Resumen: Estoy tomando Lamotrigina, estabilizador antidepresivo que me hace madrugar. Ahora aplico TRIS (Terapia del Ritmo e Interacción Social) las 24 horas y esa disciplina me alegra pues mi papá me dejo superyó fuerte, haciéndome obsesivo-compulsivo lo cual es relacionable con la bipolaridad. Dudo de mi ateísmo al haber publicado un post religiosoide. Perdí dos años con un blog nuevo en Wix, plataforma desventajosa con respecto a blogger-blogspot. Aconsejo aplicar TRIS al menos en la higiene de sueño.
Procedencia
de las Imágenes: De izquierda a derecha y arriba hacia abajo: Molécula
de Lamotrigina tomada Wikipedia imagen de dominio público. Simbolo del
Ateismo: Imagen de Wikimedia Images en Pixabay bajo
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Estoy procurando publicar un post por semana, pero con esta remodelación que le estoy haciendo a mi blog, no me quedó tiempo esta semana de hacer un artículo monográfico de investigación como lo fueron mis dos últimos posts. El penúltimo fue sobre cómo la comunidad médica y científica ha ido entendiendo lo que son las condiciones del gradiente afectivo-bipolar a lo largo de la historia [1]. Este artículo ha tenido buena acogida y lo recomiendo. Y el último post trató de las explicaciones que da la medicina darwiniana sobre depresión [2] y hace hincapié en la hipótesis de competencia social en el sentido de que aquellos que no pueden subir en las jerarquías sociales se deprimen para evitar retar a aquellos que tienen estatus más alto y aceptar con resignación su posición. Suena un poco flojo este argumento, pero está bien sostenido bibliográficamente en la fuente en la cual me base para hacer el artículo que es el excelente libro de Psicología Evolucionista de Workman & Reader de 2014 [3]. Pero logré pescar otro artículo muy bueno del Journal of Affective Disorders de la editorial Elsevier llamado “Depresión Darwiniana” [4] de Donald Wittman de la Universidad de California, en Santa Cruz en EUA. En este artículo se da una explicación alternativa y mejor sustentada a la pregunta de por qué la selección natural no ha removido algo tan, aparentemente inhabilitante como la depresión, pues un individuo deprimido tiene menos posibilidades de reproducirse y viendo así las cosas, superficialmente, la mayoría de las enfermedades, al menos las genéticas, deberían haber desaparecido ya. Pero lo que nos explica la medicina darwiniana es que algunas enfermedades confieren otras ventajas y por eso no han sido eliminadas del acervo genético de la especie. Entonces la próxima semana espero poder reseñar el último artículo mencionado en este párrafo.
Pero en el presente artículo quiero contar lo que he estado haciendo que me ha impedido publicar otro post investigativo. Estoy llegando a la conclusión de que estar ocupado o aburridamente desocupado no depende de cuantas cosas tengo uno que hacer uno por unidad de tiempo. Depende de cómo esté uno. Sí se está bien de ánimo, uno va a encontrar miles de cosas que hacer pues cada tareíta puede llegar a ser divertida y si se trata de una tarea larga, hay más posibilidad de entrar en estado de flujo si se está bien neuropsicológicamente hablando. Yo llevo un mes muy bueno y entonces no me alcanza el tiempo para todas las cosas que quiero hacer cuya gran mayoría giran alrededor de este, mi blog.
Estoy bien por algo que
ya hecho muchas veces y había prometido no volver a hacer de nuevo y eso es
hacer experimentos neurofarmacológicos en mí mismo. Hace un mes me dio lo leer
sobre la Lamotrigina (nombre de marca lamictal). Es el único anticonvulsivante
que a la vez es antidepresivo que existe. El resto de anticonvulsivantes como
la Oxcarbazepina, Valproato o Pregabilina (Lyrica), entre otros, estabilizan el
ánimo hacia la baja. Repito, se usan anticonvulsivantes en la bipolaridad
porque las hipomanías y manías se dan por un aumento anormal pero ordenado de
la excitabilidad neuronal. En cambio, las convulsiones también se dan por
aumento anormal de excitabilidad de ciertas neuronas, pero de forma caótica.
