agosto 20, 2019
altruismo, amor, Antropología Evolucionista, Deportes como sucedáneos de la caza, Divulgación Académica, Epicuro, metas realistas, placer, placeres intelectual, Psicoeducación y Psicoterapia, sexo

Reseña Anecdótica del libro “La Naturaleza de la Felicidad” de Desmond Morris

Resumen: Se habla de las diferentes clases de felicidad que describe Morris en el libro que se está reseñando aquí. Cuando dejamos de ser cazadores y recolectores, y empezamos a vivir sedentariamente durante el comienzo del neolítico, se empezaron a domesticar plantas y animales. La caza real pasó de moda y se necesitaron sucedáneos de la misma como el circo Romano por ejemplo el cual actualmente sobrevive como las corridas de toros. Pero hay reemplazos más civilizados de la caza como la obtención de objetivos en las diferentes profesiones o los deportes competitivos que se practican actualmente. Hay otros tipos de felicidad como el altruismo al cual se dedican las personas caritativas, lo cual puede llevar a querer ayudar, en proporciones masivas, a individuos de cualquier especie. Para tener momentos de felicidad continuos, como lo es cuando uno entra en estado de flujo, es muy importante ponerse metas que sean realistas y estén de acuerdo con las habilidades, porque o sino, se puede uno sentir decepcionado en un extremo o al contrario aburrido. El cerebro humano ha crecido tanto a lo largo de nuestra evolución, que ya podemos disfrutar de la “felicidad intelectual”. Son juegos en los que el cerebro se divierte así mismo en cosas como la creatividad artística o la investigación científica. El desarrollo del lenguaje nos dio a los humanos la capacidad simbólica para dejarse “engañar” por las artes escénicas, por ejemplo, lo cual puede traer mucha felicidad. Se habla como el abusar de las drogas puede destruir familias enteras. Se habla de los intensos momentos de placer que pueden traer, cuando se combinan, cosas como el amor y sexo. Y se hablar de otros tipos de felicidad como el oír música, la felicidad masoquista, la adrenérgica de los deportes extremos, etc., para rematar este artículo sacando algunas conclusiones.


Introducción: En este artículo se reseñará, subjetiva y anecdóticamente, el libro “The Nature of Happinnes” (1) de Desmond Morris, también disponible en español como “La Naturaleza de la Felicidad” (2). Obviamente viniendo de un antropo-zoólogo tan famoso como Morris, el libro que nos ocupa aquí, no es uno de superación personal. Al revés, nos hace conscientes de que los momentos de felicidad son efímeros y nos explica los principales tipos de felicidad según nuestra naturaleza. Después de la introducción, habla sobre las fuentes de la felicidad. Después clasifica los tipos de felicidad, seguido de un capítulo donde habla de la naturaleza de la felicidad, para terminar con las definiciones (máximas) de la felicidad según varios autores. Es un libro corto (175 páginas) muy recomendado para ser leído.


Cuando Morris habla de la naturaleza de la felicidad, nos retrotrae a la época en que vivíamos con cazadores y recolectores, desde hace unos 7 millones de años, cuando nos separamos del linaje de los chimpancés (3) hasta hace 10,000 años cuando empezaron a surgir las primeras civilizaciones gracias a los excedentes que producían la domesticación de plantas y animales, y dejamos de ser cazadores y recolectores. Durante esta época prehistórica, los momentos de felicidad eran producidos por cosas simples pero importantes como conseguir comida, protección, mantenerse cálido, salvarse de un predador, cazar una presa, etc. Pero aclara Morris, en el libro que se está reseñando (1) que en la actualidad no es necesario salir a cazar animales, que muy probablemente estén en vía extinción, digo yo, para satisfacer el instinto de cazador. Hay otras formas más civilizadas de obtener esta felicidad como lo son por ejemplo encontrar en una tienda un artículo raro que lleva uno buscando por años. Pero el ejemplo más importante de cómo satisfacer los impulsos de cazador y obtener así sanos momentos de felicidad, son los deportes competitivos. Estos no son más que la ritualización de la caza en grupo. Los deportes se empezaron a inventar muy temprano cuando con la descrita revolución de comienzos del neolítico hace 10,000 años, cuando la caza real empezó a pasar de moda y se necesitaron sucedáneos para la misma cuando en este punto del comienzo de la historia pasamos de ser nómadas a sedentarios y se formaron las primeras ciudadelas. Al principio de la historia (que empieza con el neolítico) fue un poco bárbaro pues los deportes consistían en cazar bestias salvajes. Mucho más recientemente, en el coliseo de Roma, grandes cantidades de animales eran sacados a la arena para ser asesinados para el deleite de las masas. La idea siempre ha sido que al pueblo se le tiene contento con pan y circo. Esto empezó a suceder más de 2,000 años atrás, obviamente en el imperio Romano. El circo Romano todavía sobrevive en la actualidad como las corridas de toros, que empezaron a ser llevadas a cabo en España desde el siglo XVIII (4). Aquí quiero hacer una anotación personal. No estoy de acuerdo con todo el sufrimiento por al cual se le somete a los pobres toritos de lidia en este “deporte”; pero la danza del toro con el torero y su capa, la música española, la apertura de las corridas con las hermosas niñas a caballo que llaman amazonas y en general la fiesta que gira alrededor de este “deporte” me gustan. Ya en países como Portugal y Francia, o en las islas baleares de la misma España, se hacen corridas de toros sin mal tratar ni mucho menos matar a los toros (4). Otra tradición española, los encierros y correrías delante de los toros de la fiesta de San Fermín en Pamplona en julio (5), recrean los peligros de la caza (1). Pero gracias a los dioses, y como ya se dijo, la ritualización de la casa en grupo actualmente ha evolucionado deportes como los de pelota por ejemplo, en los cuales los conjuntos de cazadores han sido reemplazados por equipos y el culmen de la caza, cuando se lograba la muerte de la presa, ha sido sustituido por el gol, o la canasta, o cualquiera que sea el objetivo que da puntos, según el deporte. En casi todos los deportes modernos incluyen el apuntar o perseguir, dos elementos fundamentales de la caza primitiva.

