noviembre 5, 2016
Bitácora Personal, Condición subclínica, Creatividad Artística, Escritura Terapéutica y Hedonista, Medicina Darwiniana, Tecnología Farmacéutica, Trastorno Bipolar

Escribo porque soy Bipolar

Explico sencillamente de que trata la bipolaridad. Muchos de los escritores más famosos eran bipolares, pero como antes de la segunda mitad del SXX no se contaba con la tecnología farmacéutica de hoy, estos individuos se enfermaban seriamente y generalmente terminaban suicidándose. Como ellos, pero de una forma mucho más sencilla y humilde, yo también escribo para desahogarme y por placer. La bipolaridad evolucionó como una sobre-adaptación al cruel régimen estacional y glacial del pleistoceno.


Aunque ahora estoy muy bien, desde los 14 años (año 1988) fui diagnosticado con una condición afectiva bipolar. Los bipolares, básicamente son personas que sufren de cambios relativamente bruscos de emocionalidad y patrones de sueño (1-3). El complejo bipolar consta básicamente de los siguientes grados, de menor a mayor severidad:

– Ciclotimia
– Condición Bipolar
———————————————————-
– Psicosis Maniaco-Depresivo
– Psicosis Esquizo-afectiva

La raya punteada muestra el límite entre tener una condición subclínica y estar enfermo. Un ciclotímico bien tratado como yo, no está enfermo, pues por mí trastorno nunca he tenido que ser hospitalizado y, para explicarlo brevemente, uno se enferma (se pone clínico) cuando lo tienen que internar en una institución como una clínica o sanatorio. Pero afortunadamente ahora contamos con la tecnología farmacéutica para mantener este tipo de condiciones a raya o incluso mejorarse con el tiempo, como es mi caso, al grado de no manifestarse mi condición y poder disfrutar de las buenas cosas que trae la misma. Se sabe las personas con condiciones como la bipolaridad, tienden a tener algunos puntos extra en el coeficiente intelectual, y esto les da ciertas habilidades en el campo creativo, especialmente cuanto se trata de escribir (4). Según Kay-Redfield Jamison, psicóloga y escritora bipolar, quien hace un recuento del registro psicobiográfico en su libro “Tocados por el Fuego: Enfermedad Maniaco Depresiva y el temperamento artístico” (5) se cree que escritores como Edgar Allan Poe, William Blake, Lord Byron, Ernest Hemingway, William Shakespeare, Virginia Wolf, Sylvia Plath, León Tolstoi, entre muchos otros, tenían alguna condición perteneciente al gradiente bipolar, pero en sus épocas no se contaban con los medicamentos que tenemos ahora, por lo cual de bipolares pasaban a ser maniaco-depresivos y generalmente terminaban suicidándose.

¿Pero porque escribían tan bien si estaban enfermos? Aunque no se sabe exactamente porqué (4), pero parece que los cambios de ánimo, emocionalidad y afectividad, brindan, cuando la persona logra concentrarse, ventajas artísticas, especialmente en lo que tiene que ver con creatividad para escribir. Mi opinión es que al ser más sensibles, las personas con este tipo de condiciones forman sinapsis neuronales nuevas más rápidamente, lo cual hace que aprendan más rápido, relacionen la información de una forma más eficiente, etc., todo lo cual hace que la creatividad surja y se pueda ver reflejada en sus producciones artísticas. Pero además escribían para desahogarse de lo impresionante que podían ser sus emociones extremas. En esto hay discusión, pero por mi experiencia pienso que la mayor productividad intelectual de un individuo bipolar se da cuando está ligeramente subido de ánimo (hipomanía leve), es decir un poco eufórico; pues es claro que una persona con una depresión mayor no va a tener las más mínimas ganas de hacer algo, y al contrario, una persona con un ánimo clínicamente subido (manía) no puede tener la concentración ni cordura para sacar adelante un proyecto. Con todo esto lo que quiero decir es que una persona bipolar en nuestros días, no debe suspender sus medicamentos con la disculpa de no perder su creatividad. Debe, en concordancia con su psiquiatra, tomar la mínima dosis de fármacos necesaria para estar bien y no recaer, y de esta forma se puede lograr una sana y buena productividad intelectual, y una vida productiva y feliz.

