y que así estará para el resto de la vida. La terapia cognitiva
conductual aplicada a trastorno bipolar indica que parte de la labor del terapeuta
consiste en preparar al paciente, en momentos de relativa estabilidad, para el
retorno de eventos afectivos
[5], en especial depresiones, que por obvias razones son
mucho más difíciles de aceptar que la alegría que traen la manías e hipomanías.
La terapia cognitivo conductual consiste en corregir errores de pensamiento e
interpretaciones incorrectos que surgen a partir de ciertos estímulos a modo
que la consecuencia emocional de los mismos sea la más adecuada posible
[6].

Relacionado de esto de creer llegar fórmulas y estados
ideales definitivos, el otro error que estaba cometiendo yo era el de tomar
decisiones definitivas cuando me alteraba, especialmente en cuanto a mi perfil
ocupacional y vocación lo cual se veía en cambios constantes en éste, mi blog.
Esto último es lo de menos. Lo realmente cansón es la desilusión de cuando
llega el bajón y lo que era un rumbo definitivo resulta ser una opinión
pasajera, quedando uno otra vez a la deriva. Por eso ahora entiendo porque cuando
uno era niño y quería algo inmediatamente los mayores le decían a uno cosas
como: “espere a ver qué pasa” o “ahí vamos viendo”. Pues ahora me encantan esas
frases y las estoy aplicando en mí. Cuando uno es bipolar le toca coger
muestras de sus pareceres en los diversos estados de ánimo por los qué pasa y
después de dejar de pasar mucho tiempo y cuando esté bien balanceado, estado
que como ya vimos es pasajero, tomar decisiones. En otras palabras, toca a
hacer como una votación de las diferentes opiniones que uno tiene sobre un
asunto en particular en los diferentes estados por los que uno como paciente
bipolar pasa, y cuando una opinión es mayoritaria después de un tiempo
representativo, se puede tomar una decisión importante con cabeza fría.


Y esto de tomar decisiones tiene más peso en un
individuo como yo que al tener muy pocos compromisos tiene más libertad. Y
mayor libertad más responsabilidad en cuanto a cosas como mi futuro financiero
y afectivo, salud (estado físico: ¿Hago ejercicio hoy?), perfil ocupacional (¿trabajo?),
detalles farmacológicos [anoche dormí mal, debería reforzar esta noche con unos
miligramos adicionales de Levomepromazina (sinogán)] y así cada decisión se
estaba volviendo un peso para mi repito pues a mayor libertad más
responsabilidad. Como dijo el filósofo existencialista Jean-Paul Sartre en 1945:

 

“El hombre está condenado a ser libre”.


Y aunque no quiero perder mi libertad, la mayoría de
personas tienen tantos compromisos que el sistema decide por ellos en forma de
presiones y afanes cotidianos. Podría pensarse que es una cuestión de desocupe
de mi parte, pero en realidad, cuando estoy bien, que afortunadamente es la
mayoría del tiempo, mantengo ocupado en mis lectoescrituras y otros trabajos
que han ido saliendo conforme me he relajado con respecto a mi futuro
financiero. He adoptado cosas que le dan estructura y seriedad mi vida bipolar
como lo es la Terapia del Ritmo e Interacción Social (terapia TRIS) que
básicamente consiste en extender la higiene del sueño a las 24 horas del día
[7]; hacer las cosas importantes como la toma de
medicamentos, las comidas, el momento de dormirse y los rituales previos para
lograrlo, la hora de despertarse (parece nunca lo voy a lograr estandarizar
esto), etc., a la misma hora a modo de mantener lo menos desordenado posible el
ritmo circadiano (ciclos noche-día) que tan fácil se nos descuadra a nosotros
los bipolares a modo de reducir la ocurrencia de eventos afectivos como
depresiones e hipomanías.

Lo otro que les ha quitado responsabilidad a mis decisiones
es concientizarme de que, como me lo hizo caer en cuenta una novia en 2003, yo
no puedo trabajar duro para mantenerme solo y mucho menos sostener un hogar. He
avanzado mucho en superar mi repetitivamente nombrado complejo
geronto-financiero-afectivo y es el miedo a quedar en la calle cuando mi falte
en 20 o 30 años en futuro pues además de que las cuentas cada vez son más
halagüeñas, parece que por fin estoy aprendiendo a vivir en el presente, al
menos en los momentos que estoy bien que repito son la mayoría. 