Pero hay otras formas más sutiles de ritualizar la caza y obtener placer en la misma. Y es la obtención de objetivos. El financista que logra cerrar una transacción o negocio, el actor que trata de “asesinar” de entretención a su auditorio. Los teletones que logran sumar la cantidad de dinero que se habían puesto como objetivo. La meta de un político, al menos de dientes para afuera, es aliviar el sufrimiento de los pobres. Otro ejemplo pueden ser los científicos que tratan de acercarse a la cura de una grave enfermedad como el cáncer. Ese es un objetivo de caza muy loable. O el artista que trata de ‘atrapar’ en el lienzo la pintura perfecta. O para los que nos gusta escribir, la publicación de un escrito revive la felicidad de la muerte de un animal que se está cazando.

Altruismo: Lo anterior es competitivo. Pero Desmond Morris (1) también nos habla de la felicidad que brindan los actos cooperativos. El altruismo el cual, si no se entiende bien, puede ser un problema para la teoría de evolución por selección natural de Darwin y Wallace (6, 7). Según Richard Dawkins en su muy conocido libro “El Gen Egoísta” (8) hay varios tipos de altruismo. El más común es aquel que se dirige a familiares. Al ayudar a parientes estamos mejorando las posibilidades de que nuestros genes sobrevivan así sea en otro cuerpo. Hay otros tipos de altruismo. Como animales sociales, no hubiésemos sobrevivido a nuestra época de cazadores y recolectores, si no fuera con la ayuda de los demás miembros de la tribu en cuestión. Los moralistas creen que esto es algo aprendido, pero la verdad es que es parte de nuestra naturaleza el ayudarnos a nosotros mismos al ayudar a otros miembros de nuestro grupo, manada o tribu. Esta clase de cooperación trae momentos de felicidad (1, 2).

Altruismo caritativo en escalas masivas: Algunas personas son capaces de ver a toda la humanidad como miembros de su propia tribu. Las organizaciones humanitarias funcionan con este fundamento. Incluso muchos de nosotros (yo soy biólogo) extendemos nuestra compasión más allá de los humanos para incluir miembros de otras especies, especialmente si están en peligro de extinción. Pero hay un problema con las actividades humanitarias y de caridad. Por cada individuo que se ayude, hay miles más en peligro o en grave situación. Entonces el momento de felicidad brindado por poder ayudar a cierta cantidad de individuos, es rápidamente eclipsado al hacerse consciente de que hay miles o incluso millones de individuos más que necesitan ayuda. Entonces la felicidad de haber ayudado, se convierte rápidamente en tristeza al darse cuenta de los muchos que faltan por ser ayudados. Este es el problema de tener expectativas muy altas y poco realistas.

Mantener las expectativas sobre uno mismo en la justa medida: Hay que mantener las expectativas de uno en la justa medida. Porque si uno aspira a llegar a donde no puede llegar se sentirá decepcionado. Pero si pone las expectativas muy bajas no asumirá retos interesantes y no alcanzará su máximo potencial y no será feliz. Nunca entrará en lo que Daniel Goleman [Autor del libro la Inteligencia emocional (9)] llama “estado de flujo”; eso quiere decir que nunca entrará en un estado en el cual se realiza una actividad que no supone ni mucho ni muy poco esfuerzo para la persona que lo está haciendo. Entrar en estado de flujo produce mucho placer. Es clave entonces el mantener las metas y expectativas sobre uno mismo en su justa medida.

Lo triste es que la mayoría de personas en el mundo tienen trabajos monótonos que no les permiten disfrutar del placer de entrar en estado de flujo. Grandes masas de individuos, sobre todo en los países pobres, están condenados a trabajos interminables, aburridos y repetitivos. Esto está bien para animales como los bovinos por ejemplo, que vienen programados genéticamente para mascar pasto todo el tiempo. Pero el trabajo monótono no es adecuado para seres como los humanos, que somos inteligentes, inventivos y orientados a metas (1, 2).

El placer intelectual: En contraste con el anterior párrafo, existe el placer y momentos de felicidad a través del trabajo intelectual. A lo largo de nuestro desarrollo evolutivo, el cerebro humano ha ido creciendo y complejizándose a tal punto que podemos disfrutar de la “felicidad cerebral”, dentro de la cual los actos de inteligencia se tornaron en recompensas en sí mismos. Hago un paréntesis para agradecerles a mis ancestros que trabajaron muy duro para que pudiera tener una vida tranquila dedicada a este tipo de placer. El tal es que el cerebro humano se agrandado tanto que ha llegado a un estadío en el cual puede sentir momentos de felicidad simplemente al practicar juegos consigo mismo (1, 2). Estos juegos van de los más triviales como los de cartas y los de mesa en general, de los cuales el más célebre es el ajedrez, hasta los más profundos como lo son la creatividad artística y la investigación científica. Muchos dirán que estas formas profundas de juego tienen un motivo ulterior como ganar dinero, un concurso o avanzar en la carrera de cada cual, pero en realidad todos estos son productos secundarios del proceso de divertirse con estas formas profundas de juegos mentales. Incluso cuando por ejemplo se escribe un proyecto de investigación, se incluye un detallado aparte de cosas útiles que traerá el mismo, para aumentar las probabilidades de ser financiado. Pero en realidad y en el fondo, la investigación científica se hace por placer del que la practica. Cada descubrimiento es una presa que se mata en esta caza simulada.

