marzo 3, 2019
Bitácora Personal, Droga vs fármaco, duelo neuroquímico, el ministerio del tiempo, Farmacoterapia, la casa de papel, The man in the high Castle, Trastorno Bipolar

Los bipolares medicados somos farmacodependientes mas no drogadictos y otras divagaciones televisivas y políticas del 2018

En este artículo clarifico la diferencia entre droga y fármaco, y miro como el confundirlos puede echar a perder vidas valiosas por culpa de las drogas callejeras. Me defiendo de algunos familiares que me atacan por tomar fármacos psiquiátricos. Estos me mantienen relativamente bien, pero nunca estaré establemente bien por largos periodos de tiempo como las personas “normales”. Por eso uno de mis propósitos para el 2019, es que voy a retomar mis actividades, este como esté de ánimo y sueño en el momento de hacerlas. Afortunadamente estoy tomando la dosis más baja de fármacos de los últimos 11 años y sigo rebajando. Parece que además del duelo psicológico, la muerte de mi papá en 2007 provocó una suerte de duelo neuroquímico que apenas está empezando a ceder. Hablo de las principales series que mi vi durante el 2018, dentro de la cual resalto “The man in the high castle”, que es una ucronía distópica en la cual el eje gana la segunda guerra mundial, gracias a la actitud aislacionista del presidente de EUA en esta novela de realidad alternativa. Política aislacionista que está llevando a cabo Trump en nuestra realidad presente y que conducirá a que otras potencias y grupos terroristas llenen el vacío que EUA está dejando en el ámbito internacional. Conecto esto con la política colombiana del 2018. Menos mal Colombia no cayó en manos del populismo e izquierdismo y al menos estamos cuatro años seguros en los cuales no seguiremos el camino de Venezuela.

Me acabo de leer el artículo que escribí hace un año haciendo el balance el 2017 link y fui muy sobrador. No se cumplió con el objetivo principal del año 2018 que era publicar el primer libro relativamente largo de psicología evolucionista originalmente escrito en español. Avancé pero muy poco. Y la razón de fondo por la cual no pude cumplir con este objetivo es que los extremos se juntan. En el balance del 2017 dije que había encontrado la panacea para mis problemas de sueño y que eso era la higiene del mismo que procuro hacer todas las noches. Pues resultó ser demasiado efectiva esta solución. Tanto que me causó problemas. Empecé a dormir mucho y aproximadamente cada mes me tocó rebajarle un poco a mi fórmula farmacológica para no dormir tanto y entonces hay veces le rebajaba mucho y tenía que parcialmente que retroceder y para acortar el cuento cada mes tenía un descuadre de sueño. Y sin un horario de sueño estable no hay rutinas, y sin estas últimas no hay disciplina y de esto derivaría que no hay éxito, y yo necesito ser exitoso pues aunque mi sobrevivencia está asegurada de pronto mi supervivencia (mantener mi actual nivel de vida) no tanto. Espero que el ser consciente de lo último y el haber a una fórmula neurofarmacologica mínima pero estable, me permitan avanzar más en el 2019 pues mi cronograma de libros a ser publicados está muy apretado, así viva yo lúcido hasta los 90 o 100 años (tengo 44). De todos modos me estoy resignando a que nunca tendré un sueño estable y para el 2019, cuando empiece mi año hábil el 14-Ene-2019, voy a trabajar todos los días hábiles de las 14:00 a las 19:00 sin importar cómo haya dormido. Porque hay que entrar en acción para estar listo y no al revés. Vamos a ver cómo me va con este empeño.

