junio 6, 2015
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Existencialismo: Más de una Década Después de Haberme enfrentado a la Muerte

En esta entrada digo que aunque es muy incómodo, en el momento, para el largo plazo pasar por al menos una crisis existencial, es muy saludable para cualquier persona. Relato como fue la mía después de haber enfrentado la muerte en 2002, y relaciono mi experiencia, la cual fue muy profunda por mi condición bipolar, con autores como Estanislao Zuleta, Steven Pinker, Richard Dawkins (“El Gen Egoísta” resuelve en buena parte el problema del existencialismo) y Epicuro. También nombro otros autores que tuvieron que ver con el existencialismo del siglo XX como Martin Heidegger, Jean Paul Sartre y Albert Camus. Al final adopto una suerte de solución biológica parcial al problema del existencialismo humano con las ideas de Dawkins y Epicuro.


Hace rato estaba por escribir algo existencialista. Pero no para quejarme, sino al contrario, para mirar lo mucho que he avanzado en ese aspecto en la última década de mi vida, y que estos avances le sirvan a otros. Hacia el 2002 se me perforó el colon y me dio peritonitis, y casi me muero. Fueron como un mes en cuidados intensivos, otro mes en cuidados intermedios, y otro en “piso” habitación normal. Fue una tortura: chuzones para exámenes de sangre, tubos naso-estomacales para alimentarme, horas y días interminables mirando para el techo, etc. Tortura y todo, siempre aprovecho para agradecerles a los profesionales (encabezados por el Dr. John Freddy Vallejo) y personal de apoyo de la clínica Imbanaco de Cali-Colombia por haberme sacado adelante cuando mi muerte era inminente.
Centro Médico Imbanaco: Una de las mejores, si es que no es la mejor, clínica de Cali. Ubicada muy cerca a la Calle 5 con Carrera 39. Personal de esta clínica, encabezados por el Dr. John-Freddy Vallejo salvaron mi vida después de una peritonitis cuasi-mortal por lo cual siempre les estaré agradecidos.


Pero lo más duro vino después. Como persona, y como biólogo evolucionista, me empecé a preguntar:

– ¿Para qué sobreviví si igual voy a morir?

– Si viviéramos en condiciones “naturales”, la selección natural ya se habría encargado de mí.

– ¿Entonces cuál es el sentido de la vida?

Y este tipo de preguntas que se fueron acumulando durante el segundo semestre del 2002 y acabaron formando una crisis existencial durante el 2003. En el primer semestre de este año, ya recuperado, quise recuperar todo el “tiempo perdido” matriculando materias en exceso (más de cuatro materias) de mi Maestría en Ciencias Básicas Médicas de la Facultad de Salud de la Universidad del Valle (2da o 3ra mejor Universidad de Colombia).
 
Plazoleta Central y Decanato de la Facultad de Salud de la Universidad del Valle San Fernando, en Cali-Colombia. Esto me trae muy buenos recuerdos pues en este edificio, mientras hacía mi tesis de pregrado trabajé como el secretario del Vicedecanato de Investigaciones (finales de los 1990s) de dicha Facultad. Después sería la Facultad donde haría mi Maestría (2001-2007).

Y para completar me hice contratar como profesor de Anatomía en la Universidad Libre de la misma ciudad (Cali-Colombia). Además de recuperar tiempo perdido, llegué a pensar que el sentido de la vida era hacer todo los demás hacen: tener un trabajo aburrido, casarse y tener hijos. Y emprendí un noviazgo serio con una compañera de la Maestría. El 2003 fue el año más serio de mi vida pero hacia octubre de este año, me empecé a hartar de tanta seriedad. Mi novia seria me tenía cansado por ser tan dominante y agresiva para “agarrarme” para casarnos, y una alumnita lo más de linda me estaba coqueteando. Yo soy salsero, pero durante mi adolescencia, por fuerza mayor, tuve que oír Rock “pesado” de los 1980s y 1990s. Me di cuenta que otra alumnita mía era metalera y le pedí me consiguiera la canción “The Unforgiven de Metallica” y al otro día me trajo todo el “Black Album” al cual pertenece dicha canción. La letra de esa canción me hizo despertar.
The Unforgiven de Metallica

