Resumen: Al principio de la excelente serie Homeland, la protagonista pareciera que tuviera una condición bipolar leve, pero más adelante tiene que ser sometida a terapia electro-convulsiva quedando patente que en realidad tiene una bipolaridad bien marcada lo cual no sería compatible con su trabajo. Relaciono lo anterior con la inevitable pérdida futura de mi mamá lo cual me provoca tal miedo que he sufrido de lo que yo llamo mi complejo afectivo-geronto-financiero.
Procedencia de las imágenes. De izquierda a derecha y de arriba hacia
abajo: Imagen Homeland tomada
de Getty Images bajo licencia (RF: Royal Free = Libre de Regalías). Pulsión de Muerte de Freud: Tomada de Wikimedia bajo Licencia
Wikimedia Commons. Miedo a la pobreza: Imagen de OpenClipart-Vectors en Pixabay bajo
licencia libre. Hotel Mama: Imagen de Lamanoboba
tomada de Wikipedia bajo licencia creative commons. Estrés Bipolar por Miedo
a la Muerte de mi mamá: Imagen de Gerd
Altmann tomada
de Pixabay
bajo Licencia libre.
La serie Homeland (Wikipedia | IMDb)
que va desde el 2011 al 2020 trata de una agente de la CIA llamada
Carrie Mathison (Claire Danes) que secretamente es bipolar pero
después de un evento traumático su bipolaridad sale a la luz. Antes de esto se
las arreglaba tomando una cápsula de clozapina al día y estaba prácticamente
asintomática pasando derecho trabajando y tomando alcohol y demás cosas que son
prohibitivas para un bipolar. Y es muy improbable que, con solo un fármaco,
tomado caóticamente, y sometida a estrés, pueda estar sin síntomas a no ser que
tenga una bipolaridad leve. Después del evento traumático entra en manía (ánimo
clínicamente subido), pierde su trabajo en la CIA y como reacción a esto último
se deprime teniendo que someterse a terapia electro-convulsiva para
recuperarse. Entonces sí tiene una bipolaridad con un alto grado de severidad
lo cual no es congruente con lo que se muestra al principio de la serie antes
de dicho evento que no quiero nombrar para no dañar la sorpresa para mis
lectores se quieran ver esta serie.
La bipolaridad de Carrie le permite
ver y relacionar detalles que sus colegas de la CIA no pueden ver. Y en la
nombrada manía logra hacer un descubrimiento sobre un líder de la terrorista
organización Al Qaeda. Y aunque nadie le cree al principio de la serie
todas sus sospechas resultan ser reales. Esto es muy improbable pues en una
manía completa uno como bipolar puede relacionar cosas muy disímiles que, si
mucho dan para armar la trama de una novela, pero no para hacer descubrimientos
en la vida real. Pero al menos después del citado evento se muestra una
paciente con unos síntomas más reales correspondientes a una persona con una
bipolaridad tan severa que en porciones de la historia, se torna en una
enfermedad maniaco-depresiva.
De todos modos, esta serie es
thriller excelente que lo engancha a uno los suficiente como para quererla ver,
pero no es tan adictiva como por ejemplo “Desgnated Survivor” que lo fue tanto que además de hacerle un post en medio de la noche, paralizó mi vida durante un mes, dedicándome exclusivamente a esta
serie. En cambio, Homeland es de suspenso también, pero tiene el grado perfecto
de adicción como para quererla ver casi de seguido pero no como para paralizar
y causar una hipomanía en un espectador bipolar como lo soy. Recomiendo mucho
ver Homeland, repito, disponible en Amazon Prime Video.
Entonces Carrie se recupera tan
rápido con solo tomar clozapina. Al principio de la serie se las arreglaba así
pero después tiene un proceso de recuperación largo con Terapia
Electroconvulsiva (ECT) y todo lo cual es más salvajemente realista. Y recuerdo
muy bien la escena donde se pone a oír música con audífonos para hacer el
reporte de una misión de Beirut en la madrugada. Y el papá la manda a dormir y
ella dice que se demora dos horas más escribiéndolo. Me hace acordar de mis
años como estudiante cuando me trasnochaba estudiando sin la más mínima
preocupación por las consecuencias en mi condición bipolar.
Yo tengo una condición mucho más
leve que la de Carrie, y aunque es ficticia, me ha inspirado para no
preocuparme tanto por mis indicadores psiquiátricos. Seguiré haciendo higiene
del sueño estricta pero cuando aun reforzando con mi fármaco de emergencia (Oxcarbazepina)
no pueda dormir voy a aprovechar para escribir artículo bipolaroides como esté
en la presente noche de insomnio.