Entonces tanto nosotros los bipolares como los epilépticos nos podemos ver
beneficiados por el uso adecuado de anticonvulsivantes. De hecho, en uno de los
grupos de WhatsApp en los que estoy hay un bipolar y epiléptico y el fármaco de
cabecera que escogió su psiquiatra fue la Lamotrigina pues la misma evita las
hipomanías, manías y convulsiones, y a la vez mejora el ánimo.
Ese dato me puso a
investigar. Yo ya había ensayado la Lamotrigina en 2017, cuando, como lo he
contado tantas veces, me dio una crisis de insomnio y ensayé muchos
medicamentos sin la guía de un psiquiatra, cosa que no se debe hacer. En ese
entonces yo había descartado la dicho fármaco porque me producía visión doble
(diplopía). Pero me puse a mirar mis registros en mi bitácora privada y resulta
que en ese entonces yo tomaba unas dosis altísimas de fármacos porque no hacía
higiene del sueño y quería yo encontrar un medicamento que, después de llegar
tarde en la noche de festejar y farandulear, me lo tomase y me diera sueño de
una. Tal fármaco no existe. Por eso tan solo 25 mg de Lamotrigina, que es la
presentación más pequeña de este medicamento, me producía diplopía. Sí sos
bipolar o sufrís de alguna otra condición mental, lo más seguro es que tengás
problemas de sueño y obligatoriamente vas a tener que hacer higiene de sueño o
sino no hay fármaco que funcione. Y si encima de eso fumas tabaco la cosa es
peor. Las dos grandes revoluciones en los años recientes de mi vida ha sido
dejar de fumar el 15-Mar-2015 y haber empezado a hacer higiene de sueño desde
2018. Es posible que la tercera revolución en mi mejoría psiquiátrica la haya
empezado hace un mes al comenzar a tomar Lamotrigina (25 mg) todos los días. En
todo caso ya voy a completar un mes de sueño y despertar tempraneros con muy pocas
excepciones. Ojalá el experimento siga siendo un éxito y cuando complete seis
meses o un año hago videoconferencia con mi psiquiatra para que legalicé la
nueva fórmula y podérsela presentar cada mes al médico general de la EPS
(Empresas Prestadoras de Salud privadas que en los 2000s reemplazaron al seguro
social acá en Colombia) me receté la Lamotrigina, junto con los demás fármacos
que me da mi EPS cada mes. Es posible que ya haya llegado a una fórmula ideal
(mg):
Clonazepam (4),
Levomepromazina (100), Amitriptilina (50), Oxcarbazepina (150), Lamotrigina
(25)
Lo anterior junto con
la higiene del sueño estricta me tienen súper-bien. Pero no puedo variar la
higiene del sueño ni un micro-segundo. Ayer, por quedarme viendo TV y
trabajando en mi computador grande en mi estudio por una hora más de lo
acostumbrado, tuve que reforzar tarde en la noche con 150 mg de Oxcarbazepina
adicionales. Se me retrasó la dormir una hora y media y aunque hoy me desperté
temprano me volví a dormir hasta el mediodía.
Lo anterior me da la oportunidad de hablar un poco de la TRIS: Terapia de Interacción y Ritmo Social [5, 6] desarrollada por Ellen Frank PhD de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh en EUA en su histórico libro “Tratando el Desorden Bipolar: La Guía de un Clínico a la Terapia del Ritmo e Interacción Social” (Treating Bipolar Disorder: A Clinician’s Guide to Interpersonal and Social Rhythm Therapy).