Trata de un hombre que desde pequeño es sometido por la sociedad, vive para darle gusto a los demás y por lo tanto termina siendo un viejito amargado que se prepara a morir frustrado. Yo estaba haciendo eso. Tenía un trabajo aburrido, tenía una relación seria con una mujer, que aunque estaba muy bien, no la quería en serio como para casarme. Entonces empecé a despertar y hacia al final del año ya era otro. Comencé a darme gusto a mí mismo. Empecé una relación no-seria con la alumnita que me coqueteaba, y decidí no dar más clases de anatomía en el 2004, año que me lo tomé libre para reflexionar, terminar de pasar mi crisis existencial, y encontrar un problema de investigación para mi tesis de maestría. Seguía inestable, pues este tipo de cosas, como una crisis existencial, nos pega más duro a nosotros  los bipolares. Hacia finales del 2004 mi inestabilidad me hizo picotear de una mujer a otra para hacia principios de 2005 empezar un noviazgo que iba a durar 5 años, lo cual me dio la estabilidad suficiente para empezar mi tesis de Maestría y graduarme de la misma en octubre del 2007 justo un mes antes de la muerte de mi papá.
 
Mi padre: Álvaro Duque-Donoso. MVz. (1948-2007).

Nunca pensé que iba a perder a mi papá tan rápido. Un hombre que no tomaba alcohol, no fumaba, hacia deporte, no era mujeriego, etc. Parece que se obsesionó por su salud, dado que colegas suyos habían muerto recientemente por cáncer. Sin embargo nunca pensé que a mi papá le fuera a dar un cáncer hepático metastásico que se lo llevase tan rápido. Todos los días lo recuerdo y su muerte me enseñó a valorar cada minuto con mis seres queridos, pues estamos como en un reality show en el cual, poco a poco, van desapareciendo los compañeros de viaje. Con la muerte de mi papá, perdí al mejor amigo de toda mi vida.

Definitivamente mis 30s estuvieron muy convulsionados desde el punto de vista psiquiátrico, pues la muerte de mi papá produjo un duelo complicado por mi condición bipolar, el cual se extendería entre 2008 y 2012. Durante el 2009 tuve crisis mixtas que reunían lo peor de cada lado: la tristeza de la depresión y el insomnio de la hipomanía. Hacia el 2010 nada estaba funcionando en Cali, mi mamá y yo estábamos solos, y enfermándonos por el duelo, resolví no hacer doctorado en la Universidad del Valle y hasta que tomé la decisión de venirnos para Ibagué, pues en Cali prácticamente no tenemos familia. El período de ajuste a Ibagué fue duro, pero hacia el segundo semestre del 2012 me empecé a sentir bien, y ahora no me cambio por nadie. Mi mamá se recuperó tanto que desde ese año cuenta con compañero: el viejo Maco, quien es un bacán y ficha clave para mí pues sin su ayuda no podría dedicarme a escribir y leer a mis anchas. El tal es que ahora me siento de maravilla y las cosas cada vez tienden a estar mejor. Creo que encontré la luz (sin ser una alusión religiosa pues soy ateo) y para esto, y como lo dice el grupo bahía en su canción te vengo acantar, tuve que pasar por la oscuridad.

Y es muy cierto. Para hallar la luz hay que pasar por la oscuridad. Y lo que es más duro todavía, es que la oscuridad (y por tanto la felicidad) está dentro de uno. Como dice Eckhart Tolle en su libro “El Poder del Ahora”, hay que iluminar las zonas oscuras de nosotros mismos con la luz de la consciencia. Hay que conocerse cada vez mejor. Esto trae varias consecuencias positivas, entre otras que empieza uno hasta a disfrutar la soledad. Cuando uno no se conoce bien y está solo, está en compañía de un extraño lleno de zonas oscuras. Es incómodo tener esa clase de compañía. Pero cuando ilumina sus zonas oscuras, supera condicionamientos y desecha demás cucarachas mentales, se empieza a sentir muy bien. Será por eso que dicen que los 40s son la mejor época de la vida, según hablábamos con unas primas hace unas semanas.