Otra cosa que me relaja es que ya
decidí dejar de preocuparme de un futuro lejano que no puedo controlar. Lo que
pasa es que mientras mi mamá esté viva voy a estar bien. Pero después de haber
perdido a mi papá en 2007 quedé traumatizado en cuanto al duelo de perder a un
padre. Pero es que el caso de mi mamá va ser peor pues, aunque yo quería mucho
a mi papá y teníamos muy buena relación, uno se apega más a la mamá y, además,
cuando la mía falte la pensión de mi papá se terminará y tendré que
inexorablemente bajar mi nivel de vida y eso me aterra, sobre todo cuando estoy
deprimido. Tanto que le tengo nombre y lo llamo complejo afectivo-geronto-financiero.
No encontré el artículo científico,
pero recuerdo a grandes rasgos un experimento hecho en ratas que viene a la
sazón de lo que estoy narrando aquí. Se clasificaron las ratas en dos grupos.
Unas genéticamente mutadas para ser más inteligentes y las otras eran normales.
Al principio de su vida a las ratas de los dos grupos las sometían a un evento
traumático. Por ejemplo, se accionaba una campana y después un electroshock fuerte
en el suelo del lugar donde vivían las ratas. Después las ratas continuaron con
sus vidas. Las sometían a diferentes pruebas como encontrar su salida de
laberintos y demás pruebas de este tipo. Las ratas mutadas para genialidad se
desempeñaban mejor en todas las pruebas. Pero cuando ya estaban entradas en
años (las ratas de laboratorio viven unos dos años), los investigadores
hicieron sonar dicha campana y las ratas genio quedaron paralizadas del miedo
ante este sonido. Las ratas normales no mostraron ninguna reacción de miedo ante
la campana. Lo qué pasó es que las ratas genio tenían mucha mejor memoria que
las normales. Entonces esto les permitía desempañarse muy bien dichas pruebas
de inteligencia, pero al tener mejor memoria, no habían sido capaces de olvidar
el evento traumático de su infancia. Estoy hablando del fuerte electroshock.
Solo con oír la campana, sin el electroshock, estas ratas genios quedaban
paralizadas ante el sonido reminiscente.
Pues me van a perdonar la creído
por lo que voy a decir a continuación. Aunque ya ve que no me da tanta pena
pues la mayoría de los que leerán este post son bipolares. Pues resulta que los
que sufrimos de esta condición tenemos la potencialidad de ser geniecitos. Por
eso, cuando estamos relativamente estables, nos va tan bien académicamente. Y
cómo los muestra la investigadora bipolar Kay Redfield Jamison [1-3], psicóloga y escritora bipolar especializada
en esta condición psiquiátrica, los bipolares somos especialmente buenos
para escribir. Lo que pasa es que le ponemos más drama a las cosas y podemos
recordar mucho más fácilmente eventos de nuestro pasado remoto como en el
experimento de las ratas genios narrado en el párrafo anterior. Es más, ahí
otro dato que leí a la carrera, pero no recuerdo dónde exactamente que dice que
los bipolares, probablemente por los extremos que somos, vivimos en el pasado y
el futuro y tenemos dificultades para estar en el punto medio que es el
presente. Por lo menos a mí me pasa mucho esto último. Entonces todo esto da
como resultado que, aunque ha bajado mucho, sufro de mi complejo afectivo-geronto-financiero
narrado.
Digo que ha bajado mucho por varias
cosas. Primero me puse a hacer cuentas y con la pensión, de un salario mínimo,
de la cual voy a disfrutar en 19 años (cuando tenga 65 años) no voy a quedar en
la inopia. Además, tenemos unas pocas propiedades inmuebles pequeñas a las que
se les puede someter a hipoteca inversa que es un mecanismo nuevo en Colombia
pero que ha demostrado funcionar muy bien en varios países. Dentro de poco será
posible que una persona mayor de 65 años pueda poner en un banco o una
aseguradora un inmueble, para disfrutar de una mensualidad hasta que se muera y
el banco se asegura el heredar en inmueble en cuestión. Mientras que uno esté
vivo puede disfrutar sus inmuebles y hasta arrendarlos para sacarles doble
renta.
Entonces cuando estoy de buen humor
como hoy, obviamente tengo una visión muy halagüeña de futuro. Pero cuando me
deprimo como me aterró ante el hecho de que mi mamá me falte. No solo por lo
financiero, pero sobre todo por lo afectivo también. Durante dicha depresión le
alcance a de decir a mi mamá:
– Lo mejor es que yo me muera antes que tú.
De hecho, cuando estoy bien
deprimido le pido a la vida el morirme antes de mi mamá. Se alborota lo que
Freud llamaba ma pulsión de muerte [4] que yo interpreto como un deseo inconsciente de
morir, también llamado “tanatos” y opuesto a “eros” que es el deseo de vivir.
