octubre 4, 2016
Bitácora Personal, Colombia no se convertiría en otra Venezuela, Me volví a ennoviar con mi Vanesita, Plebiscito refrendatorio de los acuerdos con FARC, Senté mi imprudente posición, Uribismo

Me Siento Ganador: Senté mi Posición con Respecto a un Buen Amigo, Me Volví A Ennoviar con mi Vanesita Linda y los Uribistas Ganamos el Plebiscito: Colombia no se Convertirá en Otra Venezuela

En esta entrada hablo de tres cosas: mi histórica imprudencia, el haberme vuelto a cuadrar con la mejor novia que he tenido en mi vida y el resultado del plebiscito que iba a refrendar los acuerdos del gobierno de Colombia con las FARC. Perdí a un buen amigo por picármelas de diplomático, pues nunca le hice caer en cuenta de su mal genio y autoritarismo, por lo cual fui acumulando y acumulando cosas, hasta que el viernes pasado exploté y le pegué una pequeña insultada. Con esto aprovecho para hablar de mi imprudencia. ¿Pero como compagina uno el ser prudente y ser escritor aficionado a la vez? Justo cuando ya había decidido quedarme solo para dedicarme a mis labores lecto-escriturales, nos pusimos en contacto con la mejor novia que he tenido en toda mi vida. Estamos de novios otra vez. El problema es que mi Vanesita linda vive en Cali y yo en Ibagué, pero ya le estamos buscando la comba al palo. Con respecto al plebiscito la principal diferencia entre una persona de centro derecha como yo y un izquierdocito, es que los últimos quieren todo a la carrea, a punta de revueltas y estas cosas. Los colombianos no somos tan brutos como para que nos vengan a imponer un acuerdo de la noche a la mañana, corriendo el riesgo de que resultemos como Venezuela.

Ahora entiendo porque hay gente que resulta insultando algún pariente o amigo que conoce hace tiempo. Me pasó a mí. Hace poco un amigo de varios años me tenía cansado por su autoritarismo y mal genio (defectos que yo tuve y que quizás todavía tenga) y resulté parándolo con una pequeña insultada en una reunión de unos pocos amigos acá en Ibagué-Colombia. Yo estaba esperando la oportunidad para fijar mi posición vehementemente y esa noche de este fin de semana fue la subida de una simple foto a Facebook. Fue una bobada pero la usé como florero de Llorente para armarla. Entonces he ahí la primera lección, si uno no le gusta algo que haga o diga una persona, hay que decírselo, de buenas formas, en el momento para no acumular y acumular, y después resultar explotando contra esa persona de un momento a otro. Por acumular y acumular, perdí un buen amigo. Y esa acumuladera en mi es rara, pues yo soy muy francote e imprudente.

Entonces eso me puso a pensar mucho. Las personas que me conocen hace tiempos, especialmente compañeros de mi pregrado en biología, saben que yo soy imprudente. Uno de ellos, Botello, dice de mí lo siguiente:

– JuanFer es peligrosísimo pues tiene muy buena memoria y es muy imprudente.

Como resultado de eso puedo resultar sacándole los cueros al sol a alguien en público después 10 o 15 años del incidente causante original. Y aunque me he pulido, Botello, que ha sido el mejor psicólogo que he tenido en toda mi vida, tiene toda la razón.
Y esa imprudencia se nota más en una ciudad pequeña como Ibagué donde todo el mundo se conoce.

La misma se dejó ver desde mis años de primaria cuando empecé a ser el sapo (nerdo que acusa a todo el mundo) pues, además de saberme la respuesta a la mayoría de preguntas a los exámenes, fui educado en mi casa para idolatrar la verdad. Como resultado de eso, al que veía haciendo copialina en los exámenes lo denunciaba ante el profesor en vivo y en directo. Como parte de eso estoy recordando también que odiaba que mis amiguitos se disfrazaran para halloween pues eso también es una forma de mentira. Por decirlo de alguna forma soy mitómano-fóbico. Cuando veo que alguien está mintiendo siento unas ganas irrefrenables de denunciarlo, de saperarlo. Entonces aprovechó para advertir que si usted quiere ser amigo o amiga mía y dentro de esa amistad espera que yo lo secunde en una mentira, no cuente conmigo pues más temprano que tarde, de aposta o por andar englobado, terminaré develando su mentira.

