octubre 16, 2017
Cuentos e Historias, EFAC Ibagué-Colombia, Pupita Linda, Trastorno Afectivo Bipolar (TAB)

Encontrando la Felicidad en un Pueblo

Es el 24 de diciembre de 2025 y Juan-Felipe Conde-Donoso empieza a repasar en su mente los últimos años de su vida y no puede creer todo lo bueno que le ha sucedido desde que se vino a vivir a Ibagué, una ciudad pequeña en el centro de Colombia. Fue criado en Medellín, pero después de la muerte de su padre en 2007 había quedado muy solo con su madre, Margarita Donoso, en esta ciudad grande y por eso se fueron los dos a vivir a Ibagué en 2010 pues en esta ciudad pequeña estaban práctica mente todos sus familiares. Juan Felipe es un comunicador social posgraduado de la universidad de Antioquia, a través de la cual conoció a mucha gente, pero todos ya estaban con sus vidas muy serias en una ciudad grande como Medellín y no había con quien farandulear. Esto también precipitó su traslado a Ibagué. Pero nunca pensó que su traslado a Ibagué le iba a traer tanta fortuna y cosas bonitas.

Juan-Felipe es bipolar y los cambios le dan muy duro. El primer año de ajuste en Ibagué, viniendo de una ciudad grande como Medellín, fue difícil.  Pero dos años después, hacia el 2012 ya estaba totalmente ajustado a su nueva vida en esta pequeña ciudad y además ya había superado el duelo por la muerte de su padre en 2007. Además en Ibagué encontró la tranquilidad para dedicarse a leer y escribir pues su condición bipolar, a la vez que le daba habilidad para escribir, le exige tener una vida tranquila y por esto y por no heredar su bipolaridad, nunca tuvo hijos.

Entonces hacia el 2012, culminado el periodo de ajuste a Ibagué empezó a explorar su familia extendida para distraerse de su labor como escritor aficionado. En una de esas reuniones familiares resultó donde unas primas de su difunto padre. La pasó muy rico en esa reunión y se entretuvo especialmente con una prima llamada Olga-Marina Álvarez-Conde. Con su esposo, “Olma” tiene varios negocios de ropa en Ibagué pero lo invitaron especialmente a los “Rebrujos de Olma” en el centro comercial Unicentro ubicado en la milla de oro de Ibagué, en la avenida 60. Allá iba a dar Juan-Felipe de vez en cuando los sábados por la tarde para socializar con Olma, y las empleadas del almacén. De vez en cuando llegaban otros familiares y al final de la tarde se armaban tremendo relajo en ese almacén.

Y así pasaron dos años. Entre semana ayudándole a su madre con diligencias y demás, escribiendo y faranduleando, pues además de los familiares, la vida social en una ciudad pequeña es abundante, máxime dado que llegaron a vivir a Cataya del Vergel, siendo este último el barrio más bonito del Ibagué. Eso les dio acceso a la sociedad del pueblo, cosa que nunca pudieron hacer en Medellín.

Hacia octubre de 2014 llegó a administrar los rebrujos de Olma una prima está última llamada Virginia Álvarez. Es muy linda y Juan-Felipe se sintió atraído por ella desde el primer momento que la vio. Entonces poco a poco Juan-Felipe empezó a aumentar la frecuencia con la que iba a los “Rebrujos de Olma” para interactuar con Virginia. Ella venía de Bogotá con una bebé y llegó a Ibagué para buscar la ayuda de su madre para cuidar a su niña pues había tenido una ruptura tenaz con el padre de la misma.

Por aquellos días Juan Felipe estaba preparando su primera novela la cual resultaría publicando en Amazon años después. Este libro fue una novela ucrónica (novela alternativa) basada en su vida. Para impresionar a Virginia, le dio un borrador de la misma para que la leyera y le hiciera críticas. A través del personaje de esta novela, Virginia se dio una idea de cómo era Juan-Felipe. Esto sumado al hecho de que este último ya se estaba intensificando mucho en sus visitas al almacén precipitaron la primera pelea entre ambos. Un sábado de esos Juan-Felipe llevó a Virginia a su casa y durante el trayecto de unos 20 minutos ella pasó de criticarle el libro a criticarlo a él. Ya con la confianza que le había cogido a juan-Fel y en su calidad de prima política, Virginia Le dijo, entre otras cosas:

Usted es un derechista, elitista, mamito, hijo de papi y mami. Y además toma pastas supuestamente para manejar su bipolaridad, pero parece más bien como un drogadicto que con tantas pepas se va a tirar los filtros de su organismo…

Cuando iban llegando a la casa de Virginia esta le dijo:

Y usted ya de 40 años y todavía viviendo con su mama. Mamito dependiente. Que va a hacer cuando su mamá falte.