En pocas palabras, este
libro versa sobre la necesidad de que los pacientes bipolares llevemos un ritmo
en cuanto a nuestras actividades claves del día como las horas de acostarse,
levantarse, toma de medicamentos y cuando se asimilan las principales comidas
del día. Este último punto es importante para explicar la parte social de esta
terapia pues la toma de las comidas generalmente se hace con otras personas.
Pero esto va más allá pues se necesita que las personas que viven con el
paciente le ayuden a llevar su ritmo, no solo alentándolo a hacer las cosas
claves del día a la misma hora, sino no hacer actividades que alteren el ritmo
del paciente cómo oír música o ver TV hasta tarde con alto volumen o armar
discusiones inapropiadas a horas que pueden alterar el horario la persona con
bipolaridad. Solo he leído cosas muy por encima sobre la TRIS pero parece que
es un tema amplio y profundo y en algún momento tengo que hacer un post
completo sobre esta terapia. Con lo poco que sé hasta ahora, estamos tratando
de que un cliente de Costa Rica la implemente pues tiene esos horarios muy
desorganizados y aunque tiene su situación económica definida pues es jubilado,
su calidad de vida es deficiente pues se levanta por la tarde, el día no le
alcanza para nada, se siente inútil y eso lo deprime. Y eso que tiene una
condición bipolar leve (ciclotimia) pero de todos modos se siente mal por eso.
Hemos encontrado al menos dos dificultades. Primero se requiere de mucha
práctica y fuerza de voluntad para seguir un horario, especialmente por la noche
pues es cuando mi cliente recién se está viniendo a despabilar. Y lo otro es
que su esposa no le ayuda pues se pone a hacer cosas bullosas como ver TV hasta
tarde. Ella se duerme apenas apaga el TV hacia la media noche y deja a mi
cliente embalado y desvelado hasta las 3:00 o 4:00 am, así el TV ya esté
apagado. Ya acordamos que vamos a hacer al menos una sesión de video
conferencia con su esposa para ver si se concientiza de lo importante que es
que respete los horarios que estamos tratando de implementar en su esposo.
A excepción de anoche,
repito, las últimas semanas he sido muy juicioso con mi higiene del sueño,
proceso que en mi toma unas tres horas, y por eso ha sido el éxito parcial
(apenas llegó un mes) del ensayo de la Lamotrigina como fármaco estabilizador
anímico antidepresivo que al menos en mí también funciona para hacerme
madrugar. Entonces ahora cuento con el día completo para darle a lo que más
gusta que es todo lo que gira alrededor de mi blog. Y es que esa ese es otro pródromo
(síntoma temprano) clásico. Cuando le pierdo apego a mi blog, sobre el cual
hablaré más adelante, es signo de que me estoy deprimiendo. Desde que empecé a
tomar Lamotrigina a mediados de marzo, dicho pródromo no se ha vuelto a
presentar. De hecho, ha pasado lo contrario, le he cogido más aprecio a mi
blog. Entonces eso causaba, al principio del ensayo, que la Lamotrigina me
hiciera madrugar muy temprano con ganas de trabarle a mi blog. Además,
descubrí, aplicando el método científico (ensayando y llevando buenos
registros) que la Lamotrigina, al menos en mí, ma ayuda a dormir bien, pero me
hace despertar unas siete horas después de tomarla. Yo me tomaba todos mis
neuro-fármacos a las 7:00 pm y cuando empecé a hacer el presente ensayo me
tomaba la Lamotrigina a la misma hora junto con los demás medicamentos. Y los
primeros días de esta investigación me despertaba a las 2:00 am
aproximadamente. Entonces casi una semana después de estos placenteros
madrugones productivos, empecé a tomar la Lamotrigina a las 9:30 pm y me empecé
a despertar tipo 4:00 am aproximadamente, pero me volvía dormir tipo 6:00 am
hasta las 10:00 de la mañana. Entonces al principio me resigné a esto, igual yo
estoy acostumbrado a aprovechar solo las tardes para trabajar. Pero hace unos
10 días empecé a ensayar tomando 150 mg Oxcarbazepina a las 7:00 am y me deshice
de ese gap en mi sueño mañanero y actualmente me estoy durmiendo,
aproximadamente a las 9:30 pm hasta las 06:00 am. Pero para que esto sea
sostenible hay que aplicar TRIS (Terapia del Ritmo e Interacción Social).