Esa fue la introducción, pues en el título del artículo prometo explicar porque me gusta leer y escribir tanto. Bueno, toda característica en un ser vivo es una interacción entre genética y ambiente, y en el caso del comportamiento humano lo es más exactamente entre la genética y la cultura (6). En mi caso, aunque nací con una condición bipolar, tuve la fortuna de que mis padres, aún en contra de rebeldía adolescencial, me trataran médicamente de una forma enfática y además también me dieron muy buena educación académica. Y para rematar, me metieron a la cabeza que mientras estuviera juicioso y dando buenos resultados académicos, podría quedarme en la casa de mis padres todo el tiempo que quisiera. Y yo, aún con 41 años, estoy cumpliendo mi parte del trato, lo que me permite vivir cómodamente y con el tiempo suficiente para dedicarme a leer y escribir. Empecé a escribir como parte de mi formación universitaria. Pero en 2002 tuve un impase de salud tan grave que casi muero, lo cual me provocó una crisis existencial tal que en los siguientes años (2003-2004) fui llevado a un psiquiatras que durante la consulta se limitó a oírme hablar de lo que yo quisiera por una hora, solo diciéndome:

– Y que más. Sigue hablando…

Cuando se me acababa la carreta. Por eso me cobró el equivalente a U$50. Esto parece que se llama técnica de libre asociación, y como lo narré en otro artículo (7), puede algo muy psicoanalítico y con mucha sustentación teórica y todo, pero me dije:

– No vuelvo a pagarle toda esa plata a un facultativo para que se limite a decir “que más” unas 4 o 5 veces durante una hora.

Además por esos días leí un libro sobre el tema de la bipolaridad (1), en el cual dice su autor que se le aconseja a los pacientes a llevar un bitácora o diario, pues es algo muy terapéutico. Entonces me dije:

– Un papel no me va cobrar por echar carreta, que buen consejo.

Entonces empecé a escribir en papel. Yo pensé que con solo unos pocos escritos analizándome iba a quedar organizado psicológicamente para toda mi vida. Pero cada vez escribía más y más, y de una aseveración salían 10 preguntas y así sucesivamente. Se volvió algo sanamente adictivo. Pasé de papeles sueltos a un cuaderno, de ahí a Word, y hacia el 2012 centralicé todos esos escritos en una base de datos de Access que actualmente contiene más de 1,000 entradas. Entonces, tenga o no tenga usted una condición mental (al final todos tenemos algún descuadrecito psiquiátrico) lleve un diario o bitácora privada para organizar sus ideas, desahogarse, etc. Al escribir sobre uno mismo, descubre cosas que están en el subconsciente molestando y con solo iluminarlas con la luz de la conciencia [como nos lo aconseja Eckhart Tolle (8)] dejan de molestar. Yo creo que este es, en resumidas cuentas, el fondo del psicoanálisis. Llevar a la consciencia cosas que lo estén molestando a uno. Como dice el reconocido psicólogo cognitivista Steven Pinker (9, 10) con respecto al psicoanálisis, no hay que buscarle explicación a todo en el sexo cuando critica el pansexualismo Freudiano; y para seguir simplificando el psicoanálisis, los mitos griegos al final lo único que hacen es agregarle estética al mismo, pues el mis Freud decía:

– A mi interprende como un médico poeta (11).

Me estaba desviando. Entonces, aunque tengo publicaciones en revistas científicas, como se puede ver en mi website tiendo a escribir mucho sobre mí, pues estoy acostumbrado a escribir en mi bitácora privada casi a diario. Además, y siguiendo con Freud, debo tener un superyó y ego muy grandes. Entonces esa es una de las razones por las cuales escribo. Para desahogarme y organizar mis ideas.