Juan-Felipe contestó:

No pues ahí quedan algunas propiedades y tendré una pequeña renta.

Virginia sentenció:

Eso es lo más pailas que me han dicho en mi vida. Yo le pregunto por su mamá y usted me respondé con cosas de plata.

Ya a esas alturas del monólogo no había cosa que Juan-Felipe pudiera decir para contentar a Virginia. La dejó a la entrada del edificio donde en el barrio La Pola de Ibagué donde vivía con su mamá y su hija. Ni modo de decirle que lo invitase a subir a tomarse un café. Pero a partir de toda esa criticadera, Juan-Fel concluyó que al menos no le es indiferente del todo a Virginia, pues para criticar un producto se tuvo que haber pensado en el mismo y en especies como la nuestra las mujeres funcionan como clientes y los hombres como vendedores. Y la venta se cristaliza con el ya tú sabes.

Teniendo en cuenta este sermón y por consejo de Olma Juan-Felipe deja de ir almacén por un tiempo. Llegó y pasó diciembre con su alegría y enero de 2015 llegó con una mala noticia. Un de los exchoferes de unos de sus taxis les venía cocinando no injusta demanda laboral en contra de Margarita, la madre de Juan-Felipe. Resulta que el abogado de la familia nunca se notificó de la demanda y cuando fueron a ver, ya el juzgado había fallado y debían unos 20 millones de pesos colombianos (unos siete mil dólares). Fue un proceso de un mes muy estrésante pues ya había un pre-embargo y todo. Finalmente Juan Felipe pagó este dinero al juzgado y se salió adelante de esta situación.

Hacia marzo de 2015 Juan Fel se encontró con Virginia en el Facebook, limaron asperezas y el hombre empezó a caerle al los “Rebrujos de Olma” otra vez. No lo podía evitar. Salía a hacer una cualquier diligencia y antes de regresar a su casa siempre visitaba a Virginia en el almacén. Y poco a poco se volvió a intensificar y se tragó de Virginia. Era la primera vez que a Juan-Fel no lo detenía el hecho de que una mujer tuviese cría. Pero Virginia, que en aquel entonces tenía 35 años, sufría de algo de lo cual sufrió Juan-Fel durante su adolescencia y juventud temprana: muy mal genio. Y aunque charlaban rico pronto la intensidad de Juan-Fel produciría más choques con Virginia.

A principios de 2016 Virginia empezó a trabajar en una constructora y Juan-Fel ya no podía irla a visitar cuando quisiera. Se le acabó la intensidad por fuerza mayor. Pero empezó a recogerla de vez en cuando al final de su jornada laboral. Salían y comían algo y la llevaba temprano a su casa para que se encargará de alistar a su niña para la siguiente jornada. Y las cosas mejoraron pues ya no sobraba tiempo para pelear ni intensificarse. Y así pasó todo el año 2016. Salían a comer o hacer mercado después al final del día laboral muy de vez en cuando.

Hacia el año 2017 se había consolidado una muy buena amistad con base en las interesantes y divertidas conversaciones que tenían en el poco tiempo que le quedaba libre a Virginia. Porque eso sí, malgeniadita y todo, Virginia, aunque en ese entonces no se había podido hacer profesional, tiene una mente muy bien estructurada, es tremenda conversadora y tiene una cara divina.