Ya me pasa mucho menos, pero la pulsión de muerte da porque es la única forma
de solucionar todos los problemas, especialmente mi complejo
afectivo-geronto-financiero, pues mientras uno viva siempre habrá problemas
pendientes y esto en estado depresivo es muy difícil de soportar. Esto fue muy
patente para mí en el año 2017, cuando estuve haciendo algo no aconsejable como
ensayar fármacos por mi cuenta sin la supervisión de un psiquiatra, y tomé el
antidepresivo Trazodona. Me dio una reacción tan maluca dentro de la cual
llegué a la conclusión que lo mejor era suicidarme pues mi vida, en especial
después de que mi mamá faltara en unas décadas, ni tenía sentido ni viabilidad.
Menos mal me duro solo unas horas antes de dormirme. Después leí y resulta que
la Trazodona puede dar pensamientos suicidas. Entonces es la primera vez que comparto en público y
por escrito este miedo a perder a mi mamá después del trauma que me dejó la
pérdida de mi papá hace 13 años.
Pero exploremos más la parte
afectiva y emocional de lo que significa llegar a perder a la madre cuando uno
es bipolar. En mi caso he sido dependiente del afecto de las mujeres. Durante
mis 20s y 30s tenía que tener siempre novia o si no me daba angustia y me
empezaban a sudar las manos y todo. Me tenía que cuadrar con la que fuera. Ya
en mis 40s superé esta necesidad de tener novia a toda hora pues mi última
novia la tuve en 2016 (tenía yo 42 años) y desde eso estoy sin pareja y la
mayoría del tiempo ando muy campante y contento con mi relativa soledad. Digo
relativa porque cuento con mi madre y padrastro. En Colombia a individuos como
yo se les llama mamitos. Yo dependo de mi mamá, yo estoy feliz en mi hotel
mamá:
Y quisiera que las cosas sigan así
hasta el día de mi muerte. Pero, después de pasar por la pérdida de mi padre en
2007 debo ser consciente que también perderé a mi mamá. He de estar mejor
preparado. Algo muy importante que voy a hacer diferente es no abusar de los
anticonvulsivantes que porque supuestamente obran como estabilizadores de
ánimo. Durante el duelo por la muerte de mi papá, me dio una crisis de insomnio
tenaz, y estuve tomando anticonvulsivantes [Pregabalina (lyrica) y
Oxcarbazepina (trileptal)] en dosis muy altas para poder dormir y que
supuestamente se me estabilizara el ánimo. Eso fue entre 2008 y 2009
aproximadamente. Para ser más exactos me dio una fuerte crisis mixta. En estas
crisis se combina la tristeza de la depresión con el insomnio de la manía. Es
horrible. Y empeoré esa crisis mixta con tantos anticonvulsivantes. No cometás
el error que yo cometí: el tomar anticonvulsivantes como la Pregabalina,
Oxcarbazepina o Valproato todos los días a no ser que estés en hipomanía o
manía. Si todavía necesitás un estabilizador anímico hablá con tu psiquiatra
para que te recete Lamotrigina que es el único anticonvulsivante y
estabilizador de ánimo que funciona también como anti-depresivo. A mí me cayó mal,
pero es muy buen medicamento. Tomo Oxcarbazepina solo en contadas ocasionales
cuando me coge la tarde para dormirme por estar muy happy.
Pero eso es lo primero que haré
cuando pierda a mi mamá, no tomo anticonvulsivantes depresivos y empezaré a tomar
las máximas dosis de Amitriptilina que igual ayuda a dormir, así me ponga en
hipomanía o manía pues prefiero enfrentar el golpe inicia de dicha perdida
subido de ánimo. Pero para eso falta mucho y en este momento cada vez estoy
aprendiendo a vivir más en mi excelente presente en mi hotel mama.
Muchas
gracias por leer variopinto post.
Referencias:
1. Jamison KR. Touched with
Fire: Manic-Depressive Illness and the Artistic Temperament. Free Press
Paperbacks; 1994. Dispinble en: https://amzn.to/3sM49J9
2. Jamison KR. Manic
Depressive Illness and Creativity.
Scientific American: What Makes a Genius. New York. The Rosen Publishing
Group, Inc; 2008. p.52-64.
3. Jamison KR. Marcados
Con Fuego: La Enfermedad Maniaco-Depresiva y el Temperamento Artístico. Fondo
de Cultura Economica; 1998.
4. Corsi P. Aproximación preliminar al concepto
de pulsión de muerte en Freud. Revista chilena de neuro-psiquiatría. 2002; 40:
361-370. Disponible en: https://bit.ly/PulsionDeMuerte.
Consultado el 14-Feb-2021.