A lo mejor no con la intensidad que yo la viví por mi condición bipolar, pero pienso que todos deberíamos pasar por una crisis existencial al menos una vez en la vida pues después de superarla, uno queda renovado. Valora mucho la vida y aprende, entre otras muchas cosas, que la misma es muy corta y que el tiempo cada vez pasa más rápido. Que no vale la pena pelear por pendejadas. Lo obliga a uno a identificar y ocuparse de lo realmente importante. Poco a poco se va uno relajando, y a la vez que valora más la vida, se hace consciente de la muerte y está casi listo para partir en cualquier momento. Esto lo obliga a uno a llevar un equipaje psicológico ligero pues nunca se sabe cuando llega el fin. Entiende y valora más a la Maestra Vida (oir canción de Rubén Blades) y deja correr en eternas retiradas, y entiende porque el mundo solo será del que camina sin miedo (oír ojos de perro de azuldel mismo cantautor | ver letra).

Entonces, si me siento tan bien, ¿por qué medio por escribir sobre existencialismo? Yo pasé mi adolescencia en el conjunto residencial “Los Guaduales” al sur de Cali-Colombia. Curiosamente de ese conjunto de clase media, salieron varias personas famosas en Colombia: Juan-Pablo Becerra (QEPD: famoso actor y modelo, asesinado por robarle un dinero que sacó de un banco en 2009), Vanessa de La Torre (Periodista y presentadora del Canal Caracol – Colombia), Morella Zuleta (Actriz Colombiana) y su padre Estanislao Zuleta (1935-1990), el pensador Colombiano más importante.
 

Y hace unos días me leí un artículo de Zuleta llamado “A la memoria de Martin Heidegger” [Revista Aquelarre (Centro Cultural de la Universidad del Tolima en Ibagué-Colombia) Volumen 13 No 26: pgs: 179-194). Y por eso empecé a pensar un poco en existencialismo, pero repito, ya no como víctima, sino como victorioso. Como soy biólogo, yo no tengo formación en humanidades, entonces leer sobre filósofos a través de Zuleta es una delicia pues este último pensador escribía y exponía conversadito, como a mí me gusta escribir y como me lo ha dicho Silvia Zuleta, su hija mayor. El mencionado ensayo de Zuleta está basado la obra “El ser y el Tiempo” de Heidegger, quien fué muy influyente en la filosofía existencialista del siglo XX. Heidegger se hace preguntas de como un ser puede preguntar. Que una pregunta sale de una carencia. Que el ser humano es un ser carente que nunca está terminado. Es un proyecto que termina con la muerte. Sin dejar de lado que los miembros de nuestra especie somos los únicos animales que de antemano sabemos que vamos a morir, y esto, y las preguntas relacionadas, pueden llevar a la angustia. Esto es central en el pensamiento de Heidegger.

 
Martin Heidegger “El ser y el tiempo”



Martin Heidegger (Alemania, 1889-1976).

Y es que es la conciencia de la muerte es lo que de la sentido a la vida. Si tuviésemos toda una eternidad, no haríamos nada, todo lo procrastinaríamos y la vida perdería sentido. Necesitamos saber, así sea inconscientemente, que el tiempo es finito y que no tenemos toda la eternidad para hacer las cosas que nos lleven a lograr nuestros objetivos en la vida. Pero como en todo, ese afán llevado al extremo, tampoco es sano. Pienso que la mayoría de gente necesita de la adrenalina del estrés, para que disfrutar la vida. Por eso será que será que dicen que uno de los países donde la gente es más feliz es Colombia. Y en línea con lo anterior, en la primera película de la trilogía Matrix, el agente Smith cuenta que las máquinas perdieron cosechas enteras de humanos al hacerlos vivir en una realidad virtual perfecta. También será por eso que hay tanta gente que le gusta los deportes extremos, pues la adrenalina es adictiva. Y todo esto, junto con sus condiciones climáticas, ayudaría a explicar por qué la tasa de suicidios es tan alta en esos países super-avanzados del norte de Europa. Obvio. Necesitamos dificultades, pero pienso que esto debe ser equilibrado. Yo disfruto de pequeñas dificultades, como ayudarle de vez en cuando por las mañanas a mi mamá con las diligencias (chicharrones de campo) y ayudar con las labores burocráticas de la casa (chicharrones de oficina). Mis escritos también son retos divertidos. Pero no me imagino una vida llena de dificultades económicas, familiares, etc. Como bipolar, poca adrenalina es suficiente para mí, pues nos estresamos fácilmente. Por esto, además de las razones genéticas, fue que decidí no tener hijos y llevar una vida relajada.
Pero más allá de esto busco dificultades en lo intelectual. Mario Bunge, intelectual Argentino de 96 años, que lee y escribe sobre muchos temas, entre esos, es crítico del existencialismo (especialmente de Heidegger), dijo:
– Tengo muchos problemas [intelectuales]. No tengo tiempo para morirme.
Mario Bunge (Argentina 1919 – Presente). Famoso Intelectual Argentino.