A primera vista esta tendencia de cada vez dormir más y más, fácilmente me llevaría a no volver a tomar fármacos psiquiátricos, como erróneamente lo quieren muchos de mis familiares. Erróneamente porque la literatura psiquiátrica es elocuente a la hora de demostrar que cuando uno tiene una condición mental debe tener al menos una farmacoterapia básica para evitar recaídas. Afortunadamente en mi núcleo familiar inmediato sí entienden mi situación pues comprenden que a una persona con una condición bipolar como la mía le quedan dos caminos: o tomar fármacos correctamente recetados por un facultativo (como es mi caso) o perderse en las drogas callejeras y convertirse en un indigente. Esto ya no me va a pasar a mí porque afortunadamente vengo de una familia que por el lado de mi papá es de tradición médica y como cualquier problema de salud se atacó mi bipolaridad desde los 14 años de edad (llevo 30 años lidiando esta condición) con fármacos recetados por un grupo de médicos que me atendió cuando empecé con este problemita. Otros bipolares a los les hago consulta me dicen que se sienten mal tomando tantas “drogas” que les receta su psiquiatra. Y he aquí el meollo de este párrafo. Fármaco (o medicamento) es muy diferente a droga. Yo soy fármaco-pendiente más no drogadicto. Las drogas violan la relación costo/beneficio o cambiando el numerador por denominador, la relación sosteniblemente de placer/sufrimiento que nos enseñó Epicuro. Las drogas dan placer en el momento de ser consumidas. Pero causan mucho daño en el mediano y largo plazo. Los medicamentos, al contrario, generalmente no producen placer al consumirlos pero, correctamente recetados y tomados, producen bienestar en el mediano y largo plazo. Y salvo pequeñas excepciones como las benzodiazepinas (Clonazepam, Alprazolam, Diazepam, etc.) la gran mayoría de fármacos psiquiátricos no producen adicción. Entonces uno, como paciente con una condición mental no debe sentirse mal por estar consumiendo medicamentos dentro de un plan farmacológico recetado por un médico y dentro del cual uno puede moverse con un poco de libertad según cambié la marea del sueño, en el caso de la bipolaridad. Pero esto también aplica para otras condiciones sobre-todo para la esquizofrenia, donde también he hallado resistencia por parte de algunos pacientes para tomar sus medicamentos. La psicoterapia ayuda mucho. Yo me desahogo por ejemplo por medio de la escritura terapéutica en mi bitácora privada (que solo la leo yo y es diferente a mi blog). Pero cuando existe una condición mental, la farmacoterapia es imprescindible. De hecho en un estudio de la APA (American Psychological Association) demostró que la psicoterapia no era más efectiva que la farmacoterapia en condiciones como el trastorno afectivo bipolar y la esquizofrenia. Como sería de bueno que familiares míos que no son profesionales de la salud, leyeran esto para que entiendan que yo voy todos los meses al médico por mis fármacos y que estos son tomados por necesidad y no por placer. Muchos me ven tan bien que no creen que soy bipolar. Otros salen con la típica oración:

 – Usted es muy inteligente por lo cual no puede tener ningún problema mental

Cuando es precisamente la bipolaridad la que me da el pequeño toque de genialidad que al menos yo creo que tengo. Yo crecí en Cali-Colombia dentro de mi núcleo familiar, aislado del resto de la familia, que en su mayoría vive en Ibagué, ciudad del centro de país, y a la cual nos vinimos a vivir hace 8 años. Tener familiares en la misma ciudad es muy bacano pero es un poco incómodo cuando se le meten a opinar sobre cosas personales sobre de las cuales no son expertos, así sea con buenas intenciones. Y no les he podido explicar estas cosas a de mis contradictores porque se basan en dos supuestos erróneos:

– Que fármaco y droga son lo mismo
– Que yo no soy bipolar

De esas dos premisas solo se puede concluir que yo soy un drogadicto, buena vida y mentiroso. Y es que un familiar me lo dijo de frente así:

– La bipolaridad es un show que usted tiene montado para hacer lo que se le dé la gana.

Otro familiar, en una fiesta, me dijo que dejara de consumir “drogas” para el cerebro mientras a la vez consumía alcohol y nicotina, que aunque son legales, son drogas.

Tomado de https://www.elespectador.com/noticias/salud/medicamentos-para-activar-el-cerebro-una-muy-polemica-receta-articulo-752773

Hay unos primos de mi mamá que manejan el concepto que la mente manda sobre la materia (mind over matter). Eso es cierto. Es más, yo soy cognitivista (teoría computacional de la mente) y creo también que el cerebro (hardware) además de ser un neuro-computador es un computador cuántico, y como tal produce como epifenómeno una mente (sistema operativo) que potencialmente es miles de veces más poderosa que aquella de un neuro-computador solo. El problema es que no tenemos ni idea de cómo utilizar todo este gran potencial. Entonces yo les haría la siguiente pregunta a estos primos:

– ¿Usted le aconsejaría a un diabético que dejara de inyectarse insulina y que controlara los niveles de glucosa en sangre con el poder la mente?

Esto en teoría es posible, repito, por el potencial cuántico del cerebro. Pero si el paciente diabético siguiese el anterior consejo, de sobra le da un coma diabético mortal, antes de aprender a usar su poder mental para con solo este último manejar sus niveles de glucosa. Y en el caso de nosotros los bipolares o los esquizofrénicos, es más difícil todavía pues el mismo órgano (cerebro) que debe usar su poder mental para mejorarse, está comprometido.

Y es que existe un prejuicio en contra de los medicamentos para el cerebro. Tomar fármacos para otros órganos está bien. Pero para el cerebro no. Esto es triste porque la vida de muchos jóvenes se echó a perder por tener una condición mental ante al cual sus padres, por el estigma social, no la hicieron tratar farmacológicamente a tiempo, y fueron pacientes que se convirtieron en indigentes. Estos es una pena porque desde hace unas décadas ya, contamos con la tecnología farmacéutica para tratar los trastornos mentales, permitiendo que brille la genialidad con que natura dotó a estos personas “enfermas”.

Tengo otro primo mayor de la corriente “mente sobre cerebro” que fue criado en el trópico pero hace unas décadas vive en una zona templada del planeta y tiene problemas de sueño. Uno de sus hijos me contó que se alcanza a deprimir en invierno. Además somos de ascendencia paisa (descendientes de judíos; etnia donde más bipolares se ven). Todo esto para mi configura un leve caso de desorden afectivo estacional (DAE) en dicho primo. Pero por equiparar droga con fármaco parece que no está tomando medicamentos. El DAE está una condición miembro del gradiente afectivo bipolar y como tal evolucionó como sobre-adaptación al duro régimen estacional del Pleistoceno (2.5 millones de años atrás hasta hace 10,000 años). Ver un interesante y corto artículo sobre este tema.

Volviendo a mi caso por ejemplo, y aunque cada vez estoy más estable, hay veces quiero darle tal o cual giro a mi vida según como me sienta en el momento y eso se puede ver en los diferentes artículos de este mi blog, en los cuales en algunos de ellos digo que voy a aprovechar una oportunidad de trabajo como asesor académico para ayudar a enviar estudiantes a continuar su formación en países anglosajones (ver artículo). En otro artículo dije que no iba a volver a publicar más libros en Amazon (ver artículo) cuando en realidad sí lo voy a seguir haciendo (ver mipágina de autor en Amazon). A veces pienso que me debería dedicar solo a mi blog, o solo a la consultoría, o a mi negocio de edición y traducción de documentos académicos para publicaciones internacionales, etc. Cuando en realidad puedo hacer todas estas cosas que son complementarias entre sí; pero como mi bipolar mi mente ve todo en blanco y negro entonces pienso, erróneamente, que son mutuamente excluyentes.

El que lea el anterior párrafo pensará que vivo ocupadísimo haciendo todas estas cosas más las molestas diligencias callejeras que nunca faltan. Ya quisiera yo estar así de ocupado y además hacer deporte, como es la vida de la mayoría de mis contemporáneos. Pero en realidad lo logro por semanas. Hay muy buenas semanas y otras en que hago muy poco. Es parte de ser bipolar y máxime ahora que, como ya lo dije al principio de este artículo, mi sueño tiende a mejorar en calidad y cuantía. Menos mal que ya dejé el vició de auto-medicarme, como lo hice en el 2017, en el sentido de tomar fármacos no recetados por un médico, lo cual hacía solo con leer un poco sobre los mismos en internet, permitiendo que mi master en ciencias básicas médicas se me subiera a la cabeza y me creyera con la autoridad de auto-medicarme. Este año no he incluido medicamentos nuevos a mi esquema farmacológico. Todo lo contrario. He eliminado fármacos y estoy reduciendo los me fueron recetados la última vez que fui al psiquiatra. Estoy tomando la dosis más baja de los últimos 11 años, según pude comprobar en mi bitácora privada. Y sigo rebajando fármacos. Yo creo que, además del duelo psicológico que se me pasó en diciembre de 2015 cuando una Ucraniana me tumbo U$500 (ver artículo), la muerte de mi papá, el 26-Nov-2007, me creo una especie de duelo neuroquímico que recién ahora está cediendo y eso es lo que me ha permitido bajarle a tanto a mis fármacos en las últimas semanas. Eso me tiene muy contento.

Cambiemos de tema pero relacionémoslo con lo anteriormente dicho. ¿Entonces que hago las semanas de poca o ninguna productividad? Ver series, películas y leer. Hablemos de lo light. Hacia el 2011 me había a afiliado a Netflix USA pues la versión colombiana no tenía los títulos que más interesan que son Star Trek y Star Wars. Pero este año me afilié a Netflix Colombia y ahora está mucho mejor. Tiene las producciones que más me gustan y mucho más. La primera serie que mi vi fue “La casa de papel” (ver enIMDb) Es una serie española que narra la historia de un robo muy bien planeado a la casa de la moneda española. La banda de ladrones logra infiltrarse a dicha casa y toman como rehenes a los turistas que ese día visitaban la fábrica de moneda y timbre de España. Entre los rehenes está la hija del embajador de Inglaterra convirtiendo esto en un problema de interés estatal. Se quedan como una semana fabricando los billetes que se van a robar y el director de la banda desde afuera y de forma oculta infiltra la policía y hace mil cosas más para que el robo sea un éxito. Súper recomendada esta serie.

Otra serie española que recomiendo es “El ministerio del tiempo” (ver en IMDb). Se trata una institución secreta del estado que cuida miles de puertas por medio de las cuales se puede viajar al pasado. Su misión es cuidar que la historia española no sea cambiada. Cada vez que esto pasa se enciende una alarma y la patrulla, que es el trío de protagonistas, es enviada a corregir la historia que enemigos del ministerio han cambiado para satisfacer sus propios intereses. Es muy buena. Es una serie hecha por tve (televisión española) que es la TV estatal de España, y como tal es muy buena para aprender detalles de la historia de dicho país. Pero son un poco laxos con las paradojas temporales que tan bien explotan las producciones gringas. De todos modos súper-recomiendo esta serie.

Fuera de Netflix, salió la tercera temporada de “The man in the high castle” (ver en IMDb) parcial y ligeramente basada en la novela homónima de Philip K. Dick traducida al español como “El hombre del castillo”. La versión televisada de la novela es una ucronía (novela alternativa) en la cual el presidente F. Roosevelt es asesinado y su reemplazo no se involucra en la II guerra mundial de acuerdo a una política aislacionista (como la de Trump en la actualidad) llevando a que los aliados pierdan dicha guerra. Japón y la Alemania Nazi victoriosos se dividen territorialmente a Estados Unidos y se forma una guerra fría entre ambos imperios. Las primeras temporadas giran al alrededor de unas cintas de video donde se muestra a los aliados victoriosos en la II guerra mundial. Todos tratan de obtener estos videos prohibidos. En la tercera temporada ya introducen el hecho de que estos videos son auténticos y muestran realidades paralelas. Tanto que los nazis de la serie, empiezan experimentos para construir una máquina gigantesca para invadir también a estos mundos paralelos. Estoy expectante con respecto a la cuarta temporada. Series cómo estás donde se muestra una realidad alternativa distópica me hace valorar el hecho de que, en la realidad, lo grueso de la guerra fría ya terminó (con Putin a la cabeza de Rusia este país se alinea con los enemigos de Estados Unidos y con estas condiciones la guerra fría sigue viva) y que estemos prácticamente dominados por un imperio como lo es EUA que al menos de dientes para afuera promueve cosas tan valiosas como la libertad y la democracia. Lo que me da lástima es el presidente actual de EUA. Trump está promoviendo una política aislacionista como la que llevó a este país a perder la II guerra mundial en la serie que se reseñó en la primera mitad de este párrafo. Se ha retirado de importantes tratados internacionales como el de Paris porque Trump no cree en el calentamiento global. Está retirando sus tropas de Siria y sin duda Rusia y organizaciones terroristas llenaran el espacio que EUA deje libre. Y en general se ve como otras potencias como Rusia y China van proyectándose en los ámbitos de donde Trump está retirando a EUA. Fuera de eso está despidiendo individuos claves del estado que podrían estarlo investigando. Su política migratoria es un asco, dentro de lo cual destaca la horrible separación de los miembros de las familias que tratan de llegar a EUA. Sin embargo la economía del país va bien y también hay que reconocerle que ha logrado avances con respecto a corea del norte lo que apunta a algún día lograr de desnuclearización de la península coreana. Sin embargo me gustaría que no continuara en el poder y llegara al mismo una persona más sensata.