Siguen como amigos hasta que en Dic-2017, ya ambos ven que nada funciona con otras personas y se dan cuenta que solo están saliendo los dos y ya. Su amistad empieza a progresar a algo un poco más allá. Una noche Juan-Fel logró salir con Virginia hasta tarde pues ella siempre se entraba muy temprano para cuidar y aprovechar tiempo con su niña que se llama Rocío, a quien Juan Felipe ya le había cogido mucho cariño. Salen a comer, Juan Felipe y Virginia solos, a uno de los restaurantes más caros de Ibagué, en Alta Vista en la cima del edifico de la beneficencia en el centro de Ibagué. Es un restaurante tipo lounge con una vista espectacular de toda la ciudad. Era una noche calurosa y entonces se sentaron en la parte periférica del este restaurante circular en una de las mesas al aire libre. Ordenaron su comida y mientras está llegaba empezaron una de sus conversaciones interesantes pero Juan-Fel trataba de llevar el cauce de la charla al terreno romántico. Y es que en ese momento de su vida, ya el sexo había pasado a un segundo plano y estaba más interesado en el romance. Y la noche le estaba dando gusto pues estaban en un restaurante de bonito, acompañado por una muy mujer re-linda y teniendo una conversación espectacular. En medio de la conversación Juan-Fel acaricio el cabello que rodeaba la oreja izquierda de Virginia, tumbándole un arete en el proceso. Virginia se agachó a recogerlo y cuando se estaba reincorporando Juan-Fel se arriesgó a darle un pico en la boca, con la grata sorpresa de que Virginia no sólo no se puso brava sino que le correspondió el beso. Y así empezaron su romance.

El tener prácticamente novia mejoró aún más los indicadores psquiátricos de Juan-Fel. Empezó a dormir mejor, y más rápido. Emepezó a levantarse temprano a hacer deporte o diligencias por las mañanas y por la tarde se dedicaba a leer y escribir. Y todo esto con muchos menos fármacos. Ya ennoviado con Virginia no sentía su bipolaridad. Atrás quedaron los días de dormir hasta por la tarde y ser improductivo. Y esto no era ninguna sorpresa para él pues siempre que se embarcaba en una relación estable su cerebro empezaba a funcionar mucho mejor. El componente afectivo de su condición bipolar lo hacía dependendiente del cariño femenino.

Pero empezó a soñar otra vez con su padre, como cuando estaba en pleno duelo por su muerte. Por su naturaleza atea estaba convencido que eran fabricaciones de su mente y ya. Pero los suelos cada vez se hacían más vívidos, más reales. Y sucedían en su mayor parte, temprano en la mañana. Muchas veces estos sueños lo despertaban emotivamente alterado. Decidió dejar su iPhone prendido para tratar de relatar estos sueños al despertarse pues los mismos le podrían servir como material para sus escritos. Logró grabar un par de sueños en su celular y les agregó material y los publicó como cuentos en su blog. Pero de pronto los sueños se empezaron a volver mono temáticos en el sentido de que el personaje supuestamente fabricado por su mente y que representaba a su papá, no hacía más que dictarle números. El principio no le puso cuidado a esto pues una serie de números eran pobre material para un cuento. Pero un día logró, entre dormido, grabar en un audio en su iPhone estos números. Y a partir de ahí dejó de soñar con su papá. Le quedó la intriga de para que eran esos números. Por su naturaleza escéptica pensó que lo más seguro es que estos números no significaban nada. Que eran una fabricación de su mente. Pero conservó dicho archivo de audio en su móvil.

Un día de esos, a finales del año 2017 volvía al apartamento en el cual vivía con su madre en Cataya del Vergel. Iba solo en su carro y paró en la una tienda con antojo de una paleta para él y su madre. Lo atendió en la máquina registradora una niña lindísima. Se ve que era hija de los dueños de la tienda pues era muy distinguida. Era blanca y en su busto se la dibujaba una provocativa nalguita de bebe. Esta niña le tuvo que hablar duro pues Juan-Fel estaba ensimismado por su belleza. Le dijo:

Señor, señor, que aquí no vendemos paletas. Las puede comprar en la Drogueria de al lado.

Juan-Felipe solo atinó a decir:

Huy que pena linda, gracias por la indicación.

