noviembre 11, 2011
Bitácora Personal

Hoy tengo ganas de hacer una entrada en mi Blog..

… pero no se exactamente sobre que. Será improvisar. El problema es que estoy acostumbrado a dos clases de escrituras que no incluyen los blogs públicos: una es la escritura de artículos de revisión en su mayoría de divulgación científica. Y la otra es una forma de escritura que quizás erróneamente yo llamo de tipo “auto-psicoanalítica”: hace unos cinco años llevo una bitácora personal donde me analizo y comento los principales aconteceres de mi vida. Empecé a hacer esto por dos razones: una porque es saludable para todo el mundo, pero especialmente para una persona bipolar ciclotímica como yo, el llevar una bitácora personal. Y la otra razón es que durante la única sesión de psicoanálisis que he tenido durante mi vida, alrededor del año 2003, salí muy decepcionado, pues el terapeuta lo único que se dedicó a hacer es a decir “¿y que más?” o “sigue hablando”, pero yo me sentía cómo un loco hablando solo. Desde allí me dije esa función que estaba realizando este terapeuta la puede desempeñar un computador y por estas dos razones empecé mi bitácora personal.

Lógicamente en ella se incluyen detalles muy personales que son in-publicables como están actualmente, pero estoy centralizando todas las entradas en una base de datos para después ordenarlas por temas o mejor cronológicamente y cambiar los detalles claves y escribir una pequeña novela de como ha cambiado mi vida durante mis años 30s, empezando por mi crisis de colon del 2002 que casi me mata de peritonitis, para culminar con el traslado a Ibagué hace ya casi un año y medio, pasando por el noviazgo mas bacano que he tenido y la muerte de mi papá. Es por todo esto que aunque tengo experiencia escribiendo, no la tengo como “bloguero”, pues es muy diferente escribir una bitácora personal para solo desahogarme y ser leída por mi mismo, a escribir un blog para que otros lo lean.

Hablando de ya casi completar un año y medio en Ibagué debo reconocer que la experiencia ha sido agradable. Con unas muy pocas ocasionales crisis que me hacen extrañar a Cali, pero en general el traslado a Ibagué a sido provechoso. Como ya lo había reportado, mi mamá superó su duelo por la muerte de mi papá en 2007, y a excepción de unas pequeñas crisis mi sueño ha mejorado mucho por el clima más frío de Ibagué. Las relaciones públicas se empiezan a mover poco, y estoy muy contento empezando a participar en actividades de la Universidad de Ibagué. Por ahora solo estoy yendo a las tertulias literarias de los jueves y ocasionalmente a las filosóficas de los viernes. Pero la idea es ir participando poco a poco en mas actividades en esta Universidad. A este respecto hay algo que me llama mucho la atención de Ibagué. Me da la impresión que es mas abierta la Universidad de Ibagué, que la del Tolima que es pública. Nunca pude ir a una actividad gratis a la Universidad del Tolima, pues para asistir a casi cualquier taller o demás, hay que pagar el curso completo. Esto me chocó al principio del año, pues vengo de pasar mas de 15 años en la Universidad del Valle y como universidad pública que es, estoy acostumbrado a asistir a cualquier clase de forma gratuita. Ese choque que tuve a principios de este año con lo cerrada que es la Universidad del Tolima me provocó una pequeña crisis que me hizo considerar la idea de devolverme a Cali. Afortunadamente resulté contactado con el grupo de la profesora Martha Fajardo de la Universidad de Ibagué y las cosas mejoraron mucho a partir de mediados de este año.
Parece que la explicación a esta contradicción de una universidad pública sea mas cerrada que una universidad privada parece ser la de siempre: dinero. Universidades públicas pequeñas como la UT tienen poco presupuesto asignado por el estado por lo cual tienen que echar mano de cualquier peso que les pueda entrar. Por eso envés de tener un turista intelectual como yo recibiendo clase gratis ocasionalmente, se ven en la obligación de cobrarle a uno el curso entero. Otra de las razones que pude averiguar es que han habido casos en la UT de gente que se gradúa debiendo materias con la disculpa de que vieron las asignaturas pendientes como asistentes. Esto me pareció ridículo. Como es que una universidad no tiene claro en sus registros quien esta realmente matriculado en un curso y quien no?
Y al final todo esto apunta a la privatización paulatina de las universidades públicas. Y por la experiencia que acabo de narrar me atrevo a predecir que las primeras universidades en estar siendo privatizadas son las pequeñas. Que lástima. Esto nos lleva a la movilización nacional de estudiantes de ayer. Hay que resaltar que todo parece indicar que fueron manifestaciones pacíficas e incluso artísticas. Esto está muy bien. Pero lastimosamente, teniendo en cuenta que somos satélites de EUA y que la segunda ley de la termodinámica dice que todo sistema tiende al desorden (en palabras coloquiales las cosas tienden a empeorar no a mejorar espontáneamente) lo mas seguro es que la reforma a la educación termine siendo aplicada. De pronto mas adelante y de forma dosificada. Lamentablemente Colombia llegará a una situación parecida a la de EUA en la cual una ínfima proporción de la población va a la Universidad, con el agravante de que acá no hay suficientes empleos para gente sin educación profesional o al menos técnica.
Irónicamente me siento bien de ánimo pero pesimista a la vez. Las protestas estudiantiles me llevan a pensar también en las protestas por la instauración de la mina de la Colosa en Cajamarca por parte de Anglo Gold Ashanti (AGA). Se sabe que va ser, perdónenme la expresión, la gran cagada desde el punto de vista ambiental, por decir lo menos, y no me llamaría la atención que resultásemos tomando agua con trazas de mercurio y sobretodo de cianuro por parte del ya deficiente acueducto de Ibagué (AGA ya le está comprando predios al gobierno en el cañón del Combeima de donde sale el agua para Ibagué). Pero esbozando las mismas razones del párrafo anterior, lo más seguro es que esta mina sea instaurada.
Entonces que nos queda por hacer? Protestar con la lejana aspiración de que estos males no nos sean impuestos. Toca aplicar la lógica de los extremos que esboza Estasnislao Zuleta. En palabras Hollywoodenses: Aspirar a la mejor pero alistarse para lo peor.
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Juan Fernando Duque-Osorio

Juan-Fernando es Máster en Ciencias, Biólogo Profesional y paciente bipolar. Su condición lo ha llevado a ser inquieto por lo cual bloguea y da conferencias sobre diferentes temas. Actualmente está interesado en la consiliencia biología-humanidades y la mezcla, por medio de la Psicología Evolucionista, con el tema del trastorno bipolar sobre el cual funciona como psicoeducador de otros pacientes.

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