Entonces estoy bajando al gimnasio, después de desayunar tipo 7:00 am para
darle a la elíptica. Pero estoy muy mal de estado físico. Solo resisto tres
tandas de 100 pedalazos cada una. Pero estoy haciendo ejercicio temprano y eso,
y el estar ya a las 8:00 am sentado en mi escritorio trabajando me tienen muy
contento. Pero entonces ahí viene otro problema. Que trabajarle a mi blog desde
temprano es tan rico, que llega el mediodía que es hora de tomarme un descanso para
almorzar y ver TV y/o hacer siesta, y en lugar de esto sigo trabajando derecho
y solo paro unos 10 minutos alrededor de las 1:00 pm para almorzar. Entonces,
aunque hablo de TRIS y todo, pero me falta implementarla al medio día también.
Esta falencia se debe al hecho de que no estaba acostumbrado a trabajar por las
mañanas y me falta práctica para parar a las 12:00 para hacer la pausa de dos
horas del mediodía. Ya por la tarde es otra historia pues ya tengo súper
automatizado en el parar de trabajar a las 6:30 pm. De hecho, cuando estoy haciendo
alguna tarea coincide casi siempre que la termino con el hecho de que suene mi
alarma de parar de trabajar a la última hora nombrada, momento en que empiezo
mi higiene del sueño para venir a dormirme tres horas después hacia las 9:30
pm. Entonces me toca poner mucha fuerza de voluntad y práctica para regular las
mañanas también.
Vos amigo lector te podrás estar preguntando por soy tan perfeccionista. Bueno, como ya lo expliqué a mayor estabilidad en el horario del día menos síntomas de mi condición bipolar se van a presentar. Pero, además, y aunque debo investigarlo seriamente, yo veo una clara relación entre el trastorno bipolar y el obsesivo compulsivo. Conozco un compañero de la universidad con TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) que tiene una hermana bipolar. Otro amigo tiene una personalidad obsesiva compulsiva y su papá es bipolar. Yo creo que esta relación tiene que ver con un fallo en el metabolismo de la serotonina en ambos casos. En los bipolares este desarreglo afecta a los sistemas que regulan las emociones (sistema límbico) y los ciclos circadianos (reloj biológico, por eso se nos altera tan fácil el sueño). En los obsesivos compulsivos parece que hay un desarreglo serotoninérgico en una parte de la corteza orbito-frontal (la parte del cerebro que está inmediatamente encima de los ojos, de ahí que se utilice el término “orbito”) donde está el sistema corrector de errores, que se encarga de verificar que lo que uno acaba de hacer, haya quedado bien hecho. Este sistema hace que el paciente dude y lo verifique todo, en repetidas ocasiones. Las mujeres con TOC tiene den a obsesionarse con el aseo, llevándolas a hacer cosas como lavarse las manos docenas de veces a lo largo del día o cargar en su bolso un tarro grande de desinfectante, para poner un ejemplo y como se puede ver en la divertida película española TOC-TOC disponible en Netflix. Los hombres con TOC en cambio tienden a obsesionarse con la seguridad. Yo no tengo TOC pero sí una personalidad obsesivo-compulsiva y eso me lleva por ejemplo a que antes de acostarme a dormir, hago una ronda por toda la casa para verificar que todo esté bien cerrado aun sabiendo que mi padrastro también verifica esto, todo lo cual es innecesario pues vivimos en un conjunto residencial cerrado con portero armado y nadie va a entrar a robarnos.
Toda característica de un ser vivo es la mezcla de genética y ambiente de acuerdo a la ecuación más simple de la biología:
Fenotipo (forma) = Genotipo (genética) + ambiente.