Yo estoy muy amañado en Ibagué sobre lo cual he escrito mucho. Pero si me ha sorprendido como en un pueblo de estos, muchas personas tienden a mentir en demasía por el miedo al qué dirán. Perdón por lo creído pero yo fui criado y fogueado en ciudades grandes por lo cual para mí el qué dirán me vale tres pelos de mi asterisco perpetuamente clausurado (tengo una ileostomía definitiva). Además de eso yo creo que los bipolares estamos genéticamente programados para ser unos sin vergüenzas, literalmente hablando.
Pero sigamos con el resumen de cosas que he publicado sobre mí mismo. Hace más de 10 años decidí no tener hijos por costos. Tengo muy buenas disculpas para hacerlo. En el 2006 una novia-colega en Bogotá me hizo ver que, hay un fenómeno en genética que se llama anticipación gracias al cual en la gametogénesis de cada generación, la repetición aberrante de tripletas de nucleótidos va aumentando de generación en generación por lo cual, en la respuesta a mi mensaje de terminación, ella quien es Master en biología molecular, me escribió:

– Tu descendencia está sentenciada a salir más y más bipolar en cada generación.

Esta sentencia y el mensaje que la contiene fue una respuesta a la carta de terminación que yo le escribí en la cual yo le demostraba por qué psicológicamente estaba jodida, pues entre otras cosas manejaba tres grandes paradigmas mutuamente excluyentes entre sí, pues al menos en esa época era bióloga evolucionista, católica y de izquierda. Entonces he ahí una buena disculpa para yo no tener hijos: yo, en este momento, con un hijo adolescente más bipolar que yo no, estaríamos mutuamente aniquilándonos.

La otra buena disculpa es que el mundo está sobrepoblado de la plaga humana y como biólogo preocupado por la salud del planeta, mal haría yo en ayudar a la proliferación de dicha plaga. Esto me hace acordar de una anécdota del club de profesores de la universidad Del Valle en Cali. No recuerdo bien el nombre del club de tanto decirle “Piedras puercas”. Estábamos con un profe de genética y unos egresados de biología más antiguos que yo. Había una bióloga que trabaja en el laboratorio de una clínica de reproducción humana asistida. La critiqué duramente pues no puedo entender cómo un biólogo promueve la llegada al mundo de más gente que vengan a sufrir en un medio cada vez más competido y de paso a poner su granote de arena para enfermar más el planeta.

¿Pero quieren saber cuál es mi principal razón para no tener hijos? La pereza. Para tener hijos toca tener mucha plata. Y para tener mucha plata hay que trabajar de sol a sol y yo no me voy a esclavizar del sistema de esa forma. Con lo que me dejen mis padres y mis trabajos ocasionales como freelance (contratista libre), puedo vivir austera pero cómodamente. El peor escenario es que cuando falte mi mamá me toque ponerme de catedrático en una o varias universidades algo que ya he hecho en el pasado, para lo cual tengo hoja de vida para hacerlo y es muy divertido además.

Y por la misma razón (la pereza) he tratado de superar mi matrimonitis que me dio duro entre 2010 y 2015, pues así sea para formar una pareja DINKI (Double Income No Kids), hay que tener un muy buen músculo financiero y yo no voy a erosionar mi pequeño patrimonio invertido en finca raíz para mantener una familia. Entonces la consecuencia inevitable de mi cómoda vida es la soledad. Pues, repito, o me pongo a trabajar de sol a sol para formar una familia y estar supuestamente acompañado (aunque los hijos igual se van) o sigo cómodo y solo. Llevo cuatro años sin una novia estable, lo cual es un récord para mí pues en mis 20s o 30s no podía quedarme sin novia ni por una semana porque se desconfiguraba el sueño, el afecto y ánimo. Me daba PMS. Ahora ya hice las paces con la soledad. El “problema” de no tener novia definitiva tiene dos componentes:

– La falta de sexo lo cual se soluciona con autocomplacencia.

– La falta de afecto femenino y romance, lo cual cada vez me hace menos falta y se soluciona con pajazos mentales desfogados en los romances tan bacanos que me están saliendo para mis proyectos de libros y cuentos.

La única forma de yo llegar a casarme es que llegue una mujer muy bella que funcione como mi mecenas y me mantenga mejor de lo que lo hace mi mamá, y como eso ya no pasó, me quedé solo. O siendo más realistas tener un noviazgo serio, exclusivo, en el cual cada miembro viva en su casita y ya cuando seamos mayores juntarnos. Para mi este sería el escenario ideal pues se mantiene la llama del amor viva al extrañarse y una convivencia temprana no va a llevar a que las cosas se dañen prematuramente. Como el lector ya lo habrá notado, esta parte la estoy adjuntando al borrador de este artículo a posteriori, pues justo cuando yo ya había decidido quedarme solo, nos hemos puesto en contacto con mi última novia de Cali (mi Vanesita linda), la mejor novia que he tenido en mi vida y estamos lo más de bien. Ya somos novios otra vez (ver el álbum más bonito que tengo de ella en Facebook). Nunca voy volver a encontrar una mujer tan bella, tan apasionada, tan juiciosa, tan querendona, tan bien criada, tan trabajadora, etc. y que me quiera como yo soy, con los muchos defectos que tengo. Ella vive en Cali y yo en Ibagué pero ya estamos buscando la forma de facilitar la logística. Si cuadramos la logística, es una prueba más de que somos el uno para el otro. Ya es claro que si no resulto en algo serio y definitivo con mi Vanesita linda, ya me quedé solo para el resto de mi vida, con respecto a quién podría hacer un artículo largo.

Entonces recapitulemos. Tenemos un individuo como yo, que no tiene ningún problema en hablar abiertamente de su condición afectiva bipolar, de su ateísmo, de su Uribismo, de su ileostomía definitiva y del hecho de que prefiere halarse el tubo que estar con cualquier mujer solo por el hecho de tener sexo por hacer deporte. La próxima vez que vuelva a tener relaciones será con una mujer que yo quiera de verdad (como mi Vanesita linda). De resto prefiero ahorrarme el tiempo, dinero, esfuerzo de estar con cualquier mujer. Entonces nótese la relación que hay entre comodidad, tacañería y autosexualismo (autocomplacencia).

Entonces si soy capaz de publicar todo esto sobre mí en este mi blog que ya tiene más de 90,000 visitantes, imagínese lo que podría decir de las mentiras de los demás.

Como persona de corte científico (volvemos a la búsqueda de verdades relativas) y por ende ateo, materialista y monista (no creo en el dualismo cuerpo y alma), la carreta psicoespiritual que tanto le gusta a las hembritas, a mí no me entra. Sin embargo estoy haciendo el deber de leerme por completo el “Poder del Ahora” de Eckart Tolle. No estoy de acuerdo con él en muchas cosas, pues entre otras cosas y al igual que Deepak Chopra hablan de la fuerza, del universo y este tipo de cosas y de vez en cuando equiparan estos conceptos con dios. No sé si lo hacen una forma panteística (dios = la naturaleza) o están hablando de un dios sobrenatural. En todo caso Tolle dice que todos los miedos vienen del miedo a la muerte. Yo enfrente la muerte en 2002 por una crisis colónica que me provocó peritonitis. En los dos años siguientes tuve una crisis existencial muy tenaz pues me hice muchas preguntas como:

– Por qué no me morí de una vez si de todos me voy a morir.

Y muchas más preguntas de ese tipo. Hacía 2005 ya había superado mi súper crisis existencial. Como consecuencia de eso 11 años después puedo decir que tengo una situación existencial definida y le tengo poco o ningún miedo a la muerte. Lo único que me preocupa es llegar a morir antes de mi mamá pues eso la devastaría. Como lo dijo, Juan Guillermo Ospina, uno de mis mejores amigos acá en Ibagué, en una de nuestras últimas tertulias debidamente publicadas:

– Usted enfrentó la muerte y eso enseña más que cualquier libro de superación personal.

En todo caso Tolle dice que cualquier miedo deriva del miedo a la muerte. Y como ese miedo ya no existe en mí, pues el miedo al qué dirán y la soledad tampoco existen en mí. Y esa falta de vergüenza, ese importaculismo es importantísimo para cualquier escritor (aficionado en mi caso) pues siempre habrán personas que no les gustará lo que uno escriba.

Entonces como conclusión de esta parte de este artículo, y repito, además de uno andarse con la verdad y ser auténtico, cuando algo de una persona no le guste, dígaselo de una vez, pues yo, por picármelas de diplomático con este amigo, quedamos enemistados por yo haberme quedado callado ante su malgenio y autoritarismo, sin saberlo fui acumulando y acumulando, hasta que me sacó la piedra del todo y ya el resto es cuento muy personal.

Entonces en esta pequeña entrada corta y personal, ya he cubierto la ruptura con un buen amigo por picármelas de diplomático, mi imprudencia y el hecho de volver con la mejor novia que he tenido en mi vida, mi Vanesita linda.

Pero queda un tema muy importante para cubrir. Los resultados del plebiscito refrendatorio del acuerdo entre el actual gobierno de Colombia y las FARC. Tengo mi grupo de amigos aquí en Ibagué con los cuales tertuliamos muy rico, y de hecho esas tertulias se pueden leer resumidas u oírlas enteras en:

Estas tertulias tomaron lugar en la sede centro de nuestro parche Psychopigs, donde los Ospina-Bonilla, quienes siempre me atienden muy bien, y no me canso de agradecerles. Con ellos se pueden hacer debates muy placenteros con altura, respeto, etc. Ellos estaban de acuerdo con el Sí al plebiscito y yo con el NO, como Uribista que soy, pero tan buenos argumentos de la familia en mencionada me hicieron dudar. Después, el magno evento internacional del 26 de septiembre en Cartagena de Indias, me hizo dudar todavía más. Pero debo confesar que al final voté NO. Voté por no dejar pues como todo el mundo, pensaba yo que el sí ganaba y que el plebiscito era algo de trámite y ya. Pues resulta que por, un escaso margen, ganó el NO, y el gran ganador de la jornada fue el Uribismo. El lunes me puse a hacer ciberactivismo apoyando esta victoria. Algunas personas se preguntan porque yo, un individuo supuestamente inteligente, es Uribista. Es muy sencillo, que más se le puede pedir a un individuo terco como yo, hijo de papi y mamí de ascendencia Paisa (etnia Colombiana a la cual pertenece el ícono Colombiano de Juan Valdez), como yo? Fui educado en la derecha y la universidad lo que hizo fue centrarme. Hay una anécdota que he incluyo en mi libro “Las Anécdotas de una Cuarentón Bipolar en Cali-Colombia”, el cual ya estoy editando y espero publicarlo en Amazon pronto. En esta anécdota, mi mamá predijo el futuro muy bien, como siempre lo hace. Mi hermana terminó bachillerato en 1994 y saco un puntaje en el ICFES (Prueba de Estado Colombiana para Bachilleres) de 333 (el mío fue de 375) el cual no le permitía entrar a estudiar gratis en la segunda mejor universidad de Colombia que es la Universidad del Valle, claustro público obviamente. Cuando me enteré de ese puntaje le dije a mi hermana:

– Bruta!!!, con ese puntaje nos va a tocar pagarle universidad privada y nos va descuadrar nuestro presupuesto mensual.

Mi mamá me oyó, me llamó con disimulo y me dijo en secreto:

– No le digas nada que yo no quiero que tu hermana estudie en Univalle
– Por qué ma.

– Porque se vuelve una hippie, marihuanera y tira piedras.

– Ma, yo llevo dos años en Univalle, y nada de eso me ha pasado a mí.

– Es que contigo es diferente porque tú eres terco e inadaptable. Tu hermana de una se adapta al ambiente de universidad de pública.

Y así fue. No participe en una sola huelga ni marcha, ni asamblea, ni pinte grafitis, etc. Nada de eso. Y mis compañeros del pregrado saben eso, y vieron mi comportamiento de persona imprudente de derecha, y ahora se preguntan porque soy Uribista? No entiendo. Con dudas, ganando mesura, diplomacia, centrándome, etc., pero he mantenido en el fondo la misma línea de pensamiento de siempre.

Pasada la guerra fría, cual es actualmente la principal diferencie entre una persona de izquierda y una derecha como yo. En que los de derecha sabemos que los cambios toman tiempo, que son procesos que no se pueden forzar por medio de huelgas, ni revueltas, ni revoluciones ni nada de eso. Y soy consciente de eso desde mi pregrado. Recuerdo muy bien la otra vez, llegó un comunistoide de esos que abundan en las Universidades privadas a animarnos a participar en una revuelta que se estaba gestando. En pocos momentos la revuelta empezó y yo, como el nerd y sapo que he sido toda mi vida, cogí mi carrito y me fui para mi casita a estudiar y adelantar trabajo pues, repito, esas asambleas y revueltas solo sirven para destruir bienes y perder tiempo. Ese paro duro una semana. Estamos hablando del año 1993 aproximadamente. El viernes de esa semana, después de haber organizado y adelantado todas mis tareas académicas, me fui a cine al norte de Cali, al centro comercial chipichape, Y me encuentro el mismo comunistoide que nos incitaba a la revuelta, pero ya no mal trajeado. No. En dicho centro comercial estaba vestido con ropa de marca, tremendo reloj rolex y tremenda hembra, entrando a cine también. Conclusión, era un agitador profesional de la guerrilla. Se aprovechan de la neofilia (amor por lo nuevo), pasión y afán de los adolescentes para generar más desorden. Los adolescentes quieren los cambios ya. Y esos adolescentes, que ahora son adultos, siguen defendiendo, en la teoría, estas ideas de lograr cambios rápidamente y a la brava.