Pero yo estaba llevando el placer intelectual a un grado de esfuerzo y aspiración que ya no me hacía feliz. Para entrar en estado de flujo cada día y por más tiempo, haciendo lo que más me gusta que es lecto-escribir, hasta hace poco yo quería tener el horario perfecto con un sueño y cronobiología totalmente parametrizados. Me estaba obsesionando con ser súper-juicioso con las cosas clave que hago a lo largo del día para llegar a tener un horario perfecto (lo cual es imposible para un bipolar como yo); para que el día me alcanzara para hacer las actividades que debo hacer y entrar en estado de flujo realizándolas. Ese anhelo de perfección solo servía para decepcionarme cada vez que me veía forzado a hacer menores ajustes a mi fórmula neuro-farmacológica. En pocas palabras me estaba tratando de formatear de una manera que iba en contra de mi naturaleza. Es cierto que para estar relativamente estable un bipolar debe hacer ciertas cosas claves como la toma de fármacos, y la toma de alimentos más o esos a la misma hora, pero esto no se debe llevar al extremo obsesivo al que yo lo estaba llevando. Y ya dejando de perseguir compulsivamente un horario de sueño perfecto, el mismo se ha ido estabilizando espontáneamente. Como dije en mi penúltimo artículo (10) era cuestión de soltar los controles para que el avión que estaba en pérdida para se estabilizara solo. Ya no aspiro al horario perfecto entonces ese es un motivo menos para decepcionarme.

Y yo quería tener una cronobiología perfecta principalmente para tener una disciplina de hierro para poder publicar libros largos en Amazon. En 2017 logré publicar en Amazon una “novelita” (666 páginas) ucrónica que se llama “Las Anécdotas de un cuarentón bipolar en Cali-Colombia” (11). Fue un total fracaso en ventas. Lo comprobaron algunos familiares y amigos. Eso me dejó un poco decepcionado por los resultados tan pobres. Llevo tiempo escribiendo otro, pero académico que se iba a llamar “Psicología evolucionista: un libro de consulta o guía para cursos universitarios”. A trabajarle a este libro solo me dan ganas cuando estoy en hipomanía (euforia fuerte). Pero vuelvo a mi ánimo promedio y se me quitan las ganas. Al menos logré publicar dos artículos largos sobre el tema en Amazon (12, 13). Entonces para no decepcionarme, y aun estando bien de ánimo como lo estoy ahora, decidí dejar el libro de psicología evolucionista congelado. Mis amigos me han oído hablar mucho de este tema, el libro que ya está estructurado y tiene aproximadamente un tercio de su contenido listo. Para resumir el cuento, y no decepcionarme, decidí dedicarme a lo cual tengo entrenamiento desde el pregrado y es a escribir artículos, dejando por un tiempo la idea de publicar libros en Amazon, como lo había expresado antes (14). Los únicos tres textos largos que yo he hecho en mi vida fue el mencionado libro “Las anécdotas de un cuarentón bipolar” (11), mi tesis de pregrado (15) y mi tesis de maestría (16). Es que los libros son como carreras atléticas largas, de fondo. Eso me demanda mucho más esfuerzo de la cantidad necesaria para sentir placer. En cambio los artículos, ya sean los de mi blog o los artículos científicos serios que tengo publicados son carreras cortas con el grado de esfuerzo apenas para mis capacidades, lo cual me permite entrar en estado de flujo cuando los estoy escribiendo. En pocas palabras, y va soñar un poco triste, fueron 20 años como estudiante y turista académico en la Universidad del Valle (la segunda universidad de Colombia) para terminar siendo un bloguero. Pero es lo que me proporciona goce, satisfacción ya que, repito, tiene el grado de dificultad perfecto para mí. Seguiré leyendo y reseñando libros desde una perspectiva subjetiva y bipolar, además de publicar otro tipo de escritos como cuentos por ejemplo.

Capacidad simbólica de los humanos que nos permite sentir momentos de felicidad disfrutando de obras de arte como las escénicas: A través de este libro me di cuenta porque el cerebro humano es tan fácil de engañar al grado que disfrutamos de obras de teatro, programas de televisión y películas como si fueran acontecimientos verdaderos, a la vez que somos conscientes de que es son mentiras actuadas. Es por nuestra capacidad simbólica. Viéndolo con un poco de objetividad, por ejemplo las letras á,r,b,o,l no tienen nada en común con un objeto de madera grande que proporciona sombra, entre muchas otras propiedades. Pero por nuestra capacidad simbólica hemos aprendido a pensar en dichas propiedades automáticamente cuando vemos dichas letras en ese orden para formar la palabra árbol. Es una trama que el cerebro se cree. Por eso podemos disfrutar de las artes escénicas o los libros novelescos, entre muchas otras formas de arte. Y esto es una forma saludable de aumentar nuestra felicidad; al menos si comparamos esto último con las drogas [qué son diferentes a los fármacos como lo expliqué en otro artículo (17)]. Entonces fue gracias al surgimiento del lenguaje que desarrollamos la capacidad de aceptar la ficción como si fuera algo real. Dentro de esta categoría, lo que más se consume es la televisión. Pero una vida dedicada la televisión es un poco embobadora y le quita tiempo a actividades más provechosas y divertidas como hacer ejercicio físico e intelectual.

En el horario cuadriculado dentro del cual debemos vivir los bipolares, le dedico máximo tres horas al día a la TV, incluyendo netflix o las otras series que tengo descargadas en mi disco duro portátil. Procuro no ver noticieros largos como el de Caracol TV acá en Colombia que empieza a las 12:30 y termina a las 3:30 pm. Con tres horas de espacio resaltan muchos hechos puntuales de desgracia que ya son muy amarillistas, y no estoy interesado en llenar mi cerebro con información negativa. Según el psicólogo cognitivista Steven Pinker, en un libro suyo que al español fue traducido como “Los ángeles que llevamos dentro: El declive de la violencia y sus implicaciones” (18, 19), la violencia ha ido decayendo con los siglos de la historia humana. Nos estamos civilizando. Lo que pasa es que el negocio de los noticieros es resaltar lo negativo. Me gustan las noticias de geopolítica y economía internacional y los programas de opinión.