En el caso de nosotros los humanos, el ambiente es principalmente la cultura en la cual crecemos. Mis padres siempre fueron muy organizados y trabajadores. Mi papá era obsesivo por el trabajo, orden y disciplina, entre otras cosas como ser un comprador compulsivo. El tal es que me dejó un súper-yo muy fuerte. Este último término se lo inventó Freud [7] y se refiere a todas las normas que nuestros padres y la sociedad nos impone desde muy temprano y que el individuo expresa durante la adultez. Yo tomé el ejemplo de mi papá como hombre muy disciplinado que era. Yo mantenía deprimido porque mi bipolaridad daba al traste con el querer ser disciplinado. Pero ahora, con el fármaco Lamotrigina, que al menos en mi me hace madrugar, siento que por fin estoy llegando a ser disciplinado todo el día y vamos a ver hasta cuando me dura la luna de miel con este fármaco. Pero hay que tener fe.
Hablando de fe y cosas que le inculcan a uno desde niño y que se vienen a expresar cuando uno es adulto, quiero hablar de mi loco post religiosoide (Panteísmo cuántico) [8] el cual también tiene que ver con mis experimentos neurofarmacológicos. Aunque dicho post lo publiqué hace poco, el 08-Abr-2021, lo escribí en octubre de 2020 bajo el efecto de la Quetiapina. Este fue un experimento fallido pues desde el principio hubo que cambiar mucho las dosis de este fármaco y me hacía sentir muy raro, llegándome a deprimir. Tan raro como para hacer un artículo religiosoide entero de una pequeña idea que tuve hace varios años. Pero además de cuestionar mi salud mental, dicho artículo, me ha puesto a dudar sobre si yo soy creyente o no. En su icónico libro ateológico “El espejismo de Dios” [9].
En este libro, el biólogo más importante del planeta, Richard Dawkins de la Universidad de Oxford en el Reino Unido (UK), nos explica que la verdadera diferencia entre un creyente y no-creyente es que el último no concibe la idea de que haya algo por encima de la naturaleza. Es decir, para el no-creyente no hay nada sobrenatural. Cuando se equipara a la naturaleza con dios, sin creer en nada sobrenatural, se dice que la persona es panteísta (pan = todo = naturaleza y teo = dios). Yo puedo ser panteísta y según Dawkins este tipo de personas pueden ser consideradas como “ateos acicalados”. El problema es ¿Dónde se pone el límite entre lo natural y lo sobrenatural? Y más aún cuando se trata de cosas tan locas sobre las cuales la humanidad sabe tan poco como la mecánica cuántica. Y más aún en dicho artículo [8] hablo de un pequeño sistema de creencias basado, además en la de lo cuántico y relacionado con esto último, en creer en nuestros ancestros como deidades no-sobrenaturales. No será que me volví creyente y simplemente me inventé un mito actualizado, especulando a partir de la ciencia, haciendo un artículo dentro de lo que se ha llamado misticismo cuántico, tema sobre el cual ya se han escrito algunos libros [10, 11]:
¿No será que ya llegando a los 50s las estructuras religiosas mi cerebro se están haciendo sentir? Quien sabe. En todo caso desde que me metí esa trama a mí mismo, las cosas no hacen más que mejorar. Y como dice Rubén Blades, en algo hay que creer, más aún cuando se sabe que por más que uno se esfuerce es imposible ser 100% ateo teniendo en cuenta tenemos estructuras religiosas en el cerebro humano [12, 13] (ver interesante libro “Dios está en el Cerebro”. Incluso Edward Wilson, profesor de la Universidad de Harvard en su libro “Sobre la Naturaleza Humana” llega a decir que las tendencias religiosas humanas tuvieron que haber surgido por evolución darwiniana. Además, se sabe, y sin llegar a fanatismos, que cuando una persona tiene algún tipo de creencia disfruta de mayor salud y tranquilidad [14, 15]. Entonces me queda la duda sobre si sigo siendo un ateo acicalado o no hice suficiente esfuerzo para revertir el hecho de que a esta edad del desarrollo neurobiológico (llegando a los 50) uno se vuelva creyente, máxime si el filósofo considerado el padre del existencialismo Soren Kierkegaard habla de que a cierta edad se pasa de la fase juvenil estética, donde se piensa solo en el placer, y se pasa a la fase ética cuando uno se define y se pone productivo, y después se pasa a la fase religiosa [16-18]. ¿Será que yo estoy pasando por esas fases relativamente rápido en los últimos años? Y es que es irónico pues parece que lo natural es ser creyente, pero si estudiamos la naturaleza científicamente lo más seguro es que no haya vida después de la muerte ni entidades sobrenaturales.