Entonces todo esto me ha ayudado a que las decisiones
me pesen menos a la vez que las tomo de mejor forma. Otra cosa que pillé, y es que,
aunque tengo fórmula avalada por un psiquiatra, me automedico (cosa que no es
aconsejable para la gran mayoría de pacientes) y hasta ayer estaba cometiendo
el error de pensamiento subconsciente de pensar que las alteraciones de mi
ánimo eran culpa mía y esto no es así. Repito, por más que me pula en mis
rutinas (terapia TRIS) y mi fórmula neurofarmacológica, siempre estará presente
el riesgo de un evento afectivo así haya completado más de un año sin ninguno
de importancia. 


Quiero volver a lo de las decisiones como una votación
que se hace a partir de las opiniones surgen alrededor de un tema en diferentes
estados de ánimo. Y es que, aunque no se puede cometer el error de practicar reduccionismo
codicioso
[8] al equiparar las decisiones que hace una persona a
las que “toma” una sola neurona, a este último nivel también se da
“democráticamente” solo que sucede instantáneamente, al contrario de lo que se
está aconsejando aquí. Me explico: una neurona suma todas sinapsis inhibitorias
y excitatorias que recibe y si estas últimas son más numerosas “decide” desatar
el potencial de acción y “disparar”, es decir liberar el neurotransmisor en
cuestión según el tipo de célula cerebral que sea. Volviendo a nivel del
individuo, y sin llegar a un estado de inacción extrema, y máxime cuando se
trata de decisiones importantes, toca aplicar este método “democrático” pero de
una forma diferida en el tiempo. Por favor no tomés decisiones importantes de
forma instantánea, menos si sos bipolar y mucho menos si estás en medio de un
evento afectivo, sea depresión o hipomanía, máxime si tenemos en cuenta que tus
decisiones deben ser mucho más importantes que las mías.


Por ejemplo, como se puede ver desde un post mío del 02-dic-2021 [9], y en medio de una pequeña hipomanía que me dio
después de una leve depresión, decidí tomar como meta-línea de investigación
definitiva lo que yo llamo la biologización de las humanidades proceso que
formalmente empezó hace más de 20 años con la publicación de las sociobiologías
[10, 11] y el libro “Consilience: La unidad del conocimiento” [12] de Edward O. Wilson. Aparentemente fue una
decisión definitiva. Pero después de recuperarme
una gastroenteritis tenaz que me alrededor de abril de
2021
[13] que me afectó psiquiátricamente, pensé que podía
funcionar como una especie de terapeuta para otros bipolares, para lo cual como
biólogo no tengo entrenamiento y lo máximo que puedo hacer en ese campo es
fungir como Psicoeducador dada la formación como maestro que tengo aunado a los
más de 30 años de experiencia que tengo como bipolar. Entonces volvía a mi biologización
de las humanidades. Después retrocedí al mismo empeño loco pero si se observan
mis posts del último año todos tienen que ver con temas propios de la
consiliencia del conocimiento como evolución, sociobiología, psicología
evolucionista, etc., por lo cual se puede ir viendo que mi lo mío si es la biologización
de las humanidades, consiliencia que por cierto soluciona un problema
epistemológico crónico que tenía yo y era como darle cohesión a mis diferentes
intereses académicos dada lo inquieto que soy por mi bipolaridad. Entonces tal
parece que, después de sentirlo varias veces y como biólogo evolutivo que soy
la consiliente biologización de las humanidades, además de posts personales, es
sobre lo que seguiré leyendo y escribiendo. 

La decisión que sigue es si, con los años, escribo un
libro sobre el tema. En parte lo haría, además de motivos hedonistas, para
vivir la fantasía de hacer la tesis del doctorado que nunca hice, y que de paso
me sirva como reto-derrotero y me dé el orgullo de saber que mi vida como
académico activo no terminó con la graduación de mi maestría y muerte mi papá
en 2007 y confirme qué, muy posiblemente, viva en la mejor línea de tiempo del
multiverso (conjunto de millares de universos) que predicen las teorías
cuánticas locas de hoy en día
[14].
 

Gracias por leer este post.