Muy seguramente la etiqueta de intelectual me queda grande a mí. Pero desde que superé mis crisis de mis 30s en 2012, cada vez me divierto más leyendo y escribiendo. Y con las dificultades que estas actividades ofrecen es suficiente para que mi vida tenga sentido. Y esto, sumado al hecho de que me quedé en el mejor hotel de todos (el hotel mama), el cual queda ubicado prácticamente en un SPA (Puente Alto del Vergel, Ibagué-Colombia) hacen de mí una persona muy feliz. Desafortunadamente somos pocos los que hemos encontrado la intelectualidad como un juego que no tiene fin; y volviendo a la carencia del ser humano de la que habla Heidegger y muchos otros filósofos, estamos siempre haciendo más y más preguntas. Entre más leemos más  ignorantes nos sentimos. Aprovecho para volver a criticar las religiones en el sentido de que los fanáticos se leen un libro como la biblia y ya creen que se las saben todas. En cambio los intelectualoides entre más libros leemos más ignorantes nos sentimos. Entonces al final esa carencia de información, esa curiosidad sin límites es divertida porque el placentero juego de la intelectualidad no tiene fin.

Volviendo a como la muerte le da sentido a la vida, cuando uno toma consciencia de que pase lo que pase, la vida es corta, se da uno cuenta de pequeños detalles como el hecho de no tener una eternidad para indefinidamente ensayar n-opciones de vida. De constantemente volver a empezar. Por eso, dice Steven Pinker, que probablemente evolucionaron las emociones. Para que tomemos una decisión que en muchos casos puede ser de vida o de muerte, de forma rápida. Yo relaciono esto con los IRQs (coeficientes de interrupción) de los computadores, dentro de los cuales, por ejemplo, tiene prioridad uno el mouse. Esta comparación se enmarca dentro del espíritu de la psicología cognitiva: la teoría computacional de la mente, de la cual Steven Pinker es uno de los más notables protagonistas.

 
Steven Pinker (Canadá, 1954 – Presente). Psicólogo cognitivista de la Universidad de Harvard. Autor clave dentro del poderoso paradigma de la Psicología Evolucionista [Psicología Cognitiva (teoría computacional de la mente) + Darwinismo (Evolución por selección natural)].

Entonces cada vez que se toma una decisión se matan a las demás opciones. Entonces decidir es un acto agresivo. Será por esto que, por ejemplo, en la saga de películas Star Ship Troopers (Invasión) solo los militares son ciudadanos con capacidad para votar, pues hacerlo esto es un acto agresivo, y solo los que están entrenados para controlar su agresividad pueden decidir en cosas de política y demás temas importantes en la sociedad.

Starship Troopers: Saga de tres películas en las cuales los humanos viven en una sociedad militarizada que está envuelta en una guerra contra unos artrópodos gigantes de otro sistema solar.