Hablando de estética y ya para ir terminando, perdí casi dos años de dinero y trabajo tratando de arrancar un nuevo blog en Wix. Me dejé llevar por la estética y placer que brinda esta plataforma para diseñar; pero al final volví a este, mi blogspot que tengo hace 10 años porque el mismo es responsive (blogspot se adapta al tamaño del dispositivo al en el que se está mirando), tiene un valor SEO (Search Engine Optimization), es decir está mejor posicionado en Google por su antigüedad; por este último motivo también, mi dominio (juanferduque.com) me cuesta solo U$ 10/año, 14 veces más barato que en Wix y además en blogger (plataforma de google donde uno gestiona su blogspot) permite cambiar de plantilla las veces que uno quiera y por esto el nuevo look de este mi blog. En Wix no se puede cambiar de plantilla y además es muy lento para cargar lo cual puede espantar a los visitantes. En cambio, en mi blogspot (juanfeduque.com) estoy recibiendo unos 400+ visitantes/mes. Esto debido a su antigüedad. Pero a diferencia con respecto a los 2010s ahora la idea es que además de hacerlo por placer, quiero poner a producir mi blog. Por eso ya me inscribí en el programa de afiliados de Amazon y de ahí que ahora mi web tenga publicidad de este gigante comercial.
Consejos: Entonces los consejos de siempre para los otros pacientes bipolares: hagan las cosas claves de su día a la misma hora para empezar a hacer TRIS (Terapia del Ritmo e Interacción Social). Lleven un diario para desahogarse. Esto es privado, pero como demuestra la escritora y psicóloga bipolar Kay-Redfield Jamison PhD, profesora de psiquiatría en la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland EUA, en su emblemática obra de 1998 “Marcados Con Fuego: La Enfermedad Maniaco-Depresiva y el Temperamento Artístico” [19, 20] (libro disponible en: https://amzn.to/3uP0hsn), los bipolares somos buenos para escribir y de pronto resultés haciendo un blog. En todo caso no lo vayás a hacer en Wix. Sí tenés una creencia aferrate a ella sin fanatismos ni nada de eso. Al menos tené fe en vos mismo pues, entre otras cosas, si estás neurofarmacológicamente descuadrado, seguí experimentando con la ayuda de tu psiquiatra, y tené la seguridad que de un momento a otro vas a dar con un fármaco clave que componga tu farmacoterapia y tu vida en general.
Muchas gracias por leer
este variopinto y personal post.
Referencias:
1.
Duque-Osorio JF. Historia del Trastorno Afectivo Bipolar (TAB): Desde la
Antigua Grecia Hasta Nuestros Días. Ibagué-Colombia. Blog “El Duque
Bipolar”; 2021. Disponible en: https://bit.ly/EDBJFDEvolBipolaridad. Consultado el 13-Abr-2021.
2. Duque-Osorio JF. Evolución de la Depresión:
Un Repaso a las Explicaciones Convencionales de la Medicina Darwiniana. Ibagué,
Tolima-Colombia. Blog “El Duque Bipolar”; 2021. Disponible en: https://bit.ly/EDBJFDEvolDepre. Consultado el 22-Abr-2021.