Siguiendo con el tema político, sobre el cual se muy poco pero me encanta comentarlo, este fue un año electoral en mi país Colombia. Hubo elecciones parlamentarias y presidenciales. Al principio del año me iba asustando el favoritismo en las encuestas del izquierdista y exguerrillero Gustavo Petro. Afortunadamente ganó las elecciones Iván Duque del partido de centro derecha “Centro democrático” fundado por el expresidente Álvaro Uribe. ¿A la sazón de ucronías distópicas, que hubiese pasado si Petro hubiera ganado las elecciones? Muy seguramente Colombia estaría en rumbo de convertirse en otra Venezuela. Yo me acuerdo que hace años, cuando Hugo Chávez era candidato a la presidencia de este último país, se mostraba muy recatado y humilde. Petro, que fue amigo y alumno de Chávez, es mucho más arrogante. Si así fue como candidato no quiero imaginarme cómo sería de presidente. Petro, exguerrillero, amigo de las FARC y de la dictadura de Venezuela, hubiera seguido los pasos que han llevado a la miseria a nuestros vecinos del este. Con su discurso populista, con el cual pretendía beber leche y comer carné de la misma vaca alcanzó a conquistar el corazón de muchos adeptos. Afortunadamente Colombia es un país conservador conformado por gente inteligente que en su mayoría no se dejó conquistar por las promesas imposibles de cumplir del populista Petro. El llamado socialismo del siglo XXI lo único que tiene de nuevo es el cambio de siglo. Pero es la misma fórmula que hizo que la Unión Soviética se desplomara. El socialismo no funciona porque no es natural en especies como la nuestra. Como dijo sobre el socialismo Edward O Wilson, el padre de la sociobiología:

“Hermosa teoría, especie equivocada.”

Tendríamos que ser todos clones para que una teoría totalmente igualitaria funcionara. Según Marx, el socialismo es un paso previo al comunismo. Como serán de antinaturales que el comunismo nunca se ha podido instaurar en ningún país en la realidad. Requeriría que todos naciésemos como tabulas razas para ser iguales y que después de un tiempo siguiéramos siendo iguales. Para ver más sobre las críticas a la tábula raza ver este corto artículo mío. También recomiendo ver los videos en YouTube de la politóloga Guatemalteca Gloria Álvarez (ver lista de videos). Raja sabroso del socialismo, comunismo, populismo, etc.

El presidente actual de Colombia, aunque ganó con una votación muy alta, no goza de mucha popularidad en la actualidad porque está impulsando una reforma tributaria que aumentará los impuestos para corregir el déficit fiscal crónico del país que actualmente que casi asciende a 5 mil millones de dólares. Hay que criticarle que con la disculpa de que se genere más empleo no está aumentándole muchos impuestos que digamos a los dueños de las empresas más grandes del país. Pero es que en Colombia no estamos acostumbrados a pagar impuestos reales y justos. Como anti-populista que es, el presidente Duque está tratando de corregir un problema crónico de forma impopular. Ojalá esto vaya acompañado de severos castigos a los corruptos y evasores de impuestos. Si Colombia solucionará estos dos últimos problemas, no habría necesidad de hacer una reforma tributaria que se está presentando como una ley de financiamiento ante el congreso. Ojalá el gobierne del presidente Duque haga buena labor (y divulgue esa buena labor), no vaya a hacer que dentro de menos de cuatro años, la gente cansada vote por un Petro y Colombia caiga en las fauces del populismo y socialismo. Que los dioses nos libren de semejante sino.

Gracias por leerme.
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Juan Fernando Duque-Osorio

Juan-Fernando es Máster en Ciencias, Biólogo Profesional y paciente bipolar. Su condición lo ha llevado a ser inquieto por lo cual bloguea y da conferencias sobre diferentes temas. Actualmente está interesado en la consiliencia biología-humanidades y la mezcla, por medio de la Psicología Evolucionista, con el tema del trastorno bipolar sobre el cual funciona como psicoeducador de otros pacientes.

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