noviembre 26, 2011
Alvaro Duque Donoso, Bitácora Personal, Conmemoración, Física, Ibagué, muerte, Relaciones Públicas, Religión

Ya Hace Cuatro Años que mi Papá se fue..

… y todavía me duele su partida. Todos los días lo pienso, todas las noches sueño con él. El dolor ha bajado un poco, pero creo que es un dolor que permanecerá conmigo siempre. Hoy dormí hasta tarde y prácticamente estuve soñando con él toda la mañana. Sueño que le hablo pidiéndole por ejemplo alguna forma para comunicarnos donde quiera que esté (si es que todavía existe en algún lugar). O también tengo muchos sueños en los cuales me devuelvo en el tiempo y le advierto que por favor se haga revisar el hígado en un esfuerzo por cambiar la forma como se desenvolvieron los eventos en la vida real. Es obvio que mi inconsciente todavía no se resigna del todo a perder a mi papá. Siempre está buscando formas para cambiar los eventos o establecer comunicación con él. Pero conscientemente la cosa es diferente.

Como persona atea, materialista, etc., se que lo más probable es que mi papá ya no existe de ninguna forma. Su cuerpo entró en equilibrio entrópico con el medio (es la forma termodinámica para decir que murió) y cualquier energía residual que pudo haber quedado (que los creyentes llaman alma o espíritu) para mí es muy probable que se haya disipado y ya. Pero como es neurobiológicamente imposible que un ser humano sea 100% ateo, a veces guardo la esperanza de que alguna energía residual de mi papá esté residiendo en una de las tantas micro-dimensiones que predice la teoría de cuerdas [incluye la teoría M y es uno de los tantos esfuerzos de los físicos teóricos por conciliar la física a nivel macro (relatividad, gravedad) con la física cuántica para llegar una teoría unificada de campo que hasta ahora ha sido elusiva]. Expresado en estos términos puede que crea alguito. Lo que si no creo definitivamente es que está en el cielo gozando de la gloria eterna. Las cosas expresadas en términos religiosos definitivamente no me entran. En todo caso a veces fantaseo que la energía residual de mi papá esta en una de estas micro-dimensiones predichas matemáticamente por las teorías de cuerdas, y que tiene problemas de comunicación con nuestras cuatro dimensiones normales (alto, ancho, largo y tiempo). Ese sería como el mejor escenario (Best Case Scenario: BCS). El peor escenario (Worse Case Scenario: WCS) y repito, es que ya no quede nada de él. Que su energía residual como su cuerpo se estén diluyendo con el medio y no quede nada de él. Racionalmente hablando esto es lo mas probable. Pero aunque suene incongruente, cuando yo esté muriendo me volveré encontrar con él. Por qué? Porque cuando este mi en mi proceso de muerte mi cerebro creará la ilusión de que me estoy encontrando con mis ancestros, y esa ilusión será tan fuerte que no importa cuan racional sea, me la voy a creer. Entonces, así no sea más que una super-ilusión, cuando yo esté muriendo me re-encontraré con mis ancestros y demás seres queridos que hayan muerto a lo largo de mi vida.

Pero hay un lugar donde mi papá si es seguro que sigue vivo y es en mi memoria, en mi cerebro en general. Su ejemplo de hombre super recto, responsable, juicioso, etc (ya rayaba lo obsesivo-compulsivo) ha llegado a formar gran parte de mi super-yo. Y aunque yo soy más relajado que mi papá, me gusta el super-yo que programó en mí. Su ejemplo, junto con el de mi mamá obviamente, me han permitido llevar una vida ordenada aún sufriendo yo de una condición afectiva bipolar leve. Y como él mismo me enseño: el orden y la disciplina traen placer. Obviamente dadas mis características neurobiológicas, especialmente mi condición bipolar ciclotímica, no muestro todo el orden y la disciplina que el hubiese querido que yo desarrollase. Pero donde no hubiera yo tenido unos padres tan ordenados y estrictos, seguramente yo estaría muerto, institucionalizado o en la cárcel. Le agradezco mucho a mis padres la educación fuerte que me dieron y para el caso de este escrito destaco espacialmente lo exigente que fue mi papá, especialmente en lo académico. Todo esto me está permitiendo en la actualidad convertirme en un intelectualoide-no-bohemio, disfrutando del mayor y más sostenible placer que brinda el orden con respecto a los vicios.