3.
Workman L, Reader W. Evolutionary Psychology: An Introduction. 3 ed. Cambridge
University Press; 2014.
4.
Wittman D. Darwinian depression. Journal of Affective Disorders. 2014; 168:
142-150. Disponible en: http://bit.ly/DarwinianDepression.
Consultado el 13-Abr-2021.
5.
Frank E, Swartz HA, Boland E. Interpersonal and social rhythm therapy: an
intervention addressing rhythm dysregulation in bipolar disorder. Dialogues
Clin Neurosci. 2007; 9(3): 325-332.
6.
Frank E, Swartz HA, Kupfer DJ. Interpersonal and Social Rhythm Therapy:
Managing the Chaos of Bipolar Disorder. Biological Psychiatry. 2000; 48(6): 593-604. Disponible en: http://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S0006322300009690?showall=true.
7. Leon N. Laberintos del superyó. En: IV
Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología
XIX Jornadas de Investigación VIII Encuentro de Investigadores en Psicología
del MERCOSUR: Facultad de Psicología-Universidad de Buenos Aires; 2012.
Disponible en: https://www.aacademica.org/000-072/818.pdf. Consultado el 22-Abr-2021.
8. Duque-Osorio JF. Mi Ateo Mito
Religioso-Científico: Panteísmo Cuántico. Ibagué, Tolima-Colombia. Blog
“El Duque Bipolar”; 2021. Disponible en: https://bit.ly/EDBJFDPanteismoCuantico. Consultado el 22-Abr-2021.
9. Dawkins R, Pérez-Galdós N. El espejismo de
Dios. Grupo Planeta; 2010.
10.
Talbot M. Mysticism and the New Physics. Arkana; 1993.
11. Sierra-Saescún LE. Misticismo cuántico: la
espiritualidad de la física cuántica. La Teosofía Del Rosacruz; 2020.
12. Duque-Osorio JF. Evolución y Neurobiología
de las Experiencias Mísitico-Religiosas. Innovación y Ciencia (Asociación
Colombiana para el Avance de la Ciencia). 2011; 18(1): 53-63. Disponible en: https://bit.ly/EDBJFDEvolucionExperienciasMisticas. Consultado el 13-Ago-2019.
13. Alper M, Ochoa S. Dios está en el cerebro.
Bogotá-Colombia. Editorial Norma; 2008.
14. Serrano-Rosa I. ¿Ser religioso nos ayuda a
vivir mejor? España. El Mundo; 2018. Disponible en: https://bit.ly/2RMWQEi. Consultado el 22-Abr-2021.
15. Salgado AC. Revisión de estudios empíricos
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protectores. Propósitos y representaciones. 2014; 2(1): 121-159. Disponible en:
https://core.ac.uk/download/pdf/205650745.pdf. Consultado el 22-Abr-2021.
16. Los tres niveles de existencia
(Kierkegaard). Cristiano Verde Reflexiones de fe y vida; 2012. Disponible en: https://bit.ly/2FuCV7v. Consultado el 13-Dic-2019.
17. Alcoberro R. Los tres estadíos de
Kierkegaard. Disponible en: http://www.alcoberro.info/docs/assets/pdf/kierke2.pdf.
18.
Sturm M. Kierkegaard and the 3 Stages of a Full and Happy Life: What an Old
Danish Philosopher Can Teach Us About Cultivating a Richer Existence. Medium;
2017. Disponible en: http://bit.ly/38AGRgt.
Consultado el 13-Dic-2019.
19.
Jamison KR. Touched with Fire: Manic-Depressive Illness and the Artistic
Temperament. Free Press
Paperbacks; 1994.
20. Jamison KR. Marcados Con Fuego: La Enfermedad Maniaco-Depresiva y el Temperamento Artístico. Fondo de Cultura Economica; 1998.
Excelente complemento a la Espiritualidad Científica.