Entonces dice Zuleta que la muerte es una realidad que hace parte estructural importantísima de la vida, pues constantemente se están matando otras opciones por cada decisión que tomamos. Por eso me gusta mi oficio de investigador y escritor independiente pues puedo, y debo hacer muchas cosas, y no tengo que matar del todo a las opciones más importantes no llevadas a la realidad, pues al menos en mis escritos puedo explorar otras posibilidades y al menos tenerlas vivas en mi imaginación como lo estoy haciendo en el libro autobiográfico ucrónico que actualmente estoy terminando y será publicado en Amazon el 11-Jul-2016. Pero incluso siendo un escritor “freelance” como yo, el tiempo es muy corto. Por eso es importante tener algunas líneas de investigación, para con base en ellas, descartar cosas que no le interesan a uno, para darse una pequeña empapada de los principales temas de la cultura humana. En palabras más cortas, no tengo que dedicarme a una sola cosa pero tampoco a todo. Toca seleccionar cosas y dejar morir otras por falta de tiempo. Actualmente por ejemplo estoy tratando de limitarme a la Psicología Evolucionista, pues esa mezcla de comportamiento y evolución es irresistible para mí. Pero los que nos interesamos por el comportamiento, es porque hemos tenido problemas de esta índole, a lo cual yo, por mi condición bipolar, no escapo. Entonces esa es otro tema en el cual me gusta ahondar, en las condiciones psiquiátricas pertenecientes al espectro bipolar. Uno de los libros que tengo planeados para los aproximadamente 40 añitos que me quedan de vida (ver entrada en mi blog al respecto), es precisamente sobre el trastorno afectivo bipolar. Pienso dar el punto de vista del paciente, dentro de lo cual obviamente me extenderé en existencialismo y demás problemas psicológicos que los bipolares nos da tanta dificultad superar, pero además, como Master en Ciencias Básicas Médicas, daré también la visión del facultativo. Y como biólogo, y siguiendo con mis líneas de investigación, basado en la Medicina Darwiniana, especularé sobre como una condición como la bipolaridad surgió como una sobre-adaptación a las estaciones cuando durante nuestro desarrollo evolucionista pasamos del África Tropical a enfrentarnos al régimen estacional de Eurasia.

Zuleta, en su citado ensayo sobre Heidegger, también nos habla tácitamente de las líneas de investigación. Dice Zuleta de Heidegger que todos sus temas y conceptos están relacionados y no son una sucesión dispersa de temas.  Y es que cuando uno empieza a articular sus temas de interés se empieza a sentir una sensación de orden muy bacana. Como ya lo cite, la Psicología Evolucionista me ha permitido articular la gran mayoría de temas que me interesan [comportamiento, evolución, medicina Darwiniana (dentro de lo cual cabe la evolución del trastorno bipolar) religión y política]. ¿Por qué política dentro de la psicología evolucionista? Eso es en cuento largo pero la idea general es que a las personas de izquierda son hinchas de la idea de la hipótesis de la Tábula Rasa (ampliamente criticada en el libro de Steven Pinker:  “La tabla rasa, el buen salvaje y el fantasma en la máquina”: ver reseña completa de este libro escrita por mi). Según la idea de la tábula rasa, los humanos llegamos al mundo con nuestra en mente en blanco (tabla rasa) y la cultura es la única encargada de moldear el comportamiento de un ser humano. Las personas de izquierda tratan de ignorar que venimos “de fábrica” programados con rasgos comportamentales como los instintos por ejemplo. En cambio las personas de derecha tienden a achacarle más a la genética el comportamiento humano. Para la izquierda es conveniente que los humanos llegásemos al mundo en ceros porque todos llegaríamos iguales al mundo, y al final esa es una visión más conveniente para construir una sociedad totalmente igualitaria, lo cual en la vida real es imposible. Al final hay que tener un punto intermedio (Principio de dorada mediocridad: Aureas mediocritas) y reconocer que el comportamiento humano, como cualquier característica de cualquier ser vivo es una interacción entre la genética y el ambiente [Fenotipo (forma) = genotipo (genética) + ambiente]. En el caso del comportamiento humano el mismo es el resultado de la interacción entre biología y cultura. Entonces al final uno debe tratar de ser lo más centrado posible. En mi caso soy de centro de derecha, pero al ser de centro me acomodo en parches de centro izquierdo con mucha facilidad. Entonces por el hecho de que la Psicología Evolucionista reconozca que al menos una buena parte de nuestro comportamiento es genético (sin desconocer el importantísimo aporte de la cultura) ha sido blanco de muchas críticas por la izquierda.

Entonces la Psicología Evolucionista es un compendio entre Psicología Cognitiva y Evolucionismo Darwiniano que cubre muchos temas interesantes y permite tener un proyecto intelectual de vida bien amplio pero cohesivo.  El otro tema que me gusta es la ciencia ficción. Pero, aunque me gustan muchísimo las series de TV y Cine de este género literario, todavía estoy lejos de escribir un libro de ciencia ficción, pero eventualmente lo haré. Entonces al final mi proyecto intelectual de vida es la Psicología Evolucionista (que no debe confundirse con la Psicología Evolutiva) y la Ciencia Ficción. Entonces dice Zuleta que un verdadero pensador tiene sus temas relacionados. Tiene un proyecto intelectual y filosófico de vida. Además de hablar de política, también aprovecho este tema para criticar las religiones para señalar que a partir de lo poco que sé de historia de la filosofía, he llegado a la conclusión que la forma más expedita de dañar un proyecto intelectual o filosófico de vida, es meterle creencias en seres sobrenaturales. Así sacado de mi memoria a la carrerita, me acuerdo de Descartes, quien fue un gran filósofo que como otros pensadores, trató de edificar un proyecto filosófico de ceros, y dentro de esto una de las primeras cosas que se le ocurrió decir fue algo así como:

– Tengo la idea de un ser perfecto, la cual solo puede venir de un ser perfecto, lo cual demuestra que dios existe.

