Ayer viernes estuvimos filosofando de 4 a 8 pm. Primero un estudiante de filosofía de la Universidad de Ibagué en el marco de los conversatorios “Minotauro” de los viernes nos estuvo hablando de las diferentes interpretaciones que ha tenido el mito del Mino-tauro a lo largo de la historia, haciendo énfasis en las interpretaciones de Borges y Cortázar para conectarlas con los conceptos normalización en Foucault. Estuvo muy interesante la charla. A la misma estuvo invitada la profesora Patricia Coba quien invitó a sus estudiantes del Diplomado inter-institucional (Unibagué-UT) de Filosofía y Literatura. Una vez concluido la sesión del conversatorio “Mino-tauro” de ayer, empezó la clase de la profesora Coba propiamente dicha.
Para iniciar nos pidió que escribiéramos una presentación sobre nosotros mismos y después de 10 minutos me pidió que leyera yo de primero. Era la primera vez que no me sentía molesto como presentándome ante dinámica de integración grupo (esto se veía desde el comienzo que era algo mucho más interesante) y lo hice con mucho gusto. No quise presentarme como lo hago en los diferentes servicios de internet en los cuales estoy inscrito. Entonces escribí y leí algo así:
“Mi nombre es Juan-Fernando Duque-Osorio. Nací en Ibagué en 1974 pero fui criado en Cali. Hace apenas un año regresé a Ibagué. Soy descendiente de familias paisas y como tal fui criado. Sin embargo mi paso por una Universidad Pública (Universidad del Valle) y especialmente por un departamento de Biología, despojaron de mi educación su parte central: la religiosidad pues actualmente (y desde hace unos 10 años por lo menos) soy ateo, pues pienso que no es íntegro ser religioso y científico a la vez, máxime cuando en el centro de mi filosofía personal se encuentra la Teoría de Evolución por Selección Natural Darwiniana.
En la misma Universidad (Univalle) hice mi Master en Ciencias Básicas Médicas por un motivo profundo pero inocente, otro motivo superficial y por uno noble. El motivo profundo pero inocente era el hecho de pretender hacer anatomía comparada y paleontología en una Facultad de Salud. Esto lógicamente no se pudo hacer y termine graduándome con un trabajo de grado en Biología Molecular realizado con medios Bio-informáticos. El motivo superficial es que quería estudiar en la sede menos influida por la izquierda de la Universidad del Valle en Cali, es decir la sede de San Fernando, pues ya estaba cansado de tanto grafiti comunistoide y tanto revuelta en la sede principal: la de la Meléndez (ese es uno de los motivos por los cuales estoy feliz asistiendo ahora a la Universidad de Ibagué). El motivo noble era que mi papá siempre quiso que yo fuera médico, y logré darle un título que dijera “médicas” antes de que muriera en noviembre de 2007 por una enfermedad.
Por cuestiones familiares me trasladé con mi mamá a la ciudad de Ibagué en septiembre de 2010; aunque la familia nos ha servido de poco, pues han sido mucho más útiles los amigos nuevos que he hecho durante este año, especialmente los últimos que he hecho en las tertulias de la Universidad de Ibagué. Actualmente estoy dedicado a la divulgación científica y me estoy acercando a la literatura para ver si algún día llego a ser un escritor de ciencia ficción”.
Acto seguido otros estudiantes leyeron sus presentaciones, la mayoría mucho mas poéticas que las mías. Mejor dicho es que la mía de poética no tiene nada porque yo para esta forma de expresarme definitivamente no sirvo. Como persona de tradición científica y académica soy bueno expresándome en prosa y de forma concisa.
Después de las presentaciones, la profesora Coba nos dio una excelente clase sobre la narrativa en Ricoeur. Entre otras cosas me quedó claro que el mito es inseparable de la “realidad”, pues cuando se hace una narración se recurre a la interpretación (hermenéutica), y cuando se hace esto inevitablemente se apela a la ficción. También me quedó claro que toda narración se hace desde el presente y que desde allí se viaja al pasado (analépsis) o al futuro. Y esto es especialmente cierto cuando se hace narrativa autobiográfica, por lo cual la construcción de identidad requiere de la ficción, pues la memoria es subjetiva. De esa forma la narrativa rompe con la divergencia cartesiana objetividad-subjetividad constituyéndose a la vez en una categoría epistemológica. Todo esto me es muy útil para el libro autobiográfico que pienso hacer en los próximos años. Esto entre otras muchas cosas que anote en la clase de la profesora Coba y que tengo que analizar con calma con la ayuda de internet.
Muchas gracias a los estudiantes de filosofía´que están organizando el conversatorio “Minotauro” y especiales gracias a la muy placentera clase que nos dio la profesora Patricia Coba (y no prometo no volverme a colar en una de sus clases).