marzo 18, 2014
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Fusiones y Propiedades Emergentes: El Arte y la Ciencia son Dos Caras de la Misma Moneda

Bueno, ya debo tener cansados a mis pocos lectores (empezando por mi hermana: ver su blog) en el sentido de que después de muchos años con problemas de sueño y ánimo, desde el 2012 para acá me he mejorado muchísimo en esto dos frentes y otros. Pero estar bien animo trae un problemita: siento que me gusta todo. Como lo había escrito en una entrada anterior, y aunque siempre seré salsero, cada vez me están gustando más tipos de música, que incluyen el pop, el country, rock y baladas de los 80s y 90s, flamenco, la fusión de ritmos como lo hace Carlos Vives que como todos sabemos mezcla muy bien el vallenato y el rock. No le había puesto a su último álbum lanzado en abril del 2013 (Corazón Profundo) y está buenísimo.  También me está gustando la música nueva era y un largo etcétera. Pero bueno, esto no es preocupante, antes es bueno porque me permiten adaptarme a diferentes tipos de parches. Lo que si me pone a pensar un poco es que tengo mi mente literalmente prostituida, pues me estoy haciendo mis pesos traduciendo y editando material para las publicaciones de algunos profesores-clientes que tengo en la Universidad del Tolima y la Universidad de Caldas (traté de conseguir clientes en la U de donde me pos-gradué: la Universidad del Valle y nunca fue posible) en temas que nada tienen que ver con mis intereses y que van desde la agroforestería hasta la química. No se trata de que uno lo tenga que saber mucho de estos temas para trabajarlos, es cuestión de tener buenas bases y estructura mental.

Y es que yo pienso que esas son las dos cosas más importantes que le quedan a uno después de haber sido estudiante de un buen claustro como Univalle. Esto lo empecé a entender en el pregrado cuando le hice un reclamo a mi profesor de ornitología, Humberto Álvarez-López, sobre una pregunta mal corregida por él en un examen que yo presente y que significaba menos de una décima más. Me dijo:

– Que sepás que es la fúrcula en las aves no es lo importante. Acumular datos no es el principal propósito de estar haciendo una carrera universitaria. Lo verdaderamente valioso de pasar por una universidad como esta, es que aprendás a pensar por vos mismo.

Tenia toda la razón. Los datos están en los libros e internet. Entonces en la actualidad, aunque no soy experto en nada, tener bases y una estructura mental en ciencias me permite trabajar con documentos que estén dentro del ámbito de las mismas. Hasta el 2010 tenía la idea de hacer PhD en filosofía, lo cual hubiera sido imposible, pues no tengo formación en humanidades. Entonces esta mente promiscua y prostituida mía tiene sus límites. Ahora, el otro extremo es casarse con una sola línea de investigación para el resto de la vida, como le toca hacer a la mayoría de investigadores que son profesores universitarios. Tengo entendido que uno de los jurados de mi tesis de maestría (Leonardo Lareo QEPD, Universidad Javeriana de Bogotá-Colombia) estuvo dedicado por más de 20 años a modelar por medios computacionales (in silico) un receptor neuronal. Yo no podría darle a lo mismo por 20 años. Entonces lo que quiero decir  con todo esto es que estoy buscando un equilibrio entre tener una mente promiscua y prostituida, en un extremo y tener una sola línea de investigación para toda la vida. Relacionado con esto, hay veces que me dan ganas de no volver a trabajar en las publicaciones de otros investigadores y tomar la decisión de volverme un  escritor de tiempo completo. Pero, así yo tenga renta, no voy a rechazar trabajo de otros investigadores, pues la platica nunca sobra. Entonces por ese lado me toca seguirme prostituyendo intelectualmente. Pero a la vez he tomado la decisión de tomar la escritura como una profesión seria. Además de haber recibido algunas felicitaciones por mis escritos de algunos amigos, creo que genética y culturalmente puedo estar predispuesto para escribir al menos relativamente bien. Por el lado biológico y como nos lo ha demostrado Kay Redfield Jamison, psiquíatra y escritora bipolar, el registro biopsicográfico es elocuente a la hora de demostrar que la mayoría de los grandes escritores y demás artistas de la historia, han sufrido de alguna condición o enfermedad mental, generalmente perteneciente al gradiente bipolar. Por el lado cultural tengo entrenamiento para escribir científicamente lo cual se puede ver por las pocas publicaciones científicas que tengo. Entonces la idea, además de seguir trabajando para otros investigadores, es acercarme a la literatura, en lo cual no tengo formación, pero sobre la cual he ido aprendiendo cositas gracias a profesoras muy duras en este tema aquí en Ibagué como Patricia Coba, y las tertulias de la profesora Martha Fajardo, que son muy buenas amigas y unas duras en cuanto a humanidades en general y literatura en  particular. Entonces tengo que ponerle orden a mis intereses intelectual, para lo cual estoy siguiendo el modelo de un escritor al cual no le llegaré ni al mugre de la suela de sus zapatos. Se trata de Isaac Asimov (QEPD) quien realizó unas 450 publicaciones y recibió unos 15 Doctorados (PhDs) honoris-causa. Lo interesante de Asimov como modelo para mi, es que logró publicaciones científicas serias y reales, y de ciencia ficción también. Y esto último es la palabra clave para ponerle orden a mis intereses intelectuales: es escribir ciencia ficción, en lo cual ya he sembrado mi primer pinito histórico-futurista (ver historia). Si bien la ciencia ficción no es una línea de investigación, pues es muy amplia, puede servir, repito, para ponerle orden a mis inquietudes intelectuales. Y volviendo con lo de las fusiones, en este caso no musicales, sino intelectuales, la ciencia ficción permite, además de acercarme desde la ciencia a la literatura, mezclar y explorar una diversidad de temas tal, que no alcanzan ni mil vidas para tratar al menos una muestra significativa de tópicos.

Aunque muchos no estarán de acuerdo, yo digo que la ciencia y el arte son dos caras de la moneda, por varias razones. El arte es emoción, desorden, espontaneidad, etc. La ciencia es orden, racionalidad, etc. Conozco varias parejas formadas por artistitas y científicos y, aparentemente, llegan a buen equilibrio. Además, siendo puristas en cuanto a los significados de arte y ciencia, los dos producen obras que deben ser muy lindas (arte) e interesantes (ciencia), pero deben ser inútiles en el sentido cotidiano de la palabra. Cuando se le encuentra utilidad práctica a datos y conceptos descubiertos científicamente, ya entramos al terreno de la técnica. Así por ejemplo la medicina es una rama técnica (aplicada, práctica) de la biología. En el caso del arte podríamos decir que la arquitectura es una rama técnica de las artes gráficas y demás. No estoy haciendo juicios de valor (decir que A es mejor que B por el simple hecho de ser diferentes) al comparar lo que es verdaderamente artístico o científico con respecto a sus aplicaciones prácticas. Así por ejemplo la medicina necesita de la biología, mas exactamente de las ciencias básicas médicas (en lo cual tengo una maestría) pues sin los descubrimientos científicos básicos, la medicina no podría existir. Ahora, las ciencias básicas sin una aplicación, no pasarían de producir descubrimientos interesantes. Esa es una de las razones por las cuales por ejemplo un médico especialista tiene mas reconocimiento socio-económico que un biólogo con maestría (como yo). Mientras que desde un punto de vista estrictamente académico sea al revés (un magister tiene más jerarquía que un especialista). Esto me recuerda como mis padres, sobretodo mi papá, trato arduamente de convencerme que en vez de biología estudiara medicina, pues entre otras cosas, a el le hubiese gustado ser médico humano, pero le tocó conformarse con ser médico veterinario. Cuando llevé mi formulario al estadio de Cali para empezar mi proceso de admisión a la Universidad del Valle en 1992, el que me atendió desde adentro de una ventanilla me dijo algo como:
– Vos tenés muy buen puntaje de ICFES (375). Vos llenaste mal el formulario. Vos lo que querés estudiar es medicina.
Yo le contesté:
– No, yo no quiero estudiar medicina, quiero estudiar biología.
La razón principal por la cual no estudié medicina humana es que no se ve evolución, y ese ha sido una de mis grandes aficiones en mi vida. La biología, aunque obviamente es menos lucrativa que la medicina, desde mi punto de vista, es mucho más bonita que la medicina. Mi hermana también quería estudiar algo poco lucrativo: artes plásticas, pero a ella si la obligaron en lugar de ello a estudiar algo técnico como la arquitectura. El resultado de todo esto es que actualmente mi hermana tiene mucho mas dinero que yo, pero yo tengo una vida más libre dentro de lo cual puedo hacer lo que quiera cuando quiera. De todos modos, mi decisión de estudiar biología fue un riesgo calculado pues tengo el respaldo de una familia un poco acomodada. Si no fuera por eso, yo obviamente hubiese tomado las cosas más en serio y me habría decidido por estudiar administración de empresas o algo así que me permitiese ganar dinero relativamente fácil y rápido al terminar un pregrado de estos. Lo otro es que yo siempre tuve claro que si me metía a estudiar biología, tenía que hacer una carrera completa. Por esto ahora, estoy haciendo un doctorado virtual en la Atlantic International University, sobre la evolución de las condiciones del gradiente afectivo bipolar.

Siguiendo con el tema de las fusiones y relacionándolo con mi maestría, la misma fue un desorden. El cómodo problema fue que antes de empezar mi maestría en la facultad de salud de univalle, ya tenía confianza con varios profesores de la escuela de ciencias básicas de dicha facultad, pues en la misma hice mi tesis de pregrado. Fue tanta la confianza que me dejaron empezar la maestría sin tener un proyecto de grado definido. Esto fue un error, pues hice mi maestría como un errático pregrado, empezando por morfología (neurobiología, anatomía, histología) pues quería quedar bien en este campo porque según yo después iba a hacer doctorado (PhD) en paleontología en el Museo Americano de Historia Natural (AMNH) en Nueva York. Eso fue alrededor del 2001. Ya tenía 27 años y relacionado con esto, mi profesor de mastozoología del pregrado, Michael Alberico, me dijo con su acento gringo del cual nunca se pudo deshacer después de vivir varias décadas en Colombia:

– No sueñe, usted nunca será paleontólogo. Además ya está muy cucho para irse a estudiar fuera de Colombia.
Tenia toda la razón. Al final me aburrí de la morfología y empecé a ver materias de biología molecular dentro de la misma maestría en ciencias básicas médicas, terminando, como ya lo esbocé, haciendo un trabajo en bioinformática (Aproximación  In Silico a la Estructura 3D de la Proteína Antiveneno DM64 de la Zarigüeya (Mammalia: Marsupialia: Didelphidae). Esto sancocho de temas que vi durante una maestría, mas la enfermedad cuasi mortal de mi colon que tuve su culmen en 2002, hizo que me demorara 6 años largos haciendo mi maestría. Lo que quiero decir con todo esto es todas los cursos que uno hace durante un posgrado, deben girar alrededor del trabajo de investigación-tesis y no hacer un revuelto de materias para que una vez cumplidos los créditos de las mismas, no tener un trabajo de grado. Me tomó todo el 2004, ya con materias terminadas, encontrar un problema de investigación, al cual le estuve trabajando del 2005 al 2007. Me di una buen tour superficial sobre lo que son las ciencias básicas médicas, pero y repito, esta no es la forma correcta de hacer un posgrado. Fue una fusión de cursos interesante y por lo tanto divertida, pero muy ineficiente  a la ahora de hacer una maestría, que me tomó 3 veces lo que generalmente lo que dura un  posgrado de estos. Y aunque los profesores me querían y les gustaba hablar conmigo, todos sabían de mi bipolaridad, y más aún, habían visto mi inestabilidad en cuanto a como hice mi maestría. Ninguno se quería encartar conmigo como tutor. Afortunadamente, un gran amigo del pregrado, que hacia el 2005 era estudiante de doctorado en ciencias básicas médicas, me adoptó y gracias a el me pude graduar de mi maestría. Se trata de R Santiago Castaño V, quien ahora es doctor (PhD) y trabaja en la Universidad ICESI de Cali. Sin el nunca me hubiera podido graduar de mi maestría.
Y es que una cosa es tener inteligencia intelectual (mediada principalmente por el hemisferio dominante, el izquierdo) y otra es la inteligencia social-emocional (mediada principalmente por el hemisferio derecho). En esta último he sido un poco retardado, pues entre otras muchas consecuencias, una condición como la bipolar de alguna forma hace que uno se desarrolle intelectualmente de una forma precoz, pero social-emocionalmente de una forma retardada. Probablemente con un poco más de inteligencia social-emocional, que es la que realmente lo lleva a uno al éxito, no hubiese cometido tantos errores sociales (entre mis compañeros del pregrado soy famoso por imprudente) y hubiese hecho la maestría de una forma más eficiente. Pero hay buenas noticias. Según el gurú de la inteligencia social-emocional, Daniel Goleman, mientras la inteligencia intelectual viene muy condicionada genéticamente, la inteligencia social-emocional no está tan condicionada genéticamente y se puede desarrollar con la práctica. Y desde que en 2008 leí el libro sobre inteligencia emocional de Goleman, me di a la tarea de cultivar este tipo de inteligencia en mi. Los resultados han sido muy alentadores, cada vez me la llevo mejor con la gente, ya no peleo ni alego, y cada vez me conozco a mismo mejor, lo cual me permite disfrutar cada vez mas de la soledad, a la vez que voy conociendo nueva gente interesante, sobretodo en un pueblo como Ibagué donde es tan fácil farandulear pues la logística es muy fácil y todo el mundo resulta conocido de todo el mundo.