Ideas como esta lo llevaron a errores como el citado “Fantasma de la máquina” en el sentido de que las funciones mentales superiores por ejemplo, son llevadas a cabo de una suerte de espíritu diferente al cerebro. Este dualismo de Descartes es ampliamente criticado por un libro de los tantos que tengo pendientes de leer: “El Error de Descartes” de Antonio Damasio.

Y si a un proyecto intelectual  o filosófico, además de introducirle la creencia en seres sobrenaturales, no se sustenta por Ciencias duras como la biología, es un proyecto intelectual de vida que no va a trascender. Entonces al final, el paso por una universidad, por un posgrado (maestría) como fue mi caso, sirve para adquirir datos y conceptos, pero lo más importante es que le da a uno estructura mental para acomodar viejos y nuevos datos. No se trata de sabérselas todas (y menos ahora que hay tanta información en internet), sino de tener una estructura mental para acomodar viejos y nuevos datos y conceptos, y relacionaros, o si no la mente de uno sería como un pequeño arrume de libros tirados en una esquina de una habitación sin estar organizados en una biblioteca que permita su consulta ordenada. Entonces para redondear este párrafo, el tener un proyecto intelectual de vida, es de una importancia existencial para un individuo bipolar como yo, que necesita leer y escribir como parte de su terapia y que ha despejado su vida de compromisos estresantes como tener hijos y que por lo tanto tiene un poco de más tiempo libre que la mayoría de sus contemporáneos.

Entonces me gustan muchas cosas, incluyendo la filosofía, que poco a poco he ido organizándola en mí proyecto intelectual de vida, y sobre la cual trato de informarme, así sea de forma superficial, gracias a autores como Estanislao Zuleta o Jostein Gaarder autor del “Elmundo de Sofía: Novela sobre la historia de la filosofía” quienes le explican a uno las cosas “moliditas”. Pero repito:

– La filosofía sin el apoyo de las ciencias duras (especialmente de la biología) es pura literatura.

Pues desde mi punto de vista de biólogo me parece increíble como la mayoría de académicos e intelectuales pertenecientes a disciplinas de las humanidades hablan sobre conceptos, basados en otros conceptos, y todo es muy abstracto y etéreo. Es por eso que incluso algo como el existencialismo requiere el apoyo de las ciencias duras, en este caso de la biología. El problema del sentido de la vida humana lo resolvió Richard Dawkins (el biólogo más importante del  planeta actualmente) en su libro “El gen egoísta”: la vida tiene sentido para nuestros genes y no para nosotros. Los genes nos utilizan a nosotros, los seres vivos, como tarros desechables por medio de los cuales perpetrarse de generación en generación. La vida no tiene sentido para nosotros los seres vivos. La tiene para nuestros genes. A estos les conviene que muramos, pues sin la muerte no hay renovación ni evolución, y los genes egoístas se anquilosarían y desaparecerían. Y es que en teoría es posible, y entre ciertos límites y excepciones [como un accidente o una decapitación (como en las “Películas de Highlander”?)] programar seres que vivieran casi eternamente o al menos muchísimo tiempo, pues en el envejecimiento está, al menos en gran parte, programado genéticamente. Teniendo en cuenta todo esto, pueden surgir ejércitos de filósofos existenciales como Jean-Paul Sartre o Albert Camus y nunca lograrán resolver el problema existencial del sentido de la vida humana, no ser, y repito, que echen mano de la biología.

Jean-Paul Sartre (1905-1980). Filósofo existencialista Francés.



Albert Camus (1913-1960). Filósofo existencialista Argelino-Francés.