Pero también lo hago por placer. Me gusta mucho leer, escribir y hablar sobre cosas interesantes. Como lo digo en mi mini-biografía de mi perfil en este Website, tengo unas pocas líneas de investigación como el comportamiento humano (psiquiatría, psicología evolucionista), entre otras, y tengo empezados y planeados varios libros para ser escritos en los próximos años. Entre esos obviamente escribiré uno sobre las condiciones afectivas bipolares, dando el punto de vista del paciente y del profesional que tiene buenas bases sobre el tema. Soy un biólogo evolucionista y obviamente pienso incluir un capítulo sobre la evolución de estas condiciones (12). Esto hace parte de una rama de la biología que se llama medicina Darwiniana (13), la cual trata básicamente de mirar como la discrepancia entre nuestros genes, que cambian lentamente, y nuestros ambientes actuales que son producto de una cultura que progresa muy rápidamente, puedo hacernos proclives a expresar ciertas enfermedades. Estamos empezando la era espacial pero con genes pre-históricos. Los humanos, después de haber evolucionado en el en el África tropical, durante el pleistoceno (2.5 millones a 10,000 años atrás), nos tuvimos que adaptar a condiciones climáticas muy agrestes pues dada la sucesión de glaciaciones, e incluso en zonas tropicales, se tenían veranos muy cortos e inviernos muy largos. Entonces lo más adaptativo era estar con el ánimo subido durante el verano, para acumular la mayor cantidad de recursos posibles, sobre todo comida producto de las actividades de caza colectiva donde de los hombres y los esfuerzos recolectores de las mujeres (sociedades de cazadores y recolectores); y durante los largos inviernos, estar con el ánimo bajo para no salir a mal gastar energía en un ambiente que no ofrece nada. Es por eso que los bipolares somos tan sensibles al clima. Para confirmar esto, el desorden afectivo estacional ya fue integrado al complejo bipolar hace muchos años (14). Esa sensibilidad se expande a otras esferas de nuestro vivir como los sentimientos, el afecto y demás, lo cual lleva, repito, a que los bipolares con una condición subclínica sean buenos artistas, especialmente escritores. 
Muchas gracias por leerme.
 
Literatura Citada:
1. Wormer EJ. Bipolar: Depresión y Manía: Vivir con Emociones Extremas. Barcelona: Ediciones Robinbook; 2004.
2. Fink C, Kraynak J. Bipolar Disorder For Dummies: Wiley; 2011.
3. Duque-Osorio JF. Trastorno Afectivo Bipolar: Realidad y Ficción. 2014. Disponible en http://bit.ly/1NnXgbb. Consultado el 22-Nov-2015.
4. Jamison KR. Manic Depressive Illness and Creativity. En: Scientific American: What Makes a Genius. New York. The Rosen Publishing Group, Inc; 2008. p.52-64.
5. Jamison KR. Touched with Fire: Manic-Depressive Illness and the Artistic Temperament: Free Press Paperbacks; 1994.
6. Evans D, Zarate O. Introducing Evolutionary Psychology: A Graphic Guide: Totem Books; 2010.
7. Duque-Osorio JF. Herramientas Sencillas para Realizar una Buena Autopsicoterapia. 2012. Disponible en http://bit.ly/S96Jn6.
8. Tolle E. El poder del ahora: Un camino hacia la realización espiritual: Penguin Random House Grupo Editorial México; 2014.
9. Pinker S. Cómo funciona la mente: Ediciones Destino, S.A.; 2008.
10. Pinker S. How the Mind Works: W. W. Norton; 2009.
11. Freud S, Menand L. Civilization and its Discontents. New York (NY)-USA: WW Norton & Company 2005.
12. Sherman JA. Evolutionary origin of bipolar disorder-revised: EOBD-R. Medical Hypotheses. 2012; 78(1): 113-122.
13. Nesse RM, Williams GC. Why We Get Sick: The New Science of Darwinian Medicine: Knopf Doubleday Publishing Group; 2012.
14. Clark LA, Watson D, Mineka S. Temperament, personality, and the mood and anxiety disorders. Journal of abnormal psychology. 1994; 103(1): 103.































author-avatar

Juan Fernando Duque-Osorio

Juan-Fernando es Máster en Ciencias, Biólogo Profesional y paciente bipolar. Su condición lo ha llevado a ser inquieto por lo cual bloguea y da conferencias sobre diferentes temas. Actualmente está interesado en la consiliencia biología-humanidades y la mezcla, por medio de la Psicología Evolucionista, con el tema del trastorno bipolar sobre el cual funciona como psicoeducador de otros pacientes.

Deja Un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *