En este artículo relaciono el
terrorismo con la necesidad de adoptar políticas de centro para superar la
guerra fría mental que todavía se siente en nuestros países. Una de los
requisititos para que una democracia funcione es que la gente esté bien educada
para que pueda votar a consciencia. Pero además de eso, la educación hace que
la gente desarrolle más las partes racionales de sus cerebros para no ser
víctima de pasiones muy peligrosas como el fanatismo religioso, que actualmente
tiene en jaque a occidente, por parte de la amenaza mundial que supone el terrorismo
yidahista, especialmente por parte del Estado Islámico (ISIS). Me declaro como
una persona de centro derecha, Uribista, adepto al partido colombiano centro
democrático, pero dado que fui educado por 18 años en la Universidad del Valle
(claustro público que se encuentra entre el top 5 de las universidades
colombianas) en Cali, soy muy bueno interactuando con izquierdocitos, pues me
gusta la charla pesada. Pero de unos años para acá me he puesto el reto de
aprender a hablar banalidades con gente derechocita con la cual me identifico más
socio-económicamente hablando. Pero a mí la charla light todavía se me
dificulta pues todavía tengo cierto retraso mental en cuanto a inteligencia
social-emocional se refiere. Y al final concluyo que en el fondo lo importante
es conocer a cada persona y no prejuzgar simplemente por posturas políticas y
de otra índole que al final son un gradiente y son aceptables, siempre y cuando
no se vayan a los extremos.
Esta mañana me desperté viendo
un post en Facebook de una prima hermana europea (Esther Valerie Osorio) que
vive en Bruselas-Bélgica, en el cual decía que estaba bien en Viena. De una me
puse a ver noticias y me encuentro con los tres atentados con bombas perpetrado
por el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) en dicha ciudad. El mundo cada
vez da más muestras de globalización, y aunque a mí de pronto no me va a tocar,
es obvio que el mundo algún día resultará unificado bajo un solo gobierno que
resultará de la actual Organización de las Naciones Unidas en Nueva York. Puede
llegar a ser gobierno global social-democrático cuasi-perfecto. Pero como yo
veo las cosas siempre estará la amenaza de ataques terroristas pues siempre habrá
gente rebelde e inconforme con un gobierno como el acabado de mencionar. Leía
en el libro de Antropología de Ember, Ember y Peregrine que nuestra civilización terminará
unificándose en una sola cultura, alrededor del año 2200. Ojalá para ese
entonces se haya avanzado mucho en temas como la educación para que la gente
cada vez sea menos proclive a fanatismos religiosos y demás pasiones que
llevadas al extremo resultan en esperpentos peligrosísimos como el terrorismo yihadista que
está azotando a occidente actualmente.
Después de ver la noticia de
estos atentados de hoy, me vi el discurso del presidente Obama en Cuba. Muy
buen discurso. Hace años estoy de acuerdo con el hecho de levantar el embargo
estadounidense en contra de Cuba, pues, según recuerdo, Hillary Clinton dijo
que el mejor amigo de los Castro es el embargo. Yo estoy de acuerdo con esto
por dos cosas:
– El régimen de la Habana le
echa la culpa al embargo por la precaria situación económica del país.
– Si se permite el ingreso de
personas, ideas, comerciales, productos internet, etc de EUA a Cuba, ese
régimen se cae solito.
Como pude constar de primera
mano en 1999 y contrario a lo que los izquierdocitos de nuestro medio opinan,
en Cuba se ha estandarizado la pobreza. Es como si hubiese solo dos clases
sociales: los pobres, que son la mayoría, y la familia Castro y demás
aduladores del régimen que viven como Reyes. Ojalá el presidente Obama logre
pronto que el congreso de EUA modifique o anule la Ley Helms-Burton sancionada
durante el mandato de Bill Clinton. Me encantaría volver a la Habana algún día
y ver cómo el país haya salido de esa burbuja que lo tiene congelado en los
años 1950s.
Pero dado que soy una persona
de centro, con un ligero twist hacia la derecha, puedo coger lo que me parezca
más adecuado de ambos lados. En religión, por ejemplo, creo que soy de
izquierda, pues soy ateo o más exactamente un agnóstico fuerte como diría Richard Dawkins en su
libro “Elespejismo de dios”. En política colombiana soy Uribista y por lo
tanto me identifico con el partido del Centro Democrático; qué, aunque mucha
gente no lo crea, y me tilden de ultra-derechistas, el nombre del partido está
muy bien puesto pues indica que es un partido de centro derecha y como tal
evita todos los extremos. Se muy poco de política estadounidense, pero me
identifico con el partido liberal de este país, oficialmente llamados los
demócratas. Y por el bien del mundo es muy importante que las elecciones
generales de noviembre las gane Hillary Clinton pues Donald Trump sería un
desastre a nivel global. Es un payaso, y por sus payadas cada vez tiene más
audiencia. Ojalá las minorías como los hispanos y afrodescendientes apoyen a
Hillary, pues entre otras muchas cosas, no sería nada bueno que los dedos de
Trump tuvieran acceso al arsenal nuclear de EUA. Me topé con un artículo parodia que dice que la cantidad de
viajeros del futuro que llegan a nuestro presente para evitar el ascenso de
Donald Trump, están llegando a proporciones epidémicas (leer
este artículo). Lo anterior es una broma, pero yo me
atrevería a decir que si Donald Trump llega muy lejos tocará darle de baja
ilegalmente, y este tipo de trabajos sucios generalmente son llevados a cabo
por la CIA. Entonces en cuanto a política estadounidense soy de centro también.
Lo he escrito muchas veces: la principal lección que nos dejó la guerra fría y
en concordancia con el antiguo principio griego de dorado medio término (aureasmediocritas), se debe optar por tendencias políticas de
centro. Los extremos, en todo, son perjudiciales, viciosos.
En el discurso de hoy, el
presidente Obama también mostró apoyo por los diálogos de paz entre el gobierno
colombiano y las FARC. Claro, todos queremos la paz, y obviamente los Uribistas
no disentimos de esto. La crítica viene a en qué forma y bajo qué privilegios
se hará la paz con la organización narco terrorista mencionada (ONT-FARC). Es
que no deberían tener ningún privilegio. No deberían estar en Cuba dándose la
gran vida y mantenidos con la plata de nosotros los contribuyentes
colombianos. Al presidente Uribe se le
acusa de ser paramilitar, pero en realidad, en todos estos años, no le han
podido demostrar nada de eso. Sin embargo, durante su gobierno la mayoría de paramilitares
fueron sometidos solo con la ley de justicia y paz, y al que había que
extraditar lo enviaron para EUA y listo. Lo que quiero decir es que, para
someter grupos armados al margen de la ley, sean de derecha o de la supuesta
izquierda de la ONT-FARC, no hace falta hacer semejante show internacional. Hay
propaganda política del gobierno de Santos sobre prepararnos para el posconflicto
y debatir temas como la paz en internet y estas cosas. Pero la verdad yo no me
topado con ningún documento o noticia que explique cómo se hará la paz con la
ONT-FARC. Parece ser que se hará un plebiscito con una única pregunta, en el
sentido de decir sí o no a la paz con la ONT-FARC. Si el plebiscito es así y no
se me explica más a fondo bajo qué condiciones y mecanismos se hará la paz con
este grupo de insurgentes, yo obviamente votaré por el no. Y es que ya se ve lo
que se son viene. Como lo explica el exministro Fernando Londoño en un muy
difundido video “lo quese nos viene encima si no salimos a marchar el 02-Abr-2016” en
una población de la costa caribe colombiana llamado Conejo, llegaron centenares
de guerrilleros a una sesión por parte de sus comandantes sobre las supuestas
jornadas pedagógicas para preparar a los guerrilleros rasos para la paz.
Invadieron esta población, le mataron varias reses a un campesino para saciarse
y el ejército colombiano tenía órdenes de no interferir. Es decir, se les dio
una orden presidencial para que actuaran en contra de la constitución, en el
sentido no defender a una población en contra de una invasión de guerrilleros.
¿Cuántos casos como el de conejo habrán pasado que no lo sepamos? El exministro
Londoño explica que así sucedió con Cuba y después con Venezuela pues la gente,
inicialmente, no le dio importancia al ascenso de los Castro en Cuba y muchos
años después al ascenso de Chávez en Venezuela. La gente se durmió y se
quedaron sin país. Ojalá no nos pase lo mismo a nosotros, y marchemos el 2 de
abril para defender la democracia colombiana, pues nuestro país ya está
mostrando los primeros síntomas que llevan al ascenso de dirigentes populistas
que prometen un igualitarismo utópico que después debe ser mantenido por la
represión de un régimen, convirtiéndolo todo en una distopía. Y es que como
dice el famoso psicólogo cognitivista Steven Pinker, no
puede haber una sociedad libre e igualitaria a la vez. La explicación es muy
sencilla. Tiene que ver con la noción de la tábula rasa (explicada sencillamente
en mí artículo: “Críticaa la Tesis de la Tábula Rasa y a la Negación de la Naturaleza Humana: UnaOpinión”). Según la noción de la tábula rasa, nuestra mente llega al
mundo como una pizarra en blanco y todos los comportamientos y demás, son
aprendidos por vía cultural negando el hecho de que ya venimos con instintos y
otras características que nos predisponen a ser diferentes a los demás. La
noción de la tabula rasa es muy conveniente para los comunistas pues cero es
igual cero. Si todos llegamos al mundo en ceros y después de un tiempo se hace
otra medición, todo el mundo tendrá un estatus económico muy similar. Pero la
realidad no es así. Todos venimos con instintos y otras características “de
fábrica” que nos hacen muy diferentes los unos a los otros. Cualquier
comportamiento humano es la interacción entre genética y cultura (fenotipo =
genotipo + ambiente: esta es una de las fórmulas más básicas de la biología).
Pero a los comunistas les conviene negar la contribución genética al
comportamiento de cada cual. Entonces si todos nacemos diferentes y se nos deja
desarrollarnos libremente, después de hacer una medición, todos tendremos un
estatus socio-económico diferente, lo cual demuestra, repito, que no se puede
construir una sociedad igualitaria y libre a la vez. Lo que sí se puede hacer,
es algo de lo cual ya están disfrutando los países súper-avanzados del norte de
Europa, en el sentido de que, como yo lo entiendo, son estados socialdemócratas
en los cuales el estado les da a los ciudadanos todo lo básico y el que quiera
conformarse con esto está bien, y el que quiera algo adicional a lo que el
gobierno le da, puede trabajar, crear un emprendimiento, etc. Entonces volvemos
a huirle a los extremos. No es el comunismo de ultranza que quiere construir
sociedades totalitariamente igualitarias formadas por clones, ni el capitalismo
salvaje. Hay que buscar una postura media que permita tener equidad y libertad
a la vez.
Ahora, volviendo al proceso de
paz colombiano, además de no sentirme cómodo con un plebiscito maniqueo y
tener la responsabilidad de votar con muy poca información, yo no confío en las
buenas intenciones de ningún grupo armado al margen de la ley, y más si se
trata de la ONT-FARC. De pronto sus dirigentes formarán un partido de
“izquierda” pero los demás guerrilleros que solo saben matar, ¿que se pondrán a
hacer, y por qué los tenemos que mantener nosotros los contribuyentes? Para mí
es claro que pasará lo mismo que en el pasado. La mayoría de los combatientes
se unirán a otros grupos al margen de la ley, sin importar su tendencia
política, o formarán grupos nuevos para seguir delinquiendo. Esto ya se puede
sentir en las crecientes actividades terroristas del ELN. Me acabo de acordar
de esta película que narra la historia de unos soldados que se encontraron con
varios millones de la ONT-FARC enterrados en una selva. Ya veo a los combatientes
de las FARC enterrando grandes cantidades de narco-dinero y armamento quien
sabe en qué lugar de las selvas colombianas para rearmarse en el futuro. Va a
sonar muy mal, pero la única solución que yo le veo al problema del
narcoterrorismo en Colombia, es exterminar, por vía militar a todos los grupos
armados al margen de la ley. Llámese FARC, ELN o residuos de paramilitares que
ahora están controlando el micro-tráfico de narcóticos en las comunas de
Medellín, solo por dar un ejemplo. Qué lástima que Santos nos traicionó a todos
pues de haber seguido con la presión militar en el marco de la seguridad
democrática del presidente Uribe, todos los integrantes de esos grupos hubiesen
continuado desertando y finalmente no les habría quedado más camino que morir o
someterse a la ley de justicia y paz, repito, sin necesidad de hacer shows
internacionales ni recibir privilegios por décadas de violación de los derechos
más básicos de la gente campesina pobre del país, por quienes supuestamente las
guerrillas comunistas como las FARC y el
ELN dicen estar peleando.