Referencias Bibliográficas:

1.
Duque-Osorio JF. 2021. ¿Ensayo exitoso con Lamotrigina? Mis Obsesivos Rituales
(Terapia TRIS) ¿Soy Ateo? Mi Blog y Consejos. Puente Alto del Vergel, Ibagué,
Tolima-Colombia. Blog “El Duque Bipolar”. Disponible en: https://bit.ly/EDBJFDLamotriginaTRIS. Consultado el 15-Nov-2022.

2. Volpe FM, da Silva EM, dos Santos TN, de
Freitas DEG. 2010. Further evidence of seasonality of
mania in the tropics.
Journal of
Affective Disorders 124(1-2): 178-182.

3. Duque-Osorio JF. 2019. Evolución
filogenética (Darwiniana) de las condiciones del gradiente afectivo bipolar.
Puente Alto del Vergel, Ibagué, Tolima-Colombia. Blog “El Duque
Bipolar”. Disponible en: http://bit.ly/EDBJFDEvolBipolar. Consultado el 22-Jun-2022.

4. Duque-Osorio JF. 2021. La Lamotrigina es el
Único Estabilizador Anímico Anticonvulsivante Antidepresivo y es Seguro Incluso
en TAB I porque no da Viraje a la Manía. Puente Alto del Vergel, Ibagué,
Tolima-Colombia. Blog “El Duque Bipolar”. Disponible
en: https://elduquebipolar.com/la-lamotrigina-es-el-unico-estabilizador-animico-anticonvulsivante-antidepresivo-y-es-seguro-incluso-en-tab-i-porque-generalmente-no-produce-viraje-a-la-mania/.
Consultado el 17-Ago-2022.

5.
Basco MR, Rush AJ. 2007. Cognitive-Behavioral Therapy for Bipolar Disorder.
Guilford Publications.

6.
Branch R, Willson R. 2010. Cognitive Behavioural Therapy For Dummies. Wiley.

7.
Frank E, Swartz HA, Kupfer DJ. 2000. Interpersonal and social rhythm therapy:
managing the chaos of bipolar disorder. Biological psychiatry 48(6): 593-604.

8.
Dawkins R. 1986. The Blind Watchmaker: Why the Evidence of Evolution Reveals a
Universe Without Design.
Norton.

9. Duque-Osorio JF. 2021. Coevolución
Biológico-(genes) Cultural-(memes): ¿Encontré mi Libertaria Multilínea de
Investigación? Puente Alto del Vergel, Ibagué, Tolima-Colombia. Blog “El
Duque Polímata”. Disponible en: https://elduquebipolar.com/coevolucion-biologico-genes-cultural-memes-encontre-mi-libertaria-multilinea-de-investigacion/. Consultado el 13-Dic-2022.

10. Wilson EO. 1975. Sociobiology: The New
Synthesis. 1 ed. Cambridge (MA)-USA. Harvard University Press.

11. Wilson EO. 2000. Sociobiology:
The New Synthesis. Belknap Press of Harvard University Press.

12.
Wilson EO. 1999. Consilience: The Unity of Knowledge. Vintage Books.

13.
Duque-Osorio JF. 2022.
Una
Gastroenteritis Violenta me Reseteó y Me Obligó a Empezar a Superarme Personal
y Blogísticamente. Puente Alto del Vergel, Ibagué-Tolima, Colombia. Blog
“El Duque Polímata”. Disponible en: https://elduquebipolar.com/una-gastroenteritis-violenta-me-reseteo-y-me-obligo-a-empezar-a-superarme-personal-y-blogisticamente/. Consultado el 13-Dic-2022.

14. Ellis
GF. 2011. Does the multiverse really exist? Scientific American 305(2): 38-43.
Disponible en: http://bit.ly/ExisteElMultiverso. Consultado el 11-Sep-2021.

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Juan Fernando Duque-Osorio

Juan-Fernando es Máster en Ciencias, Biólogo Profesional y paciente bipolar. Su condición lo ha llevado a ser inquieto por lo cual bloguea y da conferencias sobre diferentes temas. Actualmente está interesado en la consiliencia biología-humanidades y la mezcla, por medio de la Psicología Evolucionista, con el tema del trastorno bipolar sobre el cual funciona como psicoeducador de otros pacientes.

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