Y se fue para farmacia y escogió dos paletas y al lado de la nevera estaba la máquina electrónica del loto. Pensó solo pierdo 6,000 pesos (unos dos dólares) y le dijo a la dependiente:

También voy a jugar el loto

Y le dictó los números que habían en su el archivo de audio que contenía las cifras que le había dictado en un sueño, su padre? Salió de la farmacia con su tíquetes del loto y las dos paletas y se montó en su compacto carro y se enfiló para su apartamento. Era miércoles, día de sorteo del loto. Llegó tipo 6:00 de la tarde y se puso a charlar con su madre y a disfrutar de las paletas. Dejó el tíquete en su escritorio, comieron y cada cual para su habitación tempranito pues la noche era fría. El jueves se levantó y sin bañarse se fue a hacer diligencias con su mamá. Llegó acalorado al medio día y se fue para el gimnasio del conjunto donde viven y después de la rutina de ejercicios se subió los nueve pisos a pie y llegó a su apartamento a darse una deliciosa ducha con agua fría. Almorzó, reposó, y tipo 3:00 de la tarde ya estaba sentado en su escritorio trabajando. Tenía varios papeles que organizar hasta que se encontró el tíquete del loto y se dijo – por no dejar miremos el resultado del sorteo – . Entro a la web del loto, se quedó un rato pensando, mirando, constatando los números y la fecha del sorteo, y sí, Juan-Fel se había acabado de ganar 30 mil millones de pesos colombianos que equivalían a unos 10 millones dólares.

Hizo todo el trámite ante la fiducia en el banco donde le dieron el premio. No le cuenta ni a su mamá, pero misteriosamente todas las tarjetas de crédito de la casa empiezan a llegar en ceros. Las tarjetas de la tía dueña de la casa materna de su madre también aparecen pagas. Se dio a la tarea de “robar” facturas de sus familiares y pagarles todo lo que podía. El carro que estaban pagando resultó pago. JuanFel en enero 2018 por fin le cuenta a su madre Margarita que se había ganado el loto. Por motivos de seguridad no se le puede contar a nadie. Forma una corporación inversionista donde no aparece él por ningún lado, pero todo legalmente (pagando impuestos en Colombia sin sacar su plata a paraísos fiscales), para poder hacer grandes inversiones. No le cuenta nada a Virginia pero el no pudo evitar ponerse en hipomanía (estado subclínicamente eufórico).

Se compra la Escuela de Formación Artística y Cultural y la re-bautiza como Escuela de Bellas Artes de Ibagué (EBAI). La compra del panóptico, en frente de la EBAI, por parte de la corporación de JuanFel sigue su trámite pero eso es un desmadre. La idea de Juan Fel era unificar por medio de un puente peatonal la EBAI con el museo panóptico. Pero por cuestiones dé corrupción en la administración de la ciudad, dicho museo se hallaba en limbo. Años después pudo comprar el mismo.


Hacia finales del 2018 le llega a Virginia una carta donde la EBAI le da una beca para estudiar arte dramático y le conceden un sueldo. Para ese entonces y después de un año de estarle inyectando mucho dinero y contratando profesores de primera, la EBAI empieza a certificarse ante el ministerio de educación. Virginia no sabe nada de esto pero no lo puede creer. Va a la EBAI y si es cierto. Entretanto, de buenas a primeras JuanFel le va diciendo:

– Entonces vas a estudiar arte dramático en la EBAI a partir de enero de 2019.

Y ella le contesta:

– Y tú cómo sabes.

Entonces JuanFel le comenta lo del loto. Al no tener a ninguna otra persona, no les queda más remedio que hacerse pareja de forma definitiva. JuanFel ya con más de 44 años, lleva sin pareja como 4 años pues ya estaba cansado de aventuras fugaces con mujeres que no le gustaran de verdad y Virginia le gusta de verdad. Y ella también sentía atracción por él. Además estaba muy corta económicamente hablando. Con mucho disimulo van haciendo pública su relación. JuanFel se compra uno de los penthouses de Cataya del Vergel. A punta de lambonerias y regalos caros logra convencer a su madre y a Virginia para que vivan todos en dicho penthouse que es un apartamento como de 400 metros cuadrados, con dos pisos construidos y una terraza. Es espacio suficiente para una familia. Se van a vivir entonces a ese penthouse la madre de Juan-Fel, Margarita y Virginia con su niña (Rocío) y su madre Ángela quien ya liberada de cuidar a su nieta permanece por pocos días en el penthouse pues empieza a viajar por temporadas largas para visitar a sus otros dos hijos. Uno en Buenos aires y su otra hija en Atlanta. Rocío, la hijita de Virginia que en aquel entonces iba a cumplir cuatro años, es matriculada en el mejor colegio de Ibagué que es el San Bonifacio de las Lanzas que también queda en el Vergel.