Me parece preciso aclarar algo
sobre mis posturas políticas. Dado que soy de centro, soy consciente que la
distribución de la riqueza en el mundo no tiene la más mínima presentación. No
puede ser que la gran mayoría sean pobres mientras unos poquísimos son
ultra-multi-millonarios. Es obvio que hay que fortalecer la clase media, y
eliminar la pobreza. Con lo que no estoy de acuerdo es que con hacer esto a la
brava. El mismo Estanislao Zuleta, siendo Marxista, criticaba a este último
autor en el sentido de que para Marx casi que solo había una solución a la
desigualdad: la revolución por parte de proletariado. No se pueden forzar esos
cambios. Hay que procurar, repito en otras palabras, tener un mundo lo más equitativo
(mas no igualitario) posible. Pero esto será logrado con mucho trabajo, el cual
ya está siendo realizado por los organismos multilaterales; como aficionado a
Star Trek (Viaje a las estrellas) es muy posible para mí que la humanidad
llegue a tener, repito, un gobierno global, lo más equitativo y democrático
posible. Pero si estos cambios se fuerzan demasiado, la utopía se convierte en
una distopía. Por eso, aunque pase 18 años en la Universidad del Valle
(pública, la segunda universidad en importancia de Colombia), nunca pinté un
grafiti, no tiré una sola piedra, y no participe en una sola asamblea o marcha
ni nada de eso. Pues es obvio que estas expresiones son provocadas por
agitadores profesionales de la guerrilla que se aprovechan del romanticismo,
afán y e impaciencia de los adolescentes por que los cambios sean inmediatos.
Hablar de cosas como política
y religión es complicado pues puede llevar a desagradables discusiones.
Afortunadamente la gran mayoría de mis amigos, sin importar su tendencia
política, son personas muy cultas con las cuales se puede hablar pacífica y
placenteramente de estos temas. Y es que, pensándolo bien, la gran mayoría de
mis amigos y conocidos son de centro izquierda. Digo centro pues con gente de
extremos no se puede dialogar y además como a mí no me gusta que me tilden de
ultraderechista, yo tampoco tildo de ultraizquierda a amigos y conocidos que
tienen tendencias políticas diferentes a las mías. De hecho, me gusta mucho
hablar con izquierdocitos moderados. Y es que después de 18 años de
entrenamiento en la Universidad del Valle, me muevo como pez en el agua entre
izquierdocitos. Y hay que reconocer que yo veo una tendencia (no es algo absoluto)
a que las personas de izquierda se preocupen más por cultivarse
intelectualmente mientras que la gente de derecha tiende a preocuparse solo por
la acumulación de dinero. Estoy hablando de esto porque quería hacer una
entrada sobre como mis relaciones públicas están floreciendo acá en Ibagué [cosa
sobre la cual ya escribí en otra entrada de este blog (ver
artículo)] y como a la vez con el tiempo sigo mejorando mi
capacidad de estar solo. Entonces con respecto a los amigos y conocidos es
irónico que las charlas más pesadas (como me gustan a mi) tiendan a llevarse a
cabo con izquierdocitos; pero con los derechocitos me siento más identificado.
A eso agréguele el hecho de se me facilita la charla pesada, pero cuando se
trata de charla light me embollo mucho, dada mi corta inteligencia
social-emocional. Al final no se trata de amigos de izquierda y derecha, todo
esto en realidad es un gradiente y la mayoría de la gente, como yo, cogemos de
cada lado lo que más nos gusta, lo racionalizamos y lo incluimos como una
especie de política editorial que nos hace comportar y/o estar de acuerdo con
algunas cosas y con otras no. Entonces más bien no se trata de izquierda o derecha,
más bien se trata del nivel cultural de cada persona y/o inteligencia
social-emocional, pues es obvio que hay muchas personas de derecha, que, aunque
no lo pregonan, saben mucho, y tienen una charla muy agradable también.
Entonces lo que estoy viendo
es que, empezando con uno mismo, deberíamos dejar la guerra fría atrás, y
fijarnos en cada persona, a la hora de elegir amigos. Y algo parecido debe
suceder a nivel internacional. No se puede tildar a una persona como terrorista
solo por ser musulmán. Mi papá me decía:
– Estudia para que no seas
víctima de las pasiones
Al final se trata, repito, de
huirle a los extremos, ya sean de izquierda (ONT-FARC), de derecha (Donald
Trump, paramilitares) o extremistas religiosos (terrorismo yihadista). Ojalá
pronto todo este tipo de polarizaciones se solucionen y el mundo siga
emprendiendo este camino de globalización para llegar algún día a tener un gobierno
global social-demócrata, de tendencia de centro o tercera o vía.