Y dentro de las series, además de las de ciencia ficción, me encanta las comedias situacionales gringas. La mejor serie que he mirado y que ahora la estoy viendo completa y en orden ha sido “The Big Bang Theory”. Trata de un grupo de genios que son muy buenos para la ciencia, pero nulos en cuanto a lo que tiene que ver con inteligencia social-emocional (9). Ver comedias es mucho más saludable que ver noticia amarillistas. En un estudio de la universidad de Indiana, a un grupo de individuos les pusieron a ver documentales solemnes, y al otro: comedias. Me gustan mucho los documentales serios, pero el punto es que aquellos que vieron comedias se observó que su sistema inmune estaba 40% más activo y sus hormonas del estrés habían disminuido (1). Otro meta-estudio ha confirmado este efecto de la risa y en general del afecto positivo en el buen funcionamiento del sistema inmune (20).

Parece que el origen de la risa está en el llanto. A partir de los cuatro meses, los bebes son capaces de reconocer a su madre, y cuando ella empieza a jugar con su hijo levantándolo en el aire y haciendo demás juegos peligrositos, él bebe gutura con placer pues son peligritos seguros pues está siendo protegido por la misma persona que lo está exponiendo que es su madre, a quien ya puede reconocer como su principal protector y proveedor de cuidados. Él bebe recibe dos informaciones contradictorias:

         Este juego es peligroso
         Pero me está protegiendo mi mamá

Parece que la risa viene cuando se emite una información potencialmente peligrosa que de pronto deja de serlo de un momento a otro. Esto es lo que los comediantes hacen. Generalmente hablan mal de cierto tipo de individuos o cierta clase de información, pero los miembros de su auditorio están en un lugar donde es seguro reírse. Es parecido al placer que sienten los aventureros cuando pasa el burst de adrenalina una vez se ha superado un peligro. Pero, a diferencia de lo inmediatamente anterior, la risa surge cuando se ha superado un peligro que no era real (1).

La vida dedicada a las drogas no es vida: Como bien lo dice Desmond Morris, en el libro que se está reseñando acá (1, 2), la vida dedicada al placer químico de las drogas no tiene sentido porque es la búsqueda de placeres momentáneos que a la larga traen más dolor que felicidad. En otras palabras, las drogas violan una de las máximas de Epicuro (21):

“Disfruta de un placer siempre y cuando el mismo no te traiga un sufrimiento mayor en el futuro. Y sométete a un sufrimiento siempre y cuando te produzca un placer mayor en el futuro”

Es una forma de sentir placer de una forma sana y sostenible en el tiempo, lo cual es muy diferente a la miopía insana que propone el tropicalismo, el cual propende por ponerse a disfrutar de los placeres de forma desmedida, como si no hubiese un mañana. En cuanto a los fármacos vs drogas, y lo mucho que lo molestan a uno como por estar tomando “drogas”, veamos la diferencia más en detalle: Las drogas violan la relación costo/beneficio o cambiando el numerador por denominador, la relación sosteniblemente de placer/sufrimiento que nos enseñó Epicuro. Las drogas dan placer en el momento de ser consumidas. Pero causan mucho daño en el mediano y largo plazo. Los medicamentos, al contrario, generalmente no producen placer al consumirlos pero, correctamente recetados y tomados, producen bienestar en el mediano y largo plazo (17). En cuanto a las drogas, y de acuerdo al significado que se le está dando aquí, Morris (1, 2) aclara que los momentos de felicidad que estas brindan traen el costo de la adicción. Entonces cada vez se necesitan mayores dosis con más frecuencia, y el adicto no puede pensar en otra cosa, y se va hundiendo en un espiral que puede destruir su vida.

Drogas legales: Las drogas legales o suaves, como las llama Morris (1, 2), que son el té, café, tabaco y alcohol pueden producir placer, sin causar mucho daño futuro, si son tomadas con moderación; pues por ejemplo el alcohol tomado en exceso, y dependiendo de la susceptibilidad del individuo, puede traer un problema del alcoholismo que puede destruir familias enteras. El tabaco, aunque es legal, también es una droga que puede causar muchos problemas como cáncer y enfermedades respiratorias. Yo empecé a fumar tabaco, al principio de los 1990s, durante mi adolescencia cuando cursaba mi pregrado en la Universidad del Valle sede Meléndez en Cali-Colombia. Al principio uno consume poco y no le hace falta pero ya hacia los años 2000s estaba consumiendo unos 10 cigarrillos diarios. Desde el 2008 me puse a la tarea de dejar el tabaco y me tomo 7 años lograrlo definitivamente. El último cigarrillo que me tomé fue el 15 de marzo de 2015. Eso fue un logro. Si una persona joven está leyendo esto, por favor no empiece con este hábito, pues cuando sea adulto, su superyó Freudiano le exigirá dejar este vicio. En otras palabras llega el momento en que uno quiere poner orden y salud en su vida, y la nicotina es una de las drogas venenosas más adictivas de las que se tiene noticia (22, 23). Por favor ni siquiera empiece de a poquitos.

La marihuana es cuento diferente. Es mucho menos adictiva que la nicotina. Sin embargo consumida en exceso también puede traer un problema de adicción. Además, fumada, reciente a los pulmones. Pero consumida muy de vez en cuando no supone un problema, siempre que uno lo haga con responsabilidad y en un ambiente adecuado. Yo lo hago aproximadamente una vez cada dos años.