Si, definitivamente el hemisferio derecho, que es el que manda la parada en cuanto inteligencia social-emocional se me ha desarrollado mucho durante los últimos años. El hemisferio derecho está mas influenciado por las estructuras emocionales subyacentes (sistema límbico) comparado con el izquierdo. Pero ahora que tengo una bipolaridad tan madura y bien tratada (si mucho llega a una ciclotimia) mi hemisferio derecho ha empezado a mostrar su potencial. Además de mejorar mis habilidades sociales, siento que el hemisferio derecho me pide arte. No me refiero a ese arte abstracto difícil de entender y plasmado en poesías, pinturas y cine-arte sobre los cuales prácticamente no entiendo nada. Conectando con el primer párrafo de esta entrada, me refiero a la necesidad que estoy sintiendo de encontrar nuevas-viejas canciones que me emocionen, nuevas fusiones musicales, e incluso estoy pensando en incluirle  a mis futuras narraciones de ciencia ficción, dibujos hechos por mi mismo. En general mi hemisferio derecho se quiere expresar artísticamente, pero lo haré de una forma simple y muy entendible. Por ejemplo, no me gusta la poesía hardcore super-abstacta e ininteligible para mí, ni el cine arte (sale uno más confundido y triste que antes de ver la película). Definitivamente mi género cinematográfico es la ciencia ficción y  ahora más, teniendo en cuenta los adelanto en cuanto a efectos especiales y demás. Me gusta la poesía de mis artistas musicales favoritos, una poesía en prosa y fácil de entender. Y a medida que me acerque a la literatura seguiré escribiendo como lo hago ahora, en prosa, de forma espontánea, sin adornos y haré narraciones fáciles de entender.
Entonces me gustan las fusiones, pero bien hechas y con ingredientes bien escogidos. Hay que combinar la inteligencia social-emocional con la intelectual. Otro ejemplo es la psicología evolucionista, que es una mezcla entre psicología cognitiva y evolución darwiniana por selecciona natural. Esa es una excelente fusión que me tiene tan encarretado que ya llevo casi medio libro escrito sobre el tema. La fusión de ciencia con literatura lo cual da como resultado la ciencia ficción, y en general por el hecho de ser un monografista, da como resultado que este yo mezclando temas de los cuales sale cosas nuevas en forma de propiedades emergentes (son propiedades que no se pueden explicar por la sumatoria de sus partes). En otras palabras, cuando uno fusiona varios autores en un escrito, automáticamente le van saliendo a uno ideas nuevas que a los autores consultados no se les habían ocurrido. Las monografías o reviews son buenos ejemplos de fusiones que produce cosas nuevas e interesantes.
Entonces al final la idea es fusionar, pero escogiendo bien los ingredientes. Más que fusionar no me puedo ir a los extremos: no puedo tener un reguero de temas que tratar  pero tampoco me puedo dedicar al mismo pequeño tema x toda la vida. Tengo trabajare seriamente a mis propios proyectos intelectuales, pero tampoco puedo rechazar contratos editoriales. Al final se trata de fusionar cosas bien escogidas y respetando el principio Aristotélico de dorada mediocridad, para no irse a los extremos, siendo esto último algo que hacemos los bipolares muy fácil, pero que hay que tener controlado.
Y para relacionar todo esto con otras entradas que hecho en mi blog, he expresado varias veces lo necesario que son las fusiones. A medida la humanidad sigue avanzando en el proceso de globalización,  no solo estamos ante una época de fusiones artísticas como las musicales por ejemplo, sino que en todos los aspectos el mundo se va estandarizando. Este proceso es inevitable, y por medio del cual se perderán prácticas culturales ancestrales. Pero las mismas están siendo sistematizadas y documentadas por historiadores  y antropólogos, por lo cual estos rasgos culturales ancestrales que dejaran de tener vigencia cotidiana, podrán ser revividos en ocasiones especiales y este tipo de cosas. Además de las fusiones culturales, tanto en el arte como la ciencia, producirán nuevas obras, conceptos y´prácticas como propiedades emergentes resultantes de la fusión de viejos paradigmas y rasgos culturales. Este proceso es inevitable y antropólogos como Ember, Ember & Peregrine dicen en su libro de Antropología del 2004 que hacia el año 2200 ya la humanidad tendrá una cultura unificada lo cual está en línea con lo que expresado en otras entradas en el sentido de que necesitamos un gobierno mundial. Es hora de que la humanidad se fusione, se borren las fronteras y todos seamos ciudadanos de un mundo mucho mejor y justo para todos.
Bueno, eso era lo que quería expresar en esta entrada corta. Otra vez, gracias por leer algo tan personal  y presumido, un abrazo.
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Juan Fernando Duque-Osorio

Juan-Fernando es Máster en Ciencias, Biólogo Profesional y paciente bipolar. Su condición lo ha llevado a ser inquieto por lo cual bloguea y da conferencias sobre diferentes temas. Actualmente está interesado en la consiliencia biología-humanidades y la mezcla, por medio de la Psicología Evolucionista, con el tema del trastorno bipolar sobre el cual funciona como psicoeducador de otros pacientes.

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