Extraño las tertulias con mi papá. Eran discusiones, en el buen sentido de la palabra, que siempre terminaban bien. Ya fuera porque llegábamos a conclusiones interesantes o porque terminábamos tomándonos el pelo.  Como ya dije, mi papá fue un hombre muy disciplinado, trabajador, etc. En cambio yo siempre he sido un buena vida. Y esas dos formas de ver el mundo a veces chocaban de forma amigable. Extraño esos choques y discusiones amigables. Al final tomó tan enserio su trabajo (era un workaholic) que es mi opinión profesional que ese estrés fue lo que le disparó el cáncer que lo mató. Por eso yo, después de haber perdido mi colon por estres en el 2002 y mas aún más con la muerte de mi papá, he decidido cogerla suave, pues no quiero perder más órganos de mi cuerpo y mucho menos tener una muerte por una enfermedad grave. Gracias a los dioses, el arduo trabajo de mi papá y mi mamá fueron suficientes para permitirme vivir digna y austeramente por el resto de mi vida sin pasar por mayores dificultades. Por eso durante el velorio de mi papá, muchos de sus colegas me decían: “ahora usted es el hombre de la casa” y cosas de este tipo. Yo la verdad me reía por dentro. Pues sí, desde un punto de vista estrictamente biológico ahora soy el hombre de la casa, pero la jerarquía se mantiene, mi mamá es la que sigue mandando la parada, especialmente en lo administrativo (es una maga para administrara) y yo en realidad sigo siendo el niño de la casa, por más que ya vaya a cumplir cuarenta años. Ser el niño de la casa es muy ventajoso porque tiene uno menos responsabilidades y más comodidades y atenciones. En palabras psicológicas sufro de un “auto-inducido síndorme de Peter Pan”. En palabras biológicas práctico lo que yo llamo la “neotenia cultural”. Neotenia es la retención de caracteres infantiles para adaptarse mejor a un medio X. En mi caso, y de aposta, estoy reteniendo caracteres infantiles para tener una vida más cómoda y sobre llevar mejor mi condición bipolar ciclotímica. Sin embargo soy consciente que aunque mi mamá está muy joven y muy posiblemente me va a durar algunas décadas más, desde ya estoy empezando a empaparme del movimiento administrativo de las cosas de la casa, pues algún día a mi me va a tocar solo administrarlo todo (aunque para ese entonces espero contar desde NY con la ayuda de mi hermanita linda Gloria Elvira Duque de Quiroga). Entonces soy cómodo, pero a la vez soy consciente. Y he ahí otra razón por la cual he extrañado a mi papá. Era el encargado de todos los chicharrones (trámites, mercado, mantenimiento de los carros, etc.). Desde su partida en buena parte me ha tocada hacerme cargo de estos chicharrones, pero para ser francos, ya le estoy cogiendo el gusto el chicharrón. Pero sigo extrañando a mi papá.

Aunque ya lo había expresado en una entrada de hace unos pocos años en FB (todavía estoy en la labor de centralizar mis entradas en este blogspot) con mi papá también se fueron muchos “amigos”. Cuando mi papá vivía la casa mantenía llena de visitantes. Mi papá era un duro para las relaciones públicas pues como exitoso hombre de ventas manejaba una inteligencia social emocional muy alta. Pero la última vez que vi a la gran mayoría de “amigos” de mi papá fue en su velorio. Ahora me pregunto si eran amigos de verdad o simplemente compañeros del gremio veterinario. El tal fue que después de la muerte de mi papá y especialmente a mi mamá, la soledad nos golpeó muy duro, pues descubrimos que la mayoría de personas que visitaban la casa lo hacían por mi papá, y no tanto por mi mamá, y mucho menos por mi. A mi esta situación me dio duro pero no tanto, pues tengo a mis conocidos de Univalle que son bastantes. Pero mi mamá se me estaba enfermando de soledad y por esto principalmente, tomamos la decisión de venirnos a vivir a Ibagué desde septiembre de 2010. Mi mamá acá logro reconectarse con su familia y amigos, y hasta consiguió pareja. La situación le cambio totalmente para bien, tanto que ya siente que superó el duelo por la muerte de mi papá. A mi Ibagué también me ha recibido bien, pues aunque al principio estuve un poco solo, ahora tengo un grupo de amigos muy bacano y poco a poco voy conociendo a más gente interesante. Entonces las cosas han ido cambiando para bien. A veces fantaseo sobre el hecho de que mi papá no hubiese muerto todavía y todo siguiese igual en nuestras vidas en Cali. Pero toca abrasar el futuro y sus cambios con buena actitud, seguir viviendo, y sentirnos felices por todo lo que él nos dejó, tanto a nivel material como maestro. De pronto al vernos que poco a poco nos hemos recuperado y que ahora estamos empezando a sonreir otra vez, el también se sonría desde una de las micro-dimensiones donde podría estas en este momento.

ADD en Jardin Botanico de Brooklyn verano 2006
Álvaro Duque Donoso. MVz. (1948-2007)
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Juan Fernando Duque-Osorio

Juan-Fernando es Máster en Ciencias, Biólogo Profesional y paciente bipolar. Su condición lo ha llevado a ser inquieto por lo cual bloguea y da conferencias sobre diferentes temas. Actualmente está interesado en la consiliencia biología-humanidades y la mezcla, por medio de la Psicología Evolucionista, con el tema del trastorno bipolar sobre el cual funciona como psicoeducador de otros pacientes.

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