Para mí, el filósofo que estuvo más cerca de resolver el problema existencialista humano, fue Epicuro (341 a 270 antes de Cristo) con su maximización sostenible de la relación placer/sufrimiento, al menos, y sin saberlo, utilizó lo que ahora la neurobiología llama “sistemas de recompensa”, los cuales se ponen en acción cuando realizamos actividades que a nuestros genes les conviene, como el hecho de que comamos alimentos con alto valor nutritivo y tengamos sexo.

El hedonismo Epicúreo identifica qué acciones proporcionan placer de forma sostenible. Más exactamente decía:

– Disfruta de un placer siempre y cuando no te produzca un dolor mayor. Y somete a un sufrimiento siempre y cuando te produzca un placer mayor en el futuro.

Esta una especie de minimización sostenible de la relación costo (sufrimiento)/beneficio (placer). Por lo cual el hedonismo Epicúreo no se puede confundir con el tropicalismo, pues este último nos impulsa a incurrir en formas de placer inmediatistas y momentáneas (como las drogas), pero perjudiciales en el mediano y largo plazo. Por lo poco que sé de Epicúreo, me gusta mucho su forma de pensar y a partir de esta ignorancia, surge un nuevo motivo de investigación. Recuerdo mucho como mi padre Álvaro Duque-Donoso. MVz (1948-2007) me enseñó como el orden y la disciplina brindan más placer y de una forma más sostenible en el tiempo. Ese el verdadero hedonismo Epicúreo.

Entonces para ir rematando este artículo, esta entrada en mi blog, el haber enfrentado mi cuasi-muerte y la muerte de mi papá, durante mis 30s, me llevo a replantear y definir muchas cosas, como mi situación existencial en el sentido de ser consciente de la muerte pero no con miedo sino como un recordatorio de disfrutar de una forma sostenible en el tiempo (verdadero hedonismo) lo que más pueda cada momento. Me hizo definirme en muchas cosas, como por ejemplo no tener hijos, pues eso tiene varios problemas genéticos (un hijo mío puede salir más bipolar que yo), ecológicos (no quiero contribuir a la degradación del planeta gracias a la plaga humana) y económicos (yo soy un buena vida y un hijo es una deuda de por vida, pésimo, perpetuo y estresante mal negocio). Me ha hecho acelerar la superación de la época de la rumba, pues aunque me encanta socializar, no puedo mantener de rumba en rumba pues el trasnocho es muy perjudicial para un bipolar. Además de cortar con el tabaquismo, corté con la trasnochadera, lo cual me ha obligado a buscar espacios diurnos de socialización, lo cual es muy fácil en un pueblo como Ibagué-Colombia donde tengo tantos familiares, amigos y conocidos, que generalmente tienen tiempo para charlar. Las crisis de mis 30s, me hicieron crecer en muchas cosas, predominantemente en inteligencia social-emocional, dentro de la cual hace parte integral la inteligencia intrapersonal. En esto se ha avanzado mucho y ahora no solo soporto sino que disfruto de mi relativa soledad. Y es que cortar con el trasnocho, a veces pone una barrera entre uno y sus amigos, pues muchos contemporáneos les gusta trasnochar mucho todavía. En general las crisis de mis 30s me fortalecieron y lograron que empezara mis 40s como la época dorada mi vida. Apenas voy a cumplir 41 años y ya veo que esta década de mi vida, y posiblemente todas las subsiguientes van a ser mucho más relajadas que las precedentes.

Para terminar quiero decir que por más ateo que quiero ser yo, cuando este muriendo mi cerebro va a crear la ilusión de que mis ancestros me van a recibir en medio de una luz al final de un tunel, lo cual va a ser muy placentero. Y la ilusión va a ser tan fuerte que yo mismo voy a creer esa ilusión y esto de pronto le da un poco de belleza a la muerte.
Mientras tanto, a aprovechar la vida con un hedonismo sano y bien entendido. Muchas gracias por leerme.
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Juan Fernando Duque-Osorio

Juan-Fernando es Máster en Ciencias, Biólogo Profesional y paciente bipolar. Su condición lo ha llevado a ser inquieto por lo cual bloguea y da conferencias sobre diferentes temas. Actualmente está interesado en la consiliencia biología-humanidades y la mezcla, por medio de la Psicología Evolucionista, con el tema del trastorno bipolar sobre el cual funciona como psicoeducador de otros pacientes.

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