Mi sobredosis de marihuana: Sin embargo, hubo un día que la marihuana si fue un problema para mí. Mi papá murió el 26 de noviembre de 2007 en Cali. Esa pérdida, recrudeció mi bipolaridad y afectó mucho mi talón de Aquiles: el sueño. Además de que me puso malgeniado y agresivo. Hacia el 2008 y para poder dormir, un día se me ocurrió probar hacerlo con marihuana, planta que ya había consumido antes con propósitos recreativos. Pero ese día empecé a fumarme un cigarrillo de esta planta y no sentía ningún efecto. Era un cigarro grandecito y empecé a pensar que el vendedor me había engañado, vendiéndome un producto con muy poco canabinol. Entonces me fume ese cigarro rápido y solo. Cuando me paré de la silla empezó el efecto y me empecé a sentir muy mal. Recuerdo que le empecé a gritar:

         Ma, ma, me dio la traba maluca

Menos mal estaba una amiga de mi mamá quedándose en nuestro apartamento y ella ayudó a tranquilizarme. Me dio una paranoia que si me cantaban la canción de los “pollitos dicen pio pio pio…” me daba miedo. Soy ateo pero la amiga de mi mamá era muy católica. En medio de mi trance maluco yo empecé a decir:

         Ay dios mío, ay dios mío

Y la amiga de mi mamá me dijo, viste que sigues siendo católico. El tal es que nos tomó como tres horas el tranquilizarme hasta que me pude dormir. Pendejamente me gané una sobredosis de marihuana. Desde eso lo hago muy esporádicamente en cantidades muy bajas solo para marearme un poquito y dormir bien. A la hora de la verdad es más dañina la nicotina que la marihuana. Pero como esta última produce más placer cuando se consume recreativamente, entonces ha sido satanizada. Pero poco a poco está siendo legalizada, incialmente con fines médicos pero algunos estados como Uruguay y Colorado ya permiten su uso recreativo (24, 25). La clave en el uso de estas drogas “suaves” está en la moderación, y los adolescentes no son hábiles en esto. Personas muy jóvenes consumen drogas como la marihuana para estar tranquilos para realizar un robo por ejemplo. Esto ya es otra historia. Como se vea el uso recreativo de la marihuana depende mucho de la edad y nivel socio-cultural del consumidor. En todo caso no estoy de acuerdo con permitir la dosis personal, que dizque para el desarrollo libre de la personalidad (26). Esto lo que permite es que lo expendedores de drogas se camuflen bajo esta posibilidad para llegar a los más jóvenes que por su curiosidad y falta de madurez, son los más adeptos a empezar a consumir drogas psicodélicas. Algunos de estos niños y adolescentes las dejarán cuando avancen en edad. Pero otros muchos quedarán atrapados en la descrita espiral de adicción que destruye vidas y familias.

La felicidad que brinda el amor: Cuando nuestros ancestros adoptaron el estilo de vida de cazadores y recolectores, surgió una nueva forma de apego rara en otros primates. Cuando los machos tenían que salir a largas faenas de caza mientras que las hembras se dedicaban a sus actividades recolectoras, esto creo nuevos problemas. ¿Cómo se iban a mantener los lazos entre las parejas a modo de llevar a buen término la crianza de los infantes, si los machos y hembras mantenían mucho tiempo trabajando separadamente? Los machos llegaban con los resultados de la caza y las hembras iban a querer estar ahí para su regreso. Entonces, surgió, evolucionistamente hablando un poderoso apego entre machos y hembras individuales para que la división del trabajo (caza y recolección) pudiese funcionar (1, 2). El crecimiento filogenético del cerebro humano hizo que la crianza requiriera mucho más tiempo que en otros primates y mamíferos en general. Entonces parece que así nació el amor romántico. Esto permitió que se, a diferencia de otros primates, y en adición al cuidado maternal, surgiera el cuidado paternal. Este poderoso lazo que llamamos amor, es de relativa larga extensión en el tiempo, a modo de asegurar la correcta programación y educación de infantes con grandes cerebros antes de la llegada de la adultez del infante. Pero la crianza de un infante humano puede tomar una o dos décadas, lo que hizo que además del cuidado del padre, se necesitara la ayuda de la familia extendida. Es así es como se necesita la ayuda de los abuelos también. De pronto por eso es que los mismos sienten tanto placer al cuidar y jugar con sus nietos. El otro elemento es la longevidad de nuestra especie. Parece ser que uno de sus factores causantes fue el ya nombrado largo período de crianza de los infantes. Pero pienso además que las mujeres viven tanto después de que yo no se pueden reproducir, a partir de la menopausia, precisamente para esto, para ayudar a sus hijos a la crianza de los nietos.

Amor y Sexo: Es bien sabido que el sexo es diferente al amor verdadero. La práctica del sexo trae momentos de felicidad intensos. Y los intentos por coartarlo ha hecho que pase de lo élegamente erótico a cruda pornografía. Por otros lado, el sentimiento de del amor platónico trae sus propios picos de etérea felicidad. Pero cuando los amor y sexo se combinan el resultado es una emocionalidad intensa que pueden proporcionar uno de los momentos más agudos e intensos de felicidad a los seres humanos (1, 2).

Música: Otras actividades que traen momentos de placer son la música y danza. Cuando se practican intensamente, permiten que los centros de control superiores del cerebro, se olviden de las preocupaciones y demás, entregando el movimiento relajado del cuerpo al ritmo de la música o lo que sea que esté oyendo y que haga bailar a la persona en cuestión. Pero hay personas que no pueden enfrentar el hecho de, aunque sea brevemente, dejar de tener el control y dejarse llevar por el ritmo. Cuando yo era joven, disfrutaba mucho de bailar música salsa y me dejaba llevar por las fiestas y conciertos, de tal forma que fui un rumbero de Juanchito (sitio de las discotecas a lado de Cali-Colombia) a Nueva York. Pero hay personas para las cuales dejarse llevar por la música es algo impensable y no pueden disfrutar del placer rítmico. Incluso si van a un concierto, van a aquellos de música que excite los altos centros del cerebro, como la música clásica, la cual es orquestada con un ritmo estable con complejas variaciones de velocidad y pauta (1, 2). Yo no sé mucho de música clásica. Pero ahora que estoy con más años, disfruto mucho de la música que yo considero es la clásica de nuestros días. Me refiero a las bandas sonoras de películas. En todo caso no sé qué me está pasando pero cada vez disfruto más de este tipo de músicas instrumentales. Algo está pasando con la maduración reciente de mi cerebro pues ya no disfruto de la fotografía ni de la televisión tanto como lo hacía antes. Ahora en vez de imágenes visuales, prefiero la música. Tengo que averiguar por qué me está pasando esto, desde un punto de vista neuropsicológico, pues soy capaz de pasar días enteros en mi hamaca oyendo música. En todo caso en el fondo el placer de oír música y más allá, el de dejarse llevar por el ritmo, está el hecho que durante estos trances, el cerebro secreta endorfinas (palabra que significa morfina interna) y anandamida (en sanscrito ananda significa felicidad) lo cual puede traer momentos de intensa felicidad.