Virginia hace su pregrado de Arte dramático en la EBAI. Después hace un Master en Educación en la Universidad del Tolima. Y rechaza el ofrecimiento de dirigir la EBAI y prefiere ser profesora de teatro, monta sus obras, las dirige y/o actúa en las mismas. Todo esto como jefe de su propio del grupo de investigación que sigue las enseñanzas de Estanivlasky y Chejov (memoria emotiva).

La EBAI imparte todas las artes pero su énfasis es en artes escénicas. Cuenta con su propio museo, el panóptico, y también cuenta con su propia emisora radial y por internet, y canal de televisión para que los estudiantes de arte dramático y comunicación social hagan sus prácticas. Recibe a aspirantes de todos los estratos sociales siempre y cuando tengan madera y sean buenos estudiantes. Las matrículas son cobradas de acuerdo al estrato de cada alumno. Con las matrículas, las pautas publicitarías en su canal de TV y emisora, entre otras entradas, la EBAI empezó a dar luces de ser autosuficiente.

Juan-Fel sigue dedicado a leer y escribir (esto no cambia con la ganada del loto pues el sentido de su vida no era sólo ganar plata. Para él es más importante el conocimiento. El placer de leer y escribir no se compra con dinero) y a sus labores administrativas que incluían seguirle ayudando a su mamá como secretario ejecutivo, administrando su propio penthouse y tras bambalinas manejando su corporación. Solo por honor se hace el doctorado (PhD) virtual sin validez internacional en psicología de la “Atlantic International University”. Se rodea de gente de toda su confianza pero con todo y eso contrata un esquema de seguridad para su núcleo familiar. Monta su oficina en el súper estudio del penthouse.

Pero de vez en cuando va a los eventos de la EBAI, como pareja de Virginia pero nunca aparece como dueño. Como la mayoría de Universidades la EBAI tiene un consejo superior, presidido por un títere dirigido tras bambalinas por Juan-Fel. Este títere será el gerente general de la corporación inversionista la cual se forma como una sociedad anónima. Este gerente, es la única persona que sabe que la plata es de JuanFel. Firma un documento donde dice que si se llega a filtrar esta información tendrá que pagar una multa multimillonaria y será echado del cargo. Toda esta burocracia de concejo superior, concejo académico, firma inversionista, etc. es para proteger la identidad de Juan-Fel por varias capas. Juan-Fel sigue firme en no tener sus propios hijos por razones genéticas (es bipolar) y ecológicas. Pero Virginia, aun cuando ya hacia el 2025 no está en edad de concebir, insiste que su hija tenga un hermanito. Entonces adoptan a un bebé.

Y pasan su vida dedicados a sus labores en los meses hábiles y a viajar en todas las vacaciones. A veces viaja Margarita a visitar a su hija en Nueva York, o a veces las comadres se quedaban en casa cuidando los niños para que Virginia y Juan-Felipe pudiesen viajar solos y tranquilos. Esa Navidad del 2025 decidieron no viajar. Invitaron a más familiares a pasar la velada y mientras los niños abrían sus regalos Juan-Felipe, con sus whiskeys encima, se eleva a pensar lo afortunado que es.

Gracias por leerme.

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Juan Fernando Duque-Osorio

Juan-Fernando es Máster en Ciencias, Biólogo Profesional y paciente bipolar. Su condición lo ha llevado a ser inquieto por lo cual bloguea y da conferencias sobre diferentes temas. Actualmente está interesado en la consiliencia biología-humanidades y la mezcla, por medio de la Psicología Evolucionista, con el tema del trastorno bipolar sobre el cual funciona como psicoeducador de otros pacientes.

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