Pues con el plebiscito, cuya pregunta fue mal hecha pues solo era para refrendar el acuerdo con las FARC, pasó lo mismo. Los izquierdosos querían que lo aprobásemos de una, Pues no. No nos dieron suficiente tiempo para analizar las cosas. Un ciudadano colombiano común y corriente como yo, que simplemente soy un biólogo, no iba a entender 300 páginas de un acuerdo escrito para abogados. Entonces al final todos queremos la paz. No fue uno no en contra de la paz. No. Fue un no a tanta concesión a las FARC. Entonces, en medio de mi ignorancia política, me gusta participar en debates como los de mis amigos Ospina-Bonilla del centro de Ibagué. Pero desde que Uribe era candidato antes del 2002, ya me identificaba con sus ideas. Su mandato ha sido el único en el cual me he sentido representado. Trataré de informarme mejor con respecto a política y estas cosas, pero al final soy seguidor del partido centro democrático. La única gran diferencia que tengo con respecto al Uribismo, la cual pertenezco, es que aunque soy de centro derecha, soy ateo. Pero volviendo a la cuestión, vamos a hacer la paz, pero sin abrirle las patas de par en par a las FARC. El No invita a hacer una paz más incluyente con unos acuerdos más sensatos. Además de la impunidad que se le iba a conceder a las FARC, está el tema del dinero para mantener a todos los reinsertados. Donde hubiese ganado el Sí, en este momento ya nos estarían clavando más impuestos. La paz puede salir más barata que la paz, pero dentro de esas carreras y triunfalismo prematuro del gobierno actual, no encontré información que me demostrara que el posconflicto, con tantas prebendas que se le iba a dar las FARC, fuera más barato que la guerra. Otra cosa que me gustó en cuanto a la victoria del No, es que se demuestra que los Colombianos no tragamos entero y no vamos a dejar que los comunistoides nos lleven a una situación como la que vive Venezuela actualmente. Aquí no somos tan brutos. El comunismo es una utopía, pero como va en contra de natura, no se puede aplicar en la práctica, y entonces los dictadores de este tipo (como Chaves y Maduro) terminan imponiendo este modelo a la fuerza y la supuesta utopía se convierte en una distopía.

Obviamente, la distribución de la riqueza en el mundo no tiene la más mínima presentación, también estoy de acuerdo en que hay que fortalecer la clase media, ya eso estamos llegando. A gobiernos de centro, de tercera vía, social-democráticos, etc. Pero eso toma tiempo y, repito, no se puede imponer a la carrera. Es cierto que el proceso de paz con las FARC duró cuatro años, y se llegó a un acuerdo porque a esta guerrilla se le concedieron cosas con las cuales el pueblo, el constituyente principal, no estamos de acuerdo, y sobre las cuales nunca nos informaron de una forma entendible para nosotros los ciudadanos comunes y corrientes. Solo nos llegó el mensaje de que se le estaba cediendo demasiado a las FARC y que el posconflicto lo íbamos a terminar pagando nosotros a punta de impuestos.

Ya no nos pueden dejar de escucharnos a nosotros los Uribistas. El Centro democrático fue el gran ganador de la jornada electoral del domingo. Y por esto, y por más cosas más buenas que me están pasando, dentro de las cuales la más importante es haberme vuelto a cuadrar con mi Vanesita linda, me siento ganador.

Muchas gracias por leer esta entrada, que como todas las mías, son egocéntricas, personales, imprudentes, etc.









































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Juan Fernando Duque-Osorio

Juan-Fernando es Máster en Ciencias, Biólogo Profesional y paciente bipolar. Su condición lo ha llevado a ser inquieto por lo cual bloguea y da conferencias sobre diferentes temas. Actualmente está interesado en la consiliencia biología-humanidades y la mezcla, por medio de la Psicología Evolucionista, con el tema del trastorno bipolar sobre el cual funciona como psicoeducador de otros pacientes.

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