Felicidad masoquista: Hay personas retorcidas que gozan sintiendo o infringiendo dolor. De una forma más precisa, el agresor quiere infringir los mismos tipos de placer masoquista que siente pero a otros. Un clásico ejemplo de esto fueron los talibanes en Afganistán y Pakistán, quienes prohibieron, formas simples de placer como el escuchar música, ver televisión, ir al cine o bailar, con tal de que los demás sintieran el doloroso placer de su fanatismo religioso islámico yihadista. Malala Yousafzay (27) es una activista, bloguera y estudiante universitaria de 22 años que sufrió un atentado contra su vida en Pakistán cuando tenía 15 años, por lo cual ahora vive en Inglaterra . Los talibanes querían acabar con su vida por su activismo en pro de las libertades y especialmente del derecho de las niñas a estudiar. Fue la persona más joven en ganar un premio nobel en cualquiera de sus categorías, cuando en 2011 le fue otorgado el de paz.

Felicidad hedonista y su contraparte extrema: Dice Desmond Morris en su libro sobre la felicidad (1, 2) que los individuos que viven más de 100 años tienden a ser relajados en cuanto a la toma de comida, bebidas alcohólicas y otros placeres básicos. Madame Jean Calment, una francesa que tiene el record mundial de longevidad, tomó, fumó y comió comida grasosa, como el foie gras, la mayor parte de su vida. Cuando llegó a las 117 años de edad, los médicos trataron de persuadirla para que no fumara ni tomara más, pero fue inútil. Lo continuó haciendo hasta que cumplió 122 años, edad en la cual murió. Obviamente si uno come, bebe o fuma demasiado, la salud va sufrir. Pero igualmente si se obsesiona con el cuidado con el cuidado de sí mismo, también va a enfrentar riesgos de salud. Tomemos el ejemplo del vegetarianismo. Los humanos no evolucionamos para eso, y parte de nuestro éxito evolucionista estuvo en combinar carne con vegetales para tener una dieta saludablemente balanceada y omnívora. Evitar comer carne es negar la naturaleza humana. Entonces, siguiendo el principio griego antiguo de dorado punto medio o aureas mediocritas (28), la idea correcta es la moderación en cuanto al disfrute de estos placeres.

Felicidad adrenérgica: Hay personas que gozan con el peligro. Pero el momento exacto del pico de felicidad es cuando se supera el peligro. Esto da un burst de adrenalina que ha provocado la proliferación de todo tipo de deportes extremos, por un lado, pero también ha dado origen al placer de apostar en casinos y este tipo de juegos. En ciudades como Nueva York y Londres, hay jóvenes que se trepan en la parte de atrás de los trenes con el objetivo de no resultar echados del tren que va a gran velocidad. No siempre lo logran llegando a ver resultados letales para ellos mismos (1, 2).

Felicidad tranquila, el meditador: Es una forma de felicidad en la cual el meditador emprende un camino espiritual que lo aleja de lo mundano y lo introvierte en sí mismo por medio de la meditación, ya sea por motivos filosóficos o religiosos. Este tipo de felicidad es difícil de entender, porque nuestra naturaleza es ser una especie curiosa, energética y predadora. Para los más activos, como los que obtienen felicidad de superar peligros, la acción está afuera y no dentro del cráneo del meditador.

Felicidad religiosa: Puede estar relacionada con la anterior. Depende de que el individuo que la disfruta, tenga una fe ciega de acuerdo a determinada religión. Si pensamiento o discusiones analíticas o incluso el sentido común entraran en escena, toda la fe se perdería, como bien no lo explica Richard Dawkins, en su libro “El espejismo de dios” (29, 30). Hay varias explicaciones para el comportamiento religioso (31). Pero Morris, en el libro que se está reseñando aquí (1, 2), se enfoca en el hecho de que cuando somos bebes y niños, la mayoría de nosotros contó con la protección de padres amorosos, y cuando somos adultos queremos revivir esa felicidad adorando a un “padre celestial” como se diría en la tradición cristiana.

Conclusiones: Para Morris la definición de felicidad es el surgimiento repentino de placer cuando sentimos que algo a ha mejorado (1). Para algunos el logro de una ambición trae momentos de mucha felicidad mientras que para otros el ponerse metas fuera de su alcance es fuente de profundas decepciones. Como ya se ha dicho aquí, es entonces muy importante ponerse metas que estén justamente ajustadas para nuestras habilidades y conocimientos. El ponernos metas difíciles pero alcanzables nos permiten disfrutar de la emoción de lograr una caza simbólica. Deportes con objetivos modestos nos pueden traer momentos de felicidad. Yo por ejemplo me conformo con bajar y nadar 20 veces la longitud de la piscina en donde vivo que es de 12.5 mt y después subirme, desde el sótano, los 10 pisos a pie que me llevan de regreso al apartamento donde vivo. Con hacer dos o tres veces por semana quedo más que satisfecho. Los deportes proporcionan felicidad competitiva y en mi caso es una competencia conmigo mismo pues muchas veces no tengo la suficiente fuerza de voluntad para hacer deporte. Esto me pasa cuando me pongo disfórico (depresión muy leve) pero afortunadamente mi condición bipolar ha madurado a tal punto (tengo 45 años y llevo lidiándola 31) que los momentos de ánimo bajo son ahora muy pocos y fáciles de manejar. Cuando me da una disforia incluso la disfruto pues pongo mi habitación a poca luz, oigo música relajante y me pongo a pensar y resulto es divirtiéndome.

Dado que somos animales, aunque unos inusualmente inteligentes, disfrutamos de intensos momentos de placer cuando nuestros deseos carnales, sean sexo, comida, bebida y comodidad son satisfechos. El hecho de que compartimos ciertos apetitos con otros animales avergüenza a algunas personas, sobre todo por motivos religiosos (1, 2). Por lo menos en la tradición judeo-cristiana, se ha puesto al ser humano en un pedestal superior al de los demás seres. Esto se llama antropocentrismo y no está en línea con la teoría de evolución por selección natural de Darwin y Wallace (6, 7). Hay que ser conscientes que, al menos desde un punto de vista estrictamente biológico, somos solo un animal más. El creernos superiores ha llevado a que a lo largo de la historia abusemos de otros animales que también sienten y más aún que estemos destruyendo la biosfera del planeta, aun sabiendo que la tierra es, por ahora, nuestro único posible hogar.

Una forma de tener más momentos de felicidad es combinar, con moderación, las fuentes saludables de la misma, lo cual ya se ha resumido aquí. También se concluye que si se hace un estudio evolucionista de la felicidad, si un individuo se encuentra en condiciones que sean compatibles con la naturaleza humana, el chance de que momentos de felicidad ocurran va a ser significativamente aumentado (1). Otra conclusión es que contrario a la opinión popular, el nivel de felicidad no está relacionado con la educación, edad o nivel de riqueza financiera. Las diferentes clases de personas encuentran felicidad (o infelicidad). Además el multimillonario está tan ocupado produciendo más riqueza (objetivo que simboliza caza) y cuidando lo mucho que tiene, que resulta teniendo poco tiempo para de verdad disfrutarlo de sus privilegios. Además, como dijo Steve Jobs, fundador de Apple discurso antes de su muerte (32), a la riqueza uno se acostumbra; si el richachón no combina otras fuentes sanas de felicidad de forma moderada, pronto llegara la monotonía y con ello el aburrimiento. O se verá esclavizado en vida de arduo trabajo para conseguir más riquezas (presas) como ya se dejó entre ver.

Hay personas alegres y optimistas que encuentran placeres escondidos casi en cualquier situación. Esto se ve exagerado en nosotros los bipolares cuando estamos eufóricos, hipomaníacos o maníacos, dependiendo de la severidad de la condición. En estos estados la autoestima y la verborrea (producto de la rápida fuga de ideas) suben, y se tiene una sensación de éxtasis casi continuo. Se ocurren muchos proyectos extravagantes y el individuo cree que los puede llevar a cabo a todos a la vez. Mi bipolaridad estuvo dura cuando se manifestó a los 14 años. Yo tenía la proclividad genética pero el factor disparador fue el traslado de Cali a Bogotá. El cambio de ambiente me altero mucho en menos de un año de estar viviendo en la capital de Colombia. Mi primera subida de ánimo fue una manía completa con acciones que no recuerdo, con lagunas en la memoria y demás. Ya mucho más maduro se me complicó otra vez, por varios años, cuando mi papá murió en noviembre del 2007. Tenía yo 33 años (ahora tengo 45) y recién en los últimos años es que ha notado progreso otra vez en cuanto a la evolución de mi condición bipolar. Recientemente, manipulando los fármacos que he tomado toda la vida y mis horarios, estoy logrando mantener una euforia leve constante. Eso me tiene muy contento. Si dura más de un año, esto da para un artículo completo.

A lo largo del presente artículo he estado hablando indiferentemente de placer y felicidad como si fueran lo mismo y eso no es así. Como ya lo resalte Morris dice que la felicidad se siento por breves momentos cuando sentimos que algo en nuestra vida mejora. Es una definición muy restringida con la cual no estoy mucho de acuerdo, sobre todo cuando examinamos lo que tiene que decir mi filósofo favorito, Epicuro, sobre el placer. Este filósofo nos enseñó que la ausencia de dolor es placentera, y el placer sano y sostenible en el tiempo es la fuente de la felicidad (21). Por lo tanto si las cosas sencillas y básicas de la vida van bien la mayoría del tiempo, se puede sentir placer la mayoría del mismo, lo cual traería una felicidad como un tipo de interferencia de fondo placentera casi todo el tiempo. Epicuro merece un artículo aparte pues su hedonismo es generalmente interpretado como algo malsano, cuando en realidad nos invita a disfrutar de los placeres sanos de una forma moderada y sostenible en el tiempo, lo cual, como ya se dijo, excluye el abuso de las drogas, del tipo que sean.


Gracias por leerme,

Juan-Fernando Duque-Osorio. MSc.
Master en Ciencias Básicas Médicas
Biólogo Zoólogo Profesional

Escritor Aficionado y Consultor

Celular y WhatsApp: +57-(320)-695-5558 | Telefax: +57-(8)-271-0952
Lugar de Residencia | Residence Place:
Puente Alto del Vergel
Ibagué-Colombia

Literatura Citada:
1. Morris D. The Nature of Happiness. Little Books, Limited; 2006.
2. Morris D. La naturaleza de la felicidad. Editorial Planeta Mexicana; 2006.
3. Roberts A. Evolution The Human Story. 2 ed. Dorling Kindersley Limited; 2018.
4. Corridas de toros sin sangre ni muerte son posibles; estos sitios los demuestran. México. El Universal; 2017. Disponible en: http://bit.ly/31E7zRk. Consultado el 13-Ago-2019.
5. ¿Qué es Sanfermín? Pamplona, España. Disponible en: http://www.sanfermin.com/es/guia-de-la-fiesta/que-es-sanfermin/. Consultado el 13-Ago-2019.
6. Darwin C, de Zulueta A. El origen de las especies por medio de la selección natural. Catarata; 2009.
7. Darwin CR. On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life. 1 ed. Londres. John Murray; 1859.
8. Dawkins R. El Gen Egoista: Las Bases Biológicas de Nuestra Conducta. Salvat Editores; 1993.
9. Goleman D. La inteligencia emocional. B de Bolsillo; 2017.
10. Duque-Osorio JF. Mi bipolaridad ha mejorado muchísimo excepto en el sueño que parece que con la edad se va dañando: Explicación del por qué tenía olvidado mi blog. El Blog de Juan-Fernando Duque-Osorio. MSc.; 2019. Disponible en: https://www.juanferduque.com/2019/07/mi-bipolaridad-ha-mejorado-muchisimo.html. Consultado el 13-Ago-2019.
11. Duque-Osorio JF. Las Anécdotas de un Cuarentón Bipolar en Cali-Colombia. Amazon Independent Publishing; 2017. Disponible en: (Amazon: https://amzn.to/31AkVxR | Google Books: http://bit.ly/31EYOXg)
12. Duque-Osorio JF. Psicología Evolucionista: Las Ideas de Steven Pinker y Otros Autores Clave. 2 ed. Amazon Independent Publishing; 2015. Disponible en: (Amazon: https://amzn.to/31DPWRv | Google Books: http://bit.ly/1ebZWso) Consultado el 13-Ago-2019.
13. Duque-Osorio JF. Psicología Evolucionista: Una Breve Introducción. 2nd ed. Amazon Independent Publishing; 2015. Disponible en: (Amazon: https://amzn.to/2KxJC8r | Google Books: http://bit.ly/2KuZyIw). Consultado el 13-Ago-2019.
14. Duque-Osorio JF. Elecciones interpartidistas y legislativas en Colombia, bye bye Amazon y dos series de ciencia ficción (opereta espacial). El Blog de Juan-Fernando Duque-Osorio. MSc.; 2018. Disponible en: http://bit.ly/2KSg2JL. Consultado el 20-Ago-2019.
15. Duque-Osorio JF. Caracterización Histológica e Inmunohistoquímica de los Núcleos Serotoninérgicos Mesencefálicos de Aotus lemurinus griseimembra (Primates: Anthropoidea: Cebidae). Facultad de Salud, Escuela de Ciencias Básicas Médicas, Cali-Colombia; 1999. Disponible en: http://bit.ly/31AnboP. Consultado el 13-Ago-2019.
16. Duque-Osorio JF. Aproximación In Silico a la Estructura 3D de la Proteína Antiveneno DM64 de la Zarigüeya (Mammalia: Marsupialia: Didelphidae). Facultad de Salud, Escuela de Ciencias Básicas Médicas, Cali-Colombia; 2007. Disponible en: http://bit.ly/2KxYDqX.
17. Duque-Osorio JF. Los bipolares medicados somos farmacodependientes mas no drogadictos y otras divagaciones televisivas y políticas del 2018. 2019. Disponible en: http://bit.ly/farmacosvsdrogas. Consultado el 13-Ago-2019.
18. Pinker S, Chic JS. Los ángeles que llevamos dentro: El declive de la violencia y sus implicaciones. Grupo Planeta; 2018.
19. Pinker S. The Better Angels of Our Nature: Why Violence Has Declined. Penguin Publishing Group; 2011.
20. Marsland AL, Pressman S, Cohen S. Positive affect and immune function. 2007.
21. Desola R. Las Máximas Capitales de Epicuro. La Nausea; 2009. Disponible en: http://bit.ly/31uKWP8. Consultado el 13-Ago-2019.
22. Benowitz NL. Nicotine Addiction. New England Journal of Medicine. 2010; 362(24): 2295-2303. Disponible en: https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMra0809890.
23. Heatherton TF, Kozlowski LT. Nicotine addiction and its assessment. Ear Nose Throat J. 1992; 69(11): 763-767.
24. Estados Unidos: Estos son los 8 estados donde la marihuana es legal. Portal Gesitión; 2018. Disponible en: http://bit.ly/2Nr25pf. Consultado el 20-Ago-2019.
25. Goñi U. La legalización de la marihuana en Uruguay ha resultado ser todo un éxito. eldiario.es; 2017. Disponible en: http://bit.ly/2Z0tdlI. Consultado el 20-Ago-2019.
26. “El Estado no puede diseñar tu plan de vida”, corte sobre consumo de drogas en lugares públicos. Revista Semana – Colombia; 2019. Disponible en: http://bit.ly/2Z7qPJZ. Consultado el 20-Ago-2019.
27. Malala Yousafzai. 2019. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Malala_Yousafzai. Consultado el 20-Ago-2019.
28. Aurea mediocritas. 2019. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Aurea_mediocritas. Consultado el 20-Ago-2019.
29. Dawkins R. The God Delusion. New York, EUA. Houghton Mifflin Harcourt; 2008.
30. Dawkins R, Pérez-Galdós N. El espejismo de Dios. Grupo Planeta; 2010.
31. Duque-Osorio JF. Evolución y Neurobiología de las Experiencias Mísitico-Religiosas. Innovación y Ciencia (Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia). 2011; 18(1): 53-63. Disponible en: http://bit.ly/1rkZY0k. Consultado el 13-Ago-2019.
32. La carta que dejó Steve Jobs antes de morir. ReCicladas; 2016. Disponible en: http://www.recicladas.com.ar/la-carta-que-dejo-steve-jobs-antes-de-morir/. Consultado el 20-Ago-2019.

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Juan Fernando Duque-Osorio

Juan-Fernando es Máster en Ciencias, Biólogo Profesional y paciente bipolar. Su condición lo ha llevado a ser inquieto por lo cual bloguea y da conferencias sobre diferentes temas. Actualmente está interesado en la consiliencia biología-humanidades y la mezcla, por medio de la Psicología Evolucionista, con el tema del trastorno bipolar sobre el cual funciona como psicoeducador